A medianoche...
En la habitación de Sam, este dormía plácidamente en su cama, mientras frente a él estaba Alex sentada observando fijamente la pantalla de vigilancia, la cual enfocaba al salón médico, exactamente a la camilla de Lucas. Él estaba ahí acostado, y aunque inmóvil, estaba despierto, con una mirada de confusión e impotencia, sin lograr dormir.
–Quiero saber qué te está pasando... –murmuraba ella a sí misma– Quiero ayudarte...
En eso Alex escuchó que Sam se movía, y pegó un sobresalto sorpresivo. Volteó un poco asustada, y se dio cuenta de que Sam seguía dormido. Sólo se había volteado.
–«Eh jejeje...» –pensó Alex algo aliviada, y soltó un suspiro de tranquilidad– «Si él se da cuenta de que he estado aquí se va a molestar mucho conmigo...»
Estuvo un rato ahí viendo a Lucas, intentando sacar alguna hipótesis para su caso, o al menos para su grave caso de insomnio. Tras no encontrar más nada en eso que un “adolescente” con problemas de sueño, salió con sumo cuidado de la habitación. Cuando llegó al laboratorio se encontró con Fernanda, quien estaba manipulando los cables y circuitos de un aparato, mientras a su lado había un microscopio, un centrifugador y un recipiente pequeño con un líquido rojo oscuro.
–Así que la ciencia nunca descansa… –dijo Alex con tono bromista.
– ¿Está mal desvelarse para descubrir los misterios de la ciencia? –respondió con su frialdad habitual.
Alex miró más detalladamente lo que tenía Fernanda al lado, lo que le causó un poco de malestar y sorpresa.
– ¿Qué estás haciendo…? –preguntó un poco atónita.
–El aparato para medir la frecuencia del plasma, el que usted me pidió.
–Me refiero al frasquito con sangre…
El laboratorio se mantuvo en silencio por unos segundos, y Fernanda, algo extrañada, respondió.
–Esto es… Una investigación propia…
Alex nunca había visto así a Fernanda. Ella estaba inmóvil en su sitio, sin argumentar más nada. Normalmente ella soltaba todo sin rechistar, pero Alex sabía que había algo que no decía.
– ¿Y de qué es la “investigación”?
–Sigo investigando a Lucas, como usted y el hombre ese me lo pidieron.
–… –suspiró, y luego prosiguió– Dime por favor que esa no es sangre de Lucas…
Fernanda comprendió que la doctora lo había descubierto, así que no tuvo más remedio que soltar todo lo que se guardaba.
–Sí. Esta es la sangre PX de ese chico.
–Fernanda, sabes muy bien que se nos tiene prohibido experimentar con la sangre PX, y mucho menos extraerla sin consentimiento del receptor. ¿Y qué hay en el microscopio?
–Un poco de piel de Lucas.
– ¿Por qué haces esto? –La reprendía Alex molesta– Por eso que estás haciendo podríamos tener graves consecuencias. Y mira si Sam se entera de esto… ¿Qué es lo que quieres sacar de todo esto?
–Me estoy interesando cada vez más por ese chico Lucas –argumentaba con su naturalidad de siempre, pero un poco más agitada de lo normal–. Podríamos tener en frente a nuestros ojos a la primera prueba viviente de la efectividad de la criónica. Una persona que no ha pegado el ojo en casi todo un mes, y no siente efectos secundarios. Ha conservado su mente y cuerpo totalmente intactos por 20 años. Y su cuerpo es demasiado frío para ser de alguien normal, a pesar de pasarse toda una mañana entrenando bajo el sol…
Alex había empezado a comprender la agitación y excitación de su joven pupila. Sabía que Fernanda era una persona que hacía cualquier cosa cuando se empeñaba en algo, sin importar el costo. Era su determinación una de las principales razones por las que la había elegido como su estudiante, y como próxima heredera de los conocimientos del Suero PX.
–Entonces, ¿Te interesa mucho Lucas? –preguntó Alex con una sonrisa burlesca en su rostro.
–No confunda las cosas Doctora Rahmen. No me interesa personalmente ese chico, y mucho menos “amorosamente”. Conocer y descubrir el misterio de la “criogenización” es algo que me llena completamente de determinación. Ese chico es alguien que lleva vivo por 36 años aproximadamente a pesar de que su cuerpo aún “tiene 16 años”. Es capaz de regenerar heridas cortantes a mayor velocidad de lo normal, ya que el plasma acumulado en su interior logra cicatrizar rápidamente los cortes. Además de su gran velocidad y fuerza aunque aún no se ha recuperado del Mal de Hibernación…
–En conclusión… –intentó finalizar Alex, pero Fernanda la interrumpió.
–En conclusión –entonces una pequeña sonrisa se asomó en su cara–, ese Lucas es un hombre muy interesante…
Esa expresión en el rostro de Fernanda se lo dijo todo a Alex. Estaba decidida a descubrir este misterio. Sam y ella habían sido muy inteligentes al dejarle a cargo la investigación de Lucas a ella.
–Bueno, trata de mantener esto en completo secreto –dijo Alex con menos preocupación–. Mira que logré saber qué estás haciendo, y personas como Sam o alguno de los Undersouls son más hábiles para descubrir incógnitas que yo. Mantengamos esto como un secreto. Me estoy haciendo completamente responsable por cualquier acto ilícito que cometas. No me defraudes.
–Resolveré esto lo más pronto posible Doctora Rahmen.
–Continúa con el aparato, que yo debo de subir los vídeos de Lade a MeTube.
– ¿Los vídeos esos tontos y banales que graba en el salón vacío? –y una expresión de desagrado cubrió el rostro de Fernanda.
–No son tan malos –y se rió un poco–. Un día de estos nos sentamos a que los veas jajaja…
A la mañana siguiente…
Sam caminaba por los pasillos del lugar, rumbo al laboratorio, con un vaso de agua en la mano.
–Ésta Alex… –se decía a sí mismo.
Cuando entró al laboratorio, se encontró a Fernanda apoyada a la isla del lugar mirando a Alex, quien estaba sentada mirando hacia la computadora del lugar, con la cabeza agachada.
–Fernanda, ¿Hiciste el favor que te pedí? –le preguntó él.
–Sí, todos los chicos están reunidos en la parte superior.
Entonces Sam usó su telekinesis en el vaso de agua, y se lo hechó encima a Alex, quien dio un fuerte brinco asustada.
– ¡Eh, qué, ya, ya desperté! –balbuceó ella sobresaltada.
–Buenos días Miss Desvelante… –bromeó Sam adoptando una bromista seriedad.
–Ajá, me quedé dormida… Por favor no me lo recuerdes todo el día… –respondió algo molesta por estar empapada.
–Sabes muy bien que lo haré.
–Por eso te odio… –y empezó a reírse.
En el interior, Alex estaba feliz. Había pasado mucho tiempo desde que Sam le había hecho algo como eso. En cierto punto, se sentía agradecida por esa empapada de agua.
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Undersouls: Entre Los Bosques
Science FictionEl pasado nos encontrará, no importa cuanto queramos escapar de él. En Ebbsfield, la heredera del Gobierno fue secuestrada, y su guardaespaldas desapareció. Nunca se supo el motivo de aquellos sucesos. 20 años después, parte del bosque cercano fue m...