Capítulo 37: Lo que nos Queda

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Gritos se escuchaban alrededor. Había miedo en la cara de los transeúntes de la ciudad. Estos se apartaban de Lade, aquel chico que venía corriendo a toda marcha con un joven en su espalda, al cual se le veía en su ropa todo cubierto de sangre. Mientras esto pasaba, Lade intentaba recordar con la mayor exactitud la dirección que su joven amiga le había propiciado.

–«Ya casi llegamos, resiste hermano» –pensaba, asustado.

Luego de unas cuadras, Lade vio la casa a la que debía dirigirse. Era una casa muy amplia y de dos plantas. En las afueras, tenía un cartel que decía Consultorio Médico Purple Gardens, por lo que supo de inmediato que ese era el lugar. Sin pensarlo dos veces, fue hasta la puerta, tocó el timbre para luego gritar repetidas veces por ayuda. Un hombre acudió al llamado, en seguida tomó a Green, y entonces vio cómo Lade también se desplomaba en suelo. Lo último que vio y escuchó él fue al hombre que sostuvo a Green, antes de caer inconsciente.

Pasó un buen rato para que Lade empezara a recuperar la conciencia. Estaba algo desorientado, pues vio que se encontraba en un cuarto pequeño, acostado en una pequeña cama. Las luces estaban apagadas, por lo que no veía con detalle lo que se encontraba en el espacio, más allá de una figura sombría sobre lo que parecía ser una silla. Lade parpadeó unas cuantas veces para lograr ver de qué o quién se trataba aquella figura. Esta última murmuró un poco antes de levantar y acercarse a Lade, mostrando su identidad.

El joven Smith no pudo evitar sonrojarse de la vergüenza sabiendo que se trataba de su amiga Violet. No sabía qué decir o cómo empezar.

–Ehm... Oye, hay que hablar –sentenció Violet, seria, más sin embargo un tanto somnolienta.

Lade bajó la mirada aún más apenado que antes, cosa de la que Violet cayó en cuenta y meditó bien la manera en la que acababa de hablar. Al hacerlo, se apenó un poco también y dirigió su mirada a otro lado de la habitación.

–Eh, ey, tampoco es tan... Argh, no hagas esto más incómodo, ¿okey?

Lade asintió sin decir ninguna palabra. Tras esto, Violet le pidió explicaciones acerca del estado de Green, además de preguntar seriamente sobre su estado, por lo que Lade tuvo que mentirle. Le describió una escena de robo a mano armada en el que lograron escapar gracias a la intervención de su hermano; algo que había visto en una serie de televisión, pero adaptada a algo que les hubiese pasado. Y sobre a su estado, mantuvo su versión de la caída en el Bosque Swallow. No había duda de dos cosas: Que de ninguna manera podía ni debía contarle a Violet nada referente a sus poderes, y que posiblemente tenía talento para escribir historias cortas.

Sorpresivamente, Violet cayó en sus blancas mentiras, y ese tema fue echado a un lado. Ella se enfocó en revisar la herida en el rostro de Lade, y le colocó unos hielos para ayudarle con eso. De la mente de Lade no salía la duda del estado de su hermano, preocupación que se hizo notar por Violet.

–Gren está bien, ¿ok? –expresó ella, para continuar con un tono graciosamente orgulloso–, mi padre se está encargando de suturar su herida de manera satisfactoria –y se levantó posando una mano en su pecho, para demostrar soberbia.

–Es Green, no Gren –corrigió Lade.

Violet se dio cuenta de aquel error, y mantuvo su pose corrigiendo con firmeza "Green está bien", haciendo que ambos estallasen a carcajadas. Estuvieron hablando de varias cosas por un rato, y un par de horas después, Lade se levantó a ver como se encontraba su hermano, quien estaba acostado sobre la camilla en donde suturaron su herida, la cual estaba un poco inclinada. Green veía al techo hasta que se percató de la presencia de Lade en la habitación.

–Ejem... –dijo Lade, apoyándose en el marco de la puerta.

Green volteó a verlo. Un "hey" sin ánimos salió de su boca, lo que provocó una mínima risa en Lade.

Undersouls: Entre Los BosquesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora