Dos chicos de 6año en Hogwarts comienzan a conocerse el uno con el otro.
Una linda Hufflepuff mestiza con un arrogante Slytherin sangre pura.
¿La vida les dará una oportunidad para que ambos puedan amarse mutuamente y arreglar heridas del pasado o s...
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Luego de retomar algunas clases y de saludar a varios compañeros que extrañaba, me dedique a ir hacia la biblioteca para realizar las variedades de tareas que habían hecho en estos meses.
Mi método sería no tomarme ningún mínimo descanso y si me los tomaba seria de 5 a 10 minutos como máximo, sabía que esto me estresaria mucho más de la cuenta pero debo terminar mi último año así que tengo que hacer todo sin protestar o emitir alguna mínima palabra.
-No sabia que ya habían visto como hacer un patronus en DCLAO, tendría que hablarle al profesor Lupin para saber como hacer el mío.. -hable sola por un rato hasta que oi una voz detrás mío haciendo que me de media vuelta-.
-Así que hablando sola, te voviste loca Emerson. -El rubio solo se río y se sentó a mi lado-.
-¿Qué quieres Malfoy? ¿Vienes a molestar? -Rodé mis ojos para luego volver al libro-.
-No tengo la necesidad de perder mi tiempo molestandote a ti.
-Entonces vete, ¿qué esperas? ¿Que te mande una lechuza diciendo "no me molestes"?
-Ja ja, que graciosa. -Respondió con ironía-.
-Y tu eres insoportable ¿ya te lo habían dicho?
-¿Crees qué me importa?
-Me da igual si te importa o no, ahora si me disculpas me voy a otro lugar porque tu presencia solo me distrae de mis estudios.
-¿Es mi presencia la que te distrae o es mi hermosura que deleitan tus ojos? -sonrió con superioridad-.
-Mm.. ¿sabes? La poesía te vendría muy bien, quizás alguien te la tome en cuenta.
-Oye olvidemos esto, vamos a mi habitación y yo te ayudo a retomar lo perdido ¿gustas?
-Prefiero reprobar todo a que ir a tu asquerosa habitación.
-Ya chiquita, olvidemos todo tipo de diferencias. -tocó mi mejilla-.
-Chiquita la que te cuelga entre las piernas Malfoy, y no, yo no olvidare nada. -saqué su mano y me di la vuelta dispuesta a irme del lugar-.
-Eso no dijiste cuando lo hacíamos.
-Creeme que si no lo dije fue para no hacer que te avergüences de tu pequeño palito. -hice un pequeño puchero sarcástico-.
-¿Así que andamos graciosa? Sabes, tus palabras no duelen para nada.
-¿Y crees qué las tuyas lo hacen? Haberme ido de tu lado fue la mejor cosa que me paso en la vida.
-No puedes vivir sin mi y eso es claro, no hace falta que lo digas para notar que estás locamente cegada por mi. No puedes olvidarme Emerson, y eso esta más que claro, linda.
Sin decir ni una sola palabra más solo me di la vuelta para poder irme de ahí tan rápido como pude.
Al llegar a mi sala común solo entre y fui rápido a mi habitación, cuando abrí esta solo me encontré a las tres personitas que más quería y necesitaba ver en este momento.
Ahí estaban, ellos tres, Adrian sonriéndome y los pequeños dormidos sobre mi cama, se veían tan tiernos.
-Hola mis amores, ya los estaba extrañando. -Sonreí y me dirigí hacia ellos para darle un pequeño abrazo a Adrian y luego unos besitos a Scorpius y Aeris-.
-Hola preciosa. -sonrió-.
-¿El primer día fue cansador? Puedes dejarlos aquí si es que quieres, no estás obligado a cuidarlos.
-Oye, tranquila, ellos están bien.
-¿Y tú? ¿Cómo estás?
-¿Yo? Solo ando extrañandote demasiado, la casa esta muy vacía sin ti. -me abrazo por la cintura e inundó su cara en mi cuello-.
-También te extraño, pero les prometo que el año pasará demasiado rápido y ya me podré ir de aquí.
El castaño comenzó a dejar castos besos en mi cuello a lo que yo solo sonreía y jadeaba repentinamente.
-¿Te parece unos hermanitos para los gemelos? -siguió dejando un camino de besos-.
-Me parece que no, los gemelos son unos bebés recién nacidos y yo ya no necesito otros dolores como los que sentí por un laargo tiempo. -comente remarcando un poco la A en el "largo"-.
-No lo negaste, solo dijiste que ahora no es el momento, eso quiere decir que si quieres que te de hijos. -levantó sus cejas de forma coqueta-.
-Mm... No, no quiero más hijos Adrian, con Scorpius y Aeris ya estoy más que satisfecha.
-Eso fue cruel. -hizo un pequeño puchero que me hizo sonreír-.
-Ya encontrarás a esa chica que te vuelva realmente loco y te de los hijos que tu y ella quieran, solo espera.
-Que mal que esa chica no seas tu.
-Adrian, ya hablamos de esto, por favor dejemos de tocar el tema. -suspire algo cansada y me acosté a un lado de los gemelos-.
-Ya, esta bien.. Ya hay que dormir, dormire en el sofá.
Le regale una cálida sonrisa que el correspondió y me acomode a un lado de los gemelos para poder dormir junto a ellos plácidamente.
