Capítulo 38 - Continuación

233 17 3
                                    


El aire soplaba con fuerza, la luna amenazaba con llegar, faltaban pocos días, esta luna de caza aparece una vez al año, es diferente a la luna de celo, con esta luna las parejas destinadas se encuentran, su olor se vuelve más intenso provocando que las parejas se encuentren bajo su luz. Dos personas hacian un plan para capturar a cierto vampiro y destruirlo, debian recuperar su manada y muchos otros lobos apoyaban su causa. 





La noche llegó, los lobos aullaban, se habian hecho dos grupos, algunos serían la carnada que obligaria a salir a los vampiros y los demás aguardarían en un escondite listos para atacar, el primer grupo salió como era habitual cada año para evitar levantar sospechas innecesarias, un padre se vio obligado a usar a su pequeño como la solución que acabaría con "él" problema, la luna llegó a su punto más alto, tantas feromonas hicieron que los vampiros desearan salir a cazar, parecia que sería una noche de caza extensa, pero... 

Elena: Saldrás a cazar..?

Zaira: Mmh

Elena: No quiero que sigas matando lobos, tu padre era uno, al igual que tu abuelo y yo, no comerás más lobos verdad cariño..?

Zaira: Ya no me gustan

La loba mayor sonrió de lado sin evitar sentir alivio de que sus palabras al menos fueron escuchadas, aunque sabía que no era por ella esa decisión, esa media sonrisa pícara provocó que la vampireza salga de la cocina, donde ahora si encontró comida apetitosa que llevarle a su nueva ¿amiga?...

Tomó las manzanas y unas galletas horneadas por su abuela e inició su camino hasta llegar a un cuarto sin ventanas, fue a despedirse para luego salir a cazar cuando su olfato captó un aroma que la guió hasta la puerta que ya conocía de memoria, creyendo que quizá algo andaba mal se apresuró a abrir la puerta casi tumbando esta, al entrar vio a la joven loba en una esquina abrazándose y con la cabeza agachada, cuando la vampireza se adentró descubrió que ese delicioso aroma provenía de la mujer que tenía frente a ella, sosteniendo con más fuerza la bolsa y la bandeja pequeña de galletas se acercó hasta tomar el rostro de la loba que hasta ese momento no había levantado su cabeza para mirarla, dejó la comida a un lado para contemplar un rostro ruborizado y unos ojos llorosos suplicantes.

Sin necesidad de hablarse la mujer de ojos cenizos tomó a su contraria en un abrazo y hundiendo su nariz en el cuello de la loba quien soltó un pequeño suspiro al tener a alguien tocando una de sus áreas sensibles. No se acuerdan en que momento exacto ocurrió pero una de las dos ya estaba lamiendo el cuello contrario y la otra acariciaba la cintura de quien tenía encima.

Por un momento de cordura la vampireza se alejó y observó con temor a la loba.

Zaira: Esto está mal - dijo con una respiración entrecortada -

Irina: No lo está..

Zaira: Tu eres mi

Irina: No lo soy..

Zaira: El lobo negro.. Él

Irina: No es mi padre.. Lo único que soy de ti es... tu prisionera..

Zaira: Tu madre..

Irina: Te contaré todo por la mañana, lo juro -intentó acercarse pero fue detenida por una mano contraria-

Zaira: No, yo.. No puedo

Irina: No lo entiendo.. Me estas rechazando..?

Zaira: Qué..?

Irina: No me hueles..? Soy tuya.. Eres mía.. - lo dijo con una voz entrecortada y con lágrimas en los ojos-

Zaira: No entiendo

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 13, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Quiero Ser LibreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora