•CAPITULO 3•

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> NARRA YOONGI

- De nuevo.- Me ordenó.

Comence a hacer lagartijas de nuevo, había comenzado mi entrenamiento físico, en las mañanas me ejercitaba y en la tarde era puro papeleo.

- ¡Min! Haz 20. -Me ordenaron, Las hice.- Otras 20.- de nuevo, las hice.- Otras 40.- y de nuevo, las hice.

Aquél hombre era muy agresivo y estricto, era el líder de los de nuevo ingreso, se apellidaba Mendez o algo así.

- Descansa 10 minutos.- Exclamó Mendez.

Me acerqué a las bancas, me senté y todos me miraban incómodos, sí, lo sabía, aun no encajaba. Pero no era para tanto, pareciera como si no quisieran que les contagiara algo. Tomé agua y descansé un poco, los maestros de aquí pensaban en darme algún extra. ¿Que mierda era eso? Todo lo que sabía era que tenía que aguantar. Después de una hora, me dirigí hacia las duchas, caminaba hacia mi ducha privada en la esquina cuando de repente un chico latino se interpuso en mi camino.

- Disculpa.- Le dije.

Trate de esquivarlo pero se puso en medio de nuevo, cerré mis ojos y los abrí con fuerza.

- Muevete.- advertí.

- ¿Qué dijiste niño bonito?

- Dije que te movieras.- Exclamé.

Soltó una risa y me dejó pasar. Los prisioneros ni siquiera eran tan engreídos, tal vez por que sabían de lo que yo era capaz. Sacudí mi cabeza mientras me dirigía de nuevo a la ducha y cerraba la puerta. Era genial tener una ducha privada donde nadie te mire, me quité la ropa y me duché. Puse el uniforme en la esquina, era una camisa azul marino con un pantalón negro, bueno, por lo menos era mejor que el uniforme de prisión.
Tomé una larga ducha y me vestí, tomaría un descanso en mi habitación, unas dos horas no me vendrían nada mal. De repente...
me detuve, escuché algo fuera. No sería facil vivir aquí supongo. Tomé un respiro, bueno, aquí voy. Abrí la puerta y me atacó un chico caucásico, perdí mi equilibro y ambos caemos al suelo, moví mi cabeza esquivándolo y él golpeó el suelo, entonces lo golpeé justo en la cara.

Vi algo detrás de mi, me levante rápidamente y me alejé, sólo eran personas que fueron a ver qué había pasado. Miré alrededor y ví a otro sujeto.

- ¿Qué pasa aquí?.- Dijo aquél sujeto llamado Richard Bright en cuánto entró.

Era un milagro que recordara su nombre, sus ojos cafés penetrantes me hacían casi temblar, y eso no era algo normal.

- Recoge a Henderson, Carlos.- Le ordenó Richard a su colega. Me miró mientras yo estaba de pie así sin parpadear.

- ¿Quieres saber las consecuencias de agredir a tus compañeros Mahone?.- Me dijo.

- ¡El me agredió primero!.- Exclamé.

- ¡Pero tu tenías antecedentes penales!, Tienes suerte de que aún así te dejemos entrar Yoongi...- Contestó.

Me quedé sin palabras, no era capaz de hablar, miré como se alejaba de ahí aquel sujeto, tenía sangre por su rostro. Mhmm...

- Min.- Me llamó.

Salió de ahí, supongo que quería que lo siguiera. Todos me miraban y yo les regresaba las miradas, salí de mi habitación siguiéndolo, luego entré a una sala donde varias personas de altos rangos comenzaron a entrar.
Oh diablos...

Todos me hablaron y me leían criterios acerca de que no me comportara como el criminal que fuí, como ignorar gente que no me agradaba, como actuar en silencio, como ser un mejor hombre que sé que podría lograr ser.
Finalmente, me enviaron a una especie de "detención". Aquél pequeño cuarto estaba en medio de la nada en aquella instalación, aunque no se parecía nada a la prisión, debí saber esto antes, bueno debí imaginarlo. Entré y cerraron la puerta por detrás de mi, estaría aquí por tres días. ¡Wow! Las consecuencias aquí costarían, tenía que ser el niño "bueno" desde ahora.

Me Enamoré De Un Criminal.- Yoongi & TN. (SEGUNDA TEMPORADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora