Nazareth llego a la gran mansión donde ella se quedaría los siguientes días mientras el viaje de negocios terminara, miró al rededor y todos le dieron la bienvenida y la saludaron, ella se sentía agradecida con todos de ser amables pero se dio cuenta que tan pronto se presentaban se iban al grado que todos los empleado se fueron y ella se quedó con los guarde espaldas, ellos solo miraba atentos a los lados mientras Nazareth suspiraba y empezó a caminar hacia la habitación que habían preparado.
Al llegar sus pertenecías estaba perfectamente guardadas, la habitación era enorme y espaciosa para una persona, miró que solo estaba su ropa en el lugar, ella volteó a ver a la mucama que estaba parada atrás de ella.—¿Y la ropa del señor Taiju?
—Oh señorita, el señor duerme en otra habitación. El ordenó que le preparemos esta habitación para su nueva esposa.—Dijo amablemente.
—Entiendo...—Nazareth miró los pequeños frascos de cristal llenos de líquidos de loción, Chanel, Gucci y otras más que eran muy reconocidos por qué ella iba de apoyo a los desfiles de cada uno de ellos.—Disculpa...
—¿Si?
—¿Las... otras esposas dormían aquí?—Nazareth miró a la mucama y ella solo aclaró la garganta.
—Señorita, no estoy autorizada en decir eso pero... han pasado muchas mujeres aquí, pero usted es la última, nadie había echo un preparación tan especial para alguien, no desde que la madre del señor falleció.
Nazareth miró hacia la ventana y muy lejano había una reja.—¿Que es esa reja?
—Es el cementerio de la familia Shiba, todos los Shiba de la antigua generación son sepultados ahí.
—Ahi está mi madre*
—Si, ella está ahi Señorita.
—Podrías cortarme unas cuantas flores, quisiera llevarles una como muestra de bienvenida.
—Claro que si, señorita. Le dire al jardinero que corte algunas rosas.
Nazareth suspiro y miró a su alrededor, no sabía cómo había imaginado su vida a lado de Taiju, pensaba que podría ser un poco feliz pero la soledad volvía asomarse en su vida.
"Jane Kire Shiba" estaba pulido en la lápida que estaba lleno de polvo y mucha tierra seca a su alrededor pero era la única lápida que estaba fuera de césped. Nazareth acomodo las flores en la tumba y solo rezo un poco.
—Madre, quisiera que me dieras tu bendición para poder ser parte de tu familia. Espero ser una buena esposa y ser una buena hija para usted. Respétate mis votos matrimoniales y pronto tendrá nietos hermosos que la amarán aunque no lleguen hablar y serán felices, espero igual que...
—¿que crees qué haces?—Nazareth volteó rápidamente y Taiju la miraba, el venía con otro traje y esta vez era todo negro, sus hombres miraban callados.
—Yo... bueno, vine a dejar unas flores por que pensé que podía, lo siento si te molesto yo solo quería traerle un detalle a tu madre.—Nazareth agarro el garrón de agua y se paró rápidamente.
Esperaba algún regaño pero ella miró a Taiju que solo se dio la vuelta y camino hacia sus hombre.—Otro día solo dile al jardinero que ponga las flores, te resfriarás y sería una molestia.
Taiju camino y salió del lugar junto a sus hombre, Nazareth lo miró irse con una sonrisa y camino contenta hacia la mansión.
La noche había caído, la gente servía la cena mientras Nazareth bajaba los escalones de madera miró que los sirvientes estaban parador firmemente, Nazareth miro la mesa y solo había un juego de cubiertos colocados en la mesa.–¿Y el señor Taiju?
Saraí la primera dama de compañía de Nazareth se acercó.—El señor salió a ver a la señorita Candy.
—¿A quien?—volteo a ver Nazareth.
—Es la señorita Candy, es la hija del señor Dibenetto.—Mencionó Saraí.
—Entiendo.—Bajo la cabeza Nazareth, no pensó que su noche de bodas fuera así pero Yazuha le había dicho que Victoria era la primera prometida de Taiju y su primer gran amor.
—Bueno yo... no quiero cenar Saraí. Vayan a descansar todos.—Lo dijo con un tono apagado.
Saraí y los demás no protestaron y retiraron todo de la mesa, Nazareth miró su anillo y solo suspiro, era apenas su primer día de casada y estaba sintiendo la infidelidad pero ella miró que Taiju colocó un cuadro enorme en la sala principal de su fotografía de bodas, pensaba Nazareth qué tal vez la quería un poco y que solo fue por un asunto de negocios como el decía.
Nazareth vio que todos los empleados fueron a descansar y ella empezó a subir las escaleras de madera hasta que escuchó la puerta abrirse, miró hacia atrás y era Taiju empapado por la lluvia que estaba haciendo en el lado de la ciudad.
—Dios, Taiju.—Bajo corriendo Nazareth quitándose su bata de dormir y cubriendo a Taiju.—Cariño estás todo empapado, te traeré una toalla.
—No, solo quiero ir a mi habitación.—Taiju empezó a subir las escaleras mientras Nazareth lo seguía atrás de el.
Iban en la misma dirección que los sentía incomoda, miraba hacia el piso y pensaba que su noche de bodas no iba hacer como lo había imaginado, hasta que Taiju se paró de volteó a verla.—¿Se te ofrece algo más?
Nazareth tenía las mejillas rojas y se sentía avergonzada, alzo la mirada y se acercó a Taiju.—Yo pensaba qué tal vez podría...—Se sentía tonta, mordía sus labios y sabía que la mirada de su esposo la intimidaba.—Pensé podríamos dormir juntos, como nuestra noche de... bodas.
Taiju no decía nada solo miraba como ella esperaba una respuesta, pensó por un momento que ella estaba siguiendo lo mismo que sus esposas.
—Descansa.
Taiju solo abrió la puerta de su habitación y cerró, Nazareth se había quedado en el pasillo con la manos temblando y sus mejillas rojas, se sentía muy tonta en proponerle acostarse con el y menos cuando el no siente nada por ella.Nazareth dio vuelta para empezar a caminar y volteó a ver a la puerta de nuevo con la esperanza que el salga pero no, todo era silencio, así que ella camino rápido antes de que la ama de llaves apagara las luces completamente.
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Hurt Me And You'll Understand // Taiju Shiba x Oc
RomansLa palabra amor metía en muchas dudas a Nazareth Russ, una chica que vivía un infierno con su padre y hermanos que ellos la había privado de toda libertad desde su nacimiento desconociendo el mundo y las personas, hasta que conoce a Taiju Shiba, un...