CAPITULO VEINTE

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Había pasado ya dos semanas desde el funeral de Mads, Nazareth salía de vez en cuando al jardín donde Mads y ella se sentaron alguna vez. Miraba los árboles y volvían sus lágrimas, aún no podía creer que Mads se había ido de este mundo y no le había dado la oportunidad de corresponder sus sentimientos y el te amo que había gritado al momento que la llevaban.

Saraí estaba a lado de ella y le entregó su almuerzo Nazareth miró el balde con comida y empezó a comer desesperadamente, su apetito aumentaba cada vez más y su hambre era constante hasta que sintió su estómago doler y se levantó para correr a vomitar pero terminó en el pasto vomitando todo lo que había comida.

Saraí llamó a más gente para ayudarla, había ocurrido con las otras comidas que había hecho durante la semana pero Nazareth parecía pálida pero ella decía cada vez se negaba más por la comida que rechazaba su estómago.

Nazareth estaba siendo levantada de pasto y sudaba, su rostro estaba pálido Saraí se acercó y miró que tenía fiebre.

—Vamos llévenla a su habitación y llamen a la doctora.

Los demás obedecieron y ayudaron a Nazareth a ir a su habitación, mientras tanto Saraí llamó a la doctora y ella contestó que iría rápidamente, dudo por un momento llamar a Taiju pero se molestaría más si no le informaba lo que había pasado  así que volvió agarrar el teléfono para esta vez llamar a Taiju Shiba.






Nazareth miraba borroso y cada vez sudaba más, su cuerpo se sentía cansado y miraba por todas partes hasta ver a Saraí junto con la doctora que hablaban, Nazareth no podía escuchar bien así que alzo su mano como podía para llamar a Saraí ella lo notó y se acercó rápidamente agarrando su mano, Nazareth no hablaba pero miraba a Saraí que estaba a su lado y la sostenía fuertemente, Nazareth se sintió tranquila sintiendo su agarre que cerró los ojos y durmió profundamente.








El ruido de el balde de agua despertó a Nazareth poco a poco abría su ojos para después ver qué era Saraí que exprimía la toalla, Nazareth sonrió y se alivió al verla pero al voltear hacia la ventana para ver la luz del sol Taiju estaba sentando pareciendo que esperaba que despertara.

—Déjanos solos.—Habló y Saraí dudo pero Nazareth la miro con señal de que salga para que no la regañaran y ella obedeció dejando todo lo que hacía.

Taiju se levantó y Nazareth se acomodo en la cama pero Taiju se sentó a un costado de ella, no se habían visto desde el funeral de Mads y si fuese así ellos solo cruzaban miradas como siempre Taiju ignoraba la presencia de ella estando en casa.

Nazareth arreglo su cabello que estaba revuelto y miraba su manos esperando que el hablara. Taiju seguí mirando al frente sin notar los movimientos de Nazareth hasta voltearla ver y darse cuenta que ya no se tomaba la molestia de mirarlo aunque sea mientras el estaba distraído, Nazareth ya no lo miraba y eso lo enojaba.

—¿Sabes por que estas así?—Nazareth negó sin mirarlo.—Estas embarazada.

Nazareth alzo la mirada y esta vez Taiju la miraba fijamente, pero mantenía su mirada que siempre le hacía.

—¿De...de verdad?—sonrió, tendría un bebé.

Taiju miraba su sonrisa y cómo sus manos se posaron en su vientre, tendría por primera vez un hijo Justo como el había querido y por lo que Nazareth estaba a su lado.

—Si, tienes dos semanas.

—Dos semanas.—Sonrió.

Nazareth estaba feliz tendría un pequeño que cuidaría y amaría, jamás imagino que estaría en esa situación donde su felicidad regresaría, había notado el cansancio pero desconocía todo esto pero ser nueva en eso le asentaba tan bien que ella sentía burbujas.

—Un bebé.—se abrazó así misma volviendo a sonreír.






Taiju había dado indicaciones que la doctora recomendó para el cuidado de Nazareth, aunque ella seguía ignorándolo pero le hacía pequeñas preguntas pero sin mirarlo. Su molestia crecía más que decidió ir a la oficina antes de alterarla con sus disgustos.







