Masturbación al pasivo

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De lubricante su mano lleno y la dirigió a la pelvis del mayor, movió de arriba hacia abajo con una lentitud tortuosa, además de abrumante. El ritmo no cambio pese a los reclamos, lento, sin desesperó, así lo hacía el menor.

De arriba a abajo con una mano, y con la otra acariciando sus bolas, queriendo dar la mayor satisfacción a su bello amor, cosa que logro.

La respiración errática fue una advertencia, el volumen mayor de los gemidos fue la segunda, el líquido semi blanco en abundancia fue otra, y la última era el constante y duro palpitar.

Su hermano novio se vino con dureza en su mano, dejando su esencia en ella, además de su propio torso.

Cuando los jadeos fueron casi nulos, Nostradamus sonrió.

—. Ahora me toca.

Hades asintió.

Two-cember [Hades bottom] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora