SESSHOMARU
Observo a la pareja de enfrente, parecen enamorados con su manera de tomarse de las manos y los toques sutiles que se hacen. ¿Rin tocará de esa manera a sus amantes? ¿Acaso ellos sentirán este deseo que siento por ella? ¿Este amor? Este sentimiento lo único que ha hecho es arruinar mi estabilidad mental, Rin ni siquiera lo sabe, pero mi amor por ella me ha llevado a ser impulsivo y arriesgarme a hacer cosas que jamás creí hacer.
La pareja de enamorados se ha levantado para irse, los observo irse tomados de las manos hasta que se pierden por las puertas.
Cherry, es un bar bastante sencillo, su decoración es rústica y los candelabros alumbran perfectamente el sitio. La música en vivo que no es más que jazz me hace perderme en mis pensamientos. Los meseros van de aquí para allá con los pedidos y yo me limito a ordenar, Rin aún no llega.
«Rin no ha de tardar».
Estoy impaciente mirando por todos lados excepto a la entrada, no quiero mirarla aún. Me siento avergonzado por las últimas palabras que le dirigí antes de abordar el avión.
Quizá si no me hubiese precipitado, en este momento yo estaría proponiéndole algo similar a lo que dije cuando me fui.
-Hola -Mis ojos se posan en los suyos rápido.
Su belleza opaca todo alrededor, con su vestido rosa y sus tacones oscuros.
-Hola -Contesto apenas con un susurro.
Me levanto para arrastrar la silla para que se siente.
-Es bonito -Dice, mirando para todos lados -La última vez que vine era navidad.
-¿Pasaste navidad en un bar? -Pregunto curioso.
-Nada de eso, vine antes de medianoche, solo eso.
Su fragancia a vainilla llega a mis fosas nasales.
-¿Qué quieres de tomar? -Hago un ademán para que el mesero se acerque.
-No lo sé, ¿Tú qué tomas? -Se acercó a mí para ver qué era lo que contenía el único vaso que tenía en la mesa.
-Es agua -Su cercanía me puso nervioso, pero ella ni siquiera lo nota.
-Yo quisiera vino tinto, por favor.
Una vez solos, ella comenzó a tararear la música que se reproducía en el restaurante.
-Te noto feliz.
-Cómo no estarlo, si has vuelto -Expresa animada.
No digo más nada, solo me dedico a observarla; trae puesto el collar que le envié hace unos meses, ese atuendo me es familiar -Rin -Ella me mira -El vestido...
-¡Oh! Sí, es el que me regalaste hace tiempo -Contesta sonrojada.
-Te ves linda -Ella aparta la mirada de mí.
Su gracias me pareció melodioso y familiar, y es que estar a su lado me confirma lo que hace tiempo llevo pensando: ella es mi hogar, bien dicen: el hogar no es un lugar, sino un sentimiento.
-Cuéntame todo Sesshomaru.
-No hay mucho que contar, Rin.
Y dándole un trago a su bebida, dijo-Bueno, entonces qué quieres que yo te diga.
-Cuéntame todo -Dije con una media sonrisa.
Su risa resonó y comenzó su relato.
Conforme las horas transcurrían, note como en cada historia diferente, Rin pedía más alcohol.
Algo mareada alejó el mojito que acababa de beber.
-Creo que estoy borracha -Dijo sonriente. La sujeté del brazo, ella se aferró fuerte a mí. Al salir del restaurante, Rin volvió a hablar: -Vamos a mi casa -Arrastraba las palabras al hablar. El indicio de que está ebria.
-Recuerdas que ahí están las personas con las que trabajas.
Ella hizo un puchero y dijo desanimada: -Ya sé -Los pocos segundos que paso en silencio me hicieron aprovechar para verla: sus ojos estaban brillantes y más despiertos. El alcohol le provocaba una emoción casi ficticia. -Vamos al mirador -Propuso.
Conduje hasta el mirador, durante el camino ella solo iba buscando una canción en la radio. Aburrida desistió y siguió mirando por la ventanilla.
-Quiero decirte algo antes de que bajes del auto -Me detuvo de abrir la puerta.
-Dime.
-Bueno, no sé cómo comenzar -Bajó la mirada a sus tacones -Sesshomaru, sé que tu regreso tiene que ver conmigo, y déjame decirte que me halaga, por eso creo que llegó la hora de ser sinceros -Me acomode mejor en el asiento y prestando más atención, continuo: -No siento lo mismo que tú, Sesshomaru -Esas palabras resonaron fuerte y me llegaron directo al pecho, como un golpe. Tenía la impresión de que quizá su borrachera había sido algo a propósito. Ella no deseaba enfrentarme estando sobria -No es justo que te engañe, sabes que siempre te hablaré con la verdad y no solo lo bonito, también quiero que sepas que comencé una relación con un tipo -La miré extrañado. El silencio se prolongó, no quería seguir hablando de esto, sin embargo, prosiguió -Su nombre es Suikotsu.
Esa noche Rin y yo no salimos del auto, simplemente estuvimos adentro, sin nada más para decir. Ella ya no siguió haciendo preguntas y yo ya no tenía ánimos para seguir hablando.
-Aquí es -Me estacioné despacio entre dos autos -Gracias por traerme -Sus palabras eran apenas audibles.
-No hay de qué -Su silencio la delató, sabía que quería hablar -Dime, Rin.
-No es nada -Pero unos cuántos segundos más ella siguió: -Por favor, dime que nuestra amistad no acabará.
Acerqué mis manos a las suyas y susurré: -Ni en un millón de años -Su fragancia a vainilla me hipnotizaba, quería besarla. Quería, pero no lo haría, no a menos que me lo pida -Ahora entra, es tarde -Dije.
-Sí.
Vi cómo se despedía de mí al encender el auto y seguir con mi camino.
Esa noche estaba sufriendo, me dolió como nunca lo que Rin me dijo; es cierto que no me lo esperaba, lo sabía, pero...
Tal vez me ilusioné creyendo que cuando volviera todo seguiría igual y que ella aceptaría salir conmigo, cuando en realidad ella está más enfocada en otras cosas, en otras personas.
Gracias por leer ;)
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NUESTRA MELODÍA
FanfictionUna amistad que nació por historias de vida similares; sentimientos confusos y acciones bastante cuestionables. Sesshomaru, un hombre atractivo que acaba enamorado de su mejor amiga. Rin, una chica sencilla y lo suficientemente llamativa, termina co...