-Han Jisung, un lindo joven con un pasado sin resolver y pocos recuerdos del mismo.
-Lee Minho en busca de su amado y con un pasado muy presente.
(Ship principal Minsung, también hay más, pero sin mucha historia)
Una historia romántica, no hay escen...
Estábamos en el lago de todos mis recuerdos, había otros tres niños, mi hermano, Minho y un niño muy bonito, con largos cabellos, labios pomposos y un lunar debajo de su ojo. Calculó que teníamos como 7 años.
-Hanji eres lo más bonito de todo, eres más lindo que el lago- dijo mini Minho para después besarme la mejilla; sentí mis cachetes calentarse.
-Minnie ya te dije que no le des besos a mi Hannie, él siempre va a ser mi hermanito chiquito y eso es de para grandes, como yo y Jinnie, verdad hyung?- dijo Lixie volteando a ver al de cabellos largos.
-Sí, solo Yongbokkie y yo podemos, ustedes son muy chiquitos y papá me dijo que pasaré toda la vida con él- dijo dandole un besito a Lix
-Mejor nadie de besitos, todos estamos muy chiquitos, no importa si Lix y Jinnie se casen o no, ahorita no besitos, ni tuyos Honnie- dije indignado.
Escuché pasos a lo lejos, cuando volteé estaba un señor muy parecido a mi hermanito y un señor pintando, supuse que estaban pintando el cuadro de la habitación.
Volví al cuarto con mi yo del presente.
-Explíquenme lo de Jinnie y lo de casarse y los besos en el cachete, todo es muy raro-dije de la nada (para ellos)
-Te acuerdas de lo más vergonzoso Sung, ni yo me acordaba de eso- dijo mi hermano tapando su carita con sus manitas
–Entonces te acuerdas de lo que dije?, que pena, pero bueno éramos unos niños, no sabíamos lo que decíamos y lo de la boda, pues sí pasó, pero no salió muy bien, pero esa historia ya será para después cuando entiendas más cosas y para ello necesitamos ir a más lugares y por favor vuelve a decirme Honnie, lo extraño- interrumpió Honnie
Salimos del cuarto, para irnos y poder volver a lo que ahora es mi casa, aunque me gustaría quedarme más tiempo aquí. Al parecer mi expresión de tristeza no pasó desapercibida por Min
-No te preocupes bonito, ya vendremos más seguido- susurró en mi oreja, cosquilleo mi interior.
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