Lade era consciente de que su situación no era la más favorable. Entre tantas artes marciales, el Kendo se enfocaba en el manejo del Bokken y mantener cierta distancia era la clave. Distancia la cual no poseía ahora, mucho menos su Bokken. Eran cosas que brotaban en su mente una tras otra mientras combatía mano a mano contra Clair.
—«El Kárate pudo haber bueno ahora» —pensó justo al momento de recibir un puñetazo directo en el rostro.
Dicho golpe lo lanzó al suelo desorientado, abierto a cualquier otro ataque. Clair lo observó sin defensas, dispuesta a atacar. Lade estaba aterrado, intentando vencer el aturdimiento para no ser apaleado. Su oponente se abalanzó hacia él, pero algo lo retuvo. Un susurro, una intervención, algo que la paralizó en el acto.
—¡Clair! —escuchó una voz desgarradora.
De manera inconsciente, la bruma carmesí se activó alrededor de ambos. Un escenario desconocido se mostró ante Lade. Una autopista con paredes de fuego alrededor. No entendía qué ocurría. Clair no veía a Lade. Frente a ella, quien veía era a un Lucas intentando levantarse, cubierto de sangre y muy malherido. Un dolor de cabeza la atacó de pronto, y así como apareció la bruma, al instante desapareció luego de otro grito.
—¡¿Oye, buscabas esto?! —se escuchó a lo lejos.
Tanto Lade como Clair se encontraron con Bourne, quien sostenía al aire el cuchillo que esta última portaba. Ella se lanzó desmedida hacia Bourne con agresividad, ignorando el dolor repentino para tomar sorprendido al joven Kuraki aún con el cuchillo al aire. Aunque sorprendido por su velocidad, Bourne estaba listo para actuar. Su oponente estiró su brazo en dirección al cuchillo mientras se aproximaba, pero a medio metro de llegar, giró su brazo con el objetivo de soltar un gancho hacia su abdomen. Bourne anticipó su ataque y con todas sus fuerzas bajó su brazo para asestar un codazo en su sangradura, que combinó con un empuje.
Lade aprovechó esto para levantarse y acomodar un poco su máscara. Con la mirada hacia el suelo, se percató entre jadeos de la aceleración en su respirar.
—«¿Por qué me siento cansado, si no he hecho nada?» —pensó preocupado.
Green le había enseñado que en ese tipo de casos revisara su corazón, pues era malo tomándose el pulso. Al hacerlo, sintió como latía a altas velocidades. Le fue difícil reaccionar a eso cuando de pronto fue embestido por Bourne, quien fue lanzado hacia Lade con una fuerza sobrehumana. Ambos saliendo disparados varios metros hasta impactar con la puerta de un vivienda que daba cara a la Plaza.
Bourne estaba impactado. No comprendía cómo había podido recibir un golpe tan fuerte. Intentaba levantarse, pero la presión en el lado izquierdo de su abdomen tensaba el resto de su cuerpo. Por otro lado, Lade luchaba consigo mismo por mantenerse consciente, tras su impacto contra la puerta de la vivienda en la que ahora se encontraba dentro.
Con pasos pequeños, Clair se acercaba lentamente hacia ellos, pero un fuerte dolor la hizo arrodillarse. Tomando su cabeza, lanzó otro grito fuerte mientras brotaba de ella la bruma carmesí. De pronto el ambiente cambió para Bourne y Lade, haciendo que volvieran a ver el escenario que antes había visto este último. Bourne quedó helado ante lo que veía, pues frente a él, una sombra misteriosa sostenía a Clair por el cuello. Su oponente volvía a permanecer inmóvil ante ellos, pero no eran capaces de reaccionar.
Un golpe resonó a espaldas del joven Kuraki. Sin fuerzas y con el puño en el suelo, Lade empezaba a levantarse viendo fijamente a Clair. Se puso de pie aferrándose al pasamanos de la escalera de la vivienda, y aunque dio un par de pasos, un débil tambaleo lo hizo caer de nuevo.
—Vamos Lade, puedes hacerlo —se decía a sí mismo—. No te rindas... sé la espada, sé el escudo.
Pero un grito seguido de pasos fuertes sobre el techo dejó absortos a ambos Undersouls.
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Undersouls: Entre Los Bosques
Science FictionEl pasado nos encontrará, no importa cuanto queramos escapar de él. En Ebbsfield, la heredera del Gobierno fue secuestrada, y su guardaespaldas desapareció. Nunca se supo el motivo de aquellos sucesos. 20 años después, parte del bosque cercano fue m...