—Para que mierda necesitas a la esposa de Taiju Shiba.—Exclamaba furiosa Candy mientras caminaba en círculos.

El abogado se mantenía serio mientras seguía con la miraba los movimientos de Candy y abría el sobre del testamento de Mads Dibenetto.

—Su padre en su testamento puso el nombre de la Señorita Nazareth Russo y de usted, pero necesito que ella esté presente como parte de los beneficiarios.

—Pero ella no es nada de mi padre y yo soy su hija, entienda que ella era nada más si paciente.

—Lo siento pero mientras ella no esté no leeré el testamento.—El abogado se paró para recoger todas las cosas que él había puesto sobre la mesa dispuesto a irse.

Candy había recibido una notificación de Instagram de Yazuha Shiba donde decía "¡Voy hacer tía! Pequeño Shiba en Camino"
Candy miró la fotografía y Yazuha estaba en la ciudad junto con Nazareth, se había enterado que Nazareth estaba embarazada y en ese momento una sonrisa se formó.

—Gracias papá.—Murmuró.—Señor Hobbes, no se preocupe. Llamaré personalmente a la señorita Russo para el testamento.









—¡Waa! Me harás tía por fin.—Brincaba de emoción Yazuha, había llegando en cuanto Taiju le aviso y eso le sorprendía mas ya que Taiju le aviso de su embarazado.—Tenemos que ir de compras para el bebé, cuna, pañales y mucha ropa, también la habitación.

—Jaja tranquila Yazuha, apenas llevo dos semanas. Bueno eso me dijo tu hermano que menciono la doctora.—Sonrio.

—Pero hay que tener todo listo para cuando llegue mi sobrino, oye Hakkai te manda muchos saludos.

—Eso lo dudo, el pensaba que era mala idea casarme.

—Déjalo, tiene corazón de pollo.

Ambas chicas pasaban el rato riendo y se sentía bien, Nazareth ya no se sentía sola y la ausencia no se había presente como muchas veces.

—Me enteré lo que le pasó al señor Dibenetto, vaya, el era un buen hombre.

—Si... lo se.—Yazuha noto la mirada de Nazareth y sospecho que algo había pasado.

No quiso cuestionarla así que solo volteó la mirada y quiso olvidar lo que pensaba.




A la mañana siguiente Taiju junto con Yazuha y Nazareth comían en el jardín mientras Yazuha contaba cómo le había ido en la colección de aniversario de Coco Chanel y en el desfile de modas en Italia. Nazareth escuchaba que las clientas preguntaban por ella y extrañaban el estilo que hacía en los diseños aunque la mayoría era de Mitsuya. Taiju comía en silencio mientras escuchaba hablar a las dos chicas hasta que el timbre de la casa sonó. Nazareth miró a Saraí preguntando con la mirada si esperaba a alguien pero ella negó hasta que entró un guardia pero atrás de él estaba Candy Dibenetto.

—Candy, no te esperábamos.—Se levantó Taiju.

—Perdón por venir de sorpresa pero vi en Instagram que Yazuha llegó.—Sonrió acercándose a Yazuha para abrazarla.—¡Te extrañe!

Yazuha miraba extraño el gesto de Candy ya que ella siempre la había tratado tan fríamente cuando se veían en la casa cuando iba de visita.

—Eh si... yo igual.

Nazareth se mantenía callada y miraba la escena hasta que Candy se separó de Yazuha y miró a Nazareth.

—Nazareth, querida. Necesito hablar contigo.—Sonrio.

Nazareth miró a Yazuha para después mirar a Taiju.

—¿Para que necesitas a Nazareth?—Pregunto Yazuha extraña.

—Bueno, resulta que quería que leyeran el testamento de mi padre pero resulta que la Señora Shiba estaba ahí y no pueden leerlo sin ella presente ¿Que les parece?

Taiju miró a Nazareth y ella a el, Nazareth no sabía que pasaba pero su corazón presentía que nada estaba bien.

Hurt Me And You'll Understand // Taiju Shiba x OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora