SESSHOMARU
Estar en sus brazos me hace sentir bien, pero no completo.
Kagura, está recostada en la cama, desnuda. La contemplo sentado a su lado. Su cabello corto, su piel pálida y ese bonito tatuaje en forma de araña que tiene en la espalda, la hacen ver muy linda.
Anoche, mientras la tenía entre mis brazos, mi mente comenzó a fantasear con otro cuerpo, otro rostro, otra sonrisa, y otra esencia. Estaba asustado, nunca me había pasado algo así: imaginar a alguien más a la vez que estoy en la cama con mi novia.
Estos sentimientos cada vez más me torturan, quisiera arrancármelos y ya no sentirlos, pero cada día que pasa mantengo mis nervios y mi amor bien escondidos.
Deambulo por la habitación. Mi reloj de pulsera, marca las nueve con quince minutos, es temprano por la mañana. Kagura se nota cansada y al parecer aún no despertará, así que bajo a la cocina, preparo el desayuno para ambos, escucho las noticias mientras hago café. Desde que regrese del extranjero, una sensación extraña se incrustó en mi ser, y esta me decía que tenía que verla, a Rin. Me angustia porque creí que podría superarlo, pero no fue así. Decidí alejarme enseguida que sentí que podía ser una molesta para ella, aunque no funcionó. Continuamente había algo que nos hacía permanecer en contacto y regresar a estar juntos. Hace tiempo empecé a sentir deseo, un deseo que no conseguía saciar. No, un deseo, no. Es más que desear su físico. Es ella, es su manera de ser. Rin, es tan tierna cada que acaricia a los cachorros o cuando se preocupa por todos. Rin es más que solo un cuerpo, es mi hogar. Aquella noche en su casa quise confesárselo, hablar claro de mis sentimientos. No soy muy bueno con las palabras; sin embargo, quería que supiera lo que siento. Algo en su actitud y mi inseguridad por perderla para siempre me llevaron a no contarle nada.
En quedarme callado.
No quiero que me rechace y me aleje de su lado. Eso sería algo que no soportaría.
—Huele muy bien —La voz de Kagura me saca de mi reflexión.
—Ven, toma asiento —La ayudé a sentarse en la mesa —Te hice esta taza de café.
—Merci, mon amour —Contestó besando mis labios.
Hace un año que empecé una relación con Kagura. Rin no sabe de esto, quizá lo oculto de sus ojos para no alejarla de mí. Lo que sentía por Kagura era algo muy intenso, una pasión que desbordaba mis pensamientos, pero cuando conseguí saciarla esta dejó de ser atrayente. Debo decirle lo que sucede conmigo, también tengo que hablar con Rin, aunque ya sé muy bien la respuesta.
Saber de su orientación sexual (no confirmada) solo me hace estar en la incertidumbre, aunque ella es alguien que no se inmuta si se trata de mí.
—Iré al trabajo en una hora y media más tarde.
—Está bien, yo me quedaré aquí, trabajaré desde casa —Contesté tomando un trozo de manzana con el tenedor.
—Bien, iré al trabajo, pero Sesshomaru ¿No te gustaría acompañarme?
Volteé a verla, estaba sujetando mi brazo izquierdo. Quería deducir qué es lo en realidad quiere, pero no pude.
—No puedo, estaré ocupado. Tengo cosas que resolver, he descuidado mi trabajo —Me giré hacia la televisión.
—Entiendo —Sentí como su agarre se hizo más suave hasta que el tacto se hizo inexistente. —Iré a ducharme —Se levantó rápidamente de su lugar.
¿Debería ir con ella? ¿Debo aclarar las cosas o solo necesito seguir con esta farsa algún tiempo más? El agua de la regadera cae incesante, el cuarto de baño estaba lleno del olor del jabón y champú.
Corrí la cortina de vidrio y me adentré en la regadera junto con Kagura. Ella me sonrió y me sujetó del cuello.
—Lamento que nuestra relación tenga que ser secreta —Besé sus labios, mordiéndolos y acariciando sus muslos.
—Está bien, no importa —Contestó aferrándose a mi boca.
No tardé más, nuestros besos se hicieron salvajes. Las caricias que nos brindamos aumentaron nuestras ganas de poseernos.
En unos segundos ya tenía a Kagura con su espalda contra los azulejos y sus piernas rodeando mi cintura. Tener sexo en la regadera es algo que muy pocas veces pasa entre nosotros.
Ella besó mis labios amorosamente antes de marcharse a su trabajo.
No era el momento, no obstante, este llegaría y tendré que serle frente. Hablaré con Kagura de lo que realmente siento.
Le diré que entre nosotros ya no debe haber nada más, que esto ha terminado, y una vez eso pase, correré directamente a mi hogar y le declararé mis sentimientos, y muy probablemente me romperá el corazón, pero estoy dispuesto a sufrir por amor, si es ella, si es Rin quien me lo rompe.
Gracias por leer ♥️🌙
ESTÁS LEYENDO
NUESTRA MELODÍA
FanfictionUna amistad que nació por historias de vida similares; sentimientos confusos y acciones bastante cuestionables. Sesshomaru, un hombre atractivo que acaba enamorado de su mejor amiga. Rin, una chica sencilla y lo suficientemente llamativa, termina co...