Hurt Me And You'll Understand // Taiju Shiba x Oc

CAPITULO TREINTA

Nazareth no había vuelto a ver a Taiju después de que lo dejó en su habitación, regreso unas horas después y ya no había nadie pero los platos estaban limpios y su refrigerador estaba de nuevo lleno, Betty le había dicho que toda la despensa la había traído otros hombres y ella pidió explicaciones pero ellos no respondieron.

Nazareth estaba avergonzada por todo esto pero no podía retroceder ahora tenía que superar todo eso y lo más seguro era que Taiju había regresado a su hogar con la persona que realmente quiere y ella debía seguir con su vida y olvidarlo para siempre.

—Será una pequeña fiesta en el vecindario, es el cumpleaños de mi amiga Linda y quiere festejarlo en grande, me dijo que te dijera.—Hablo emocionada Betty.—Vamos Nazareth, tienes que salir y divertirte, hay muchos muchachos guapos qué tal vez te puedan gustar.

Nazareth negó con la cabeza mientras se reía.—Aún sigo casada Betty, ¿Quien querría andar con alguien que hace unos días apareció en las noticias como prófuga?

—Esa noticias ya tiene días y de seguro nadie se acuerda de ello, así que busca un vestido que más tarde nos vamos.—Sonrio Betty para después salir de la habitación y empezar a buscar su vestuario.

Era la primera vez que Nazareth asistía una fiesta ahí y se sentía emocionada pero a la vez algo preocupada, no sabía nada de Taiju y tampoco dejó una nota o algo por el estilo solo se fue dejando toda esa comida ahí, se sentía confundida y esperaba que el estuviera bien.

Nazareth salió del pequeño edificio y miró que toda la gente del vecindario estaba ya en el lugar, parecía que todos se llevaban bien aunque en los transcursos del día solo platicaban un poco y solo los niños salían a jugar, no entendía del todo bien algunas palabras así que solo sonreía en las conversaciones.

—Oh mira, aquí estás Ángel.—Nazareth Sonrio, había olvidado que cuando llegó se llamaba ángel para todos.—Mira ahí está la comida y puede comer lo que quieras querida.

—Si que la fiesta está muy grande Linda.—Dijo Betty.

—Bueno, es que un cliente llegó hoy a la panadería y como sabes soy muy parlanchina le comentaba de la fiesta y más que mi cumpleaños es una fiesta para todos del vecindario y ¿Que crees? Patrocinó todo.—Hablo emocionada la mujer.

—¿En serio? Por eso me sorprendía la comida lujosa, parecía de esos banquetes de la televisión.

—Si Betty, fue tan amable que se encargó de todo y fue tan considerado, a parte de que era muy apuesto. Lastima que mi hija ya se casó.—Mostró un rostro de lastima para después sonreír de nuevo.—Así que coman tranquilas y disfruten.

Betty miró a Nazareth y ella permanecía tranquila y viendo el ambiente.—Vamos por unas tartas.

La fiesta siguió y hacían juegos para los niños y llegó un payaso para hacer shows, si que el patrocinador se había lucido con la fiesta, Nazareth estaba tranquila y se reía con los chistes del payaso hasta que Linda se acercó.

–Betty, Betty, llegó el patrocinador, el hombre guapo.—Hablo emocionada.

—Oh pues ve a recibirlo mujer.

Nazareth se paró para que Betty pudiera ir con ella, sentía curiosidad de quien pero en ese momento un pequeño se le acercó y le agarro de la mano.

—¿Mamá?—Hablo el pequeño, lo nervios se le pusieron de punta a Nazareth.

El pequeño le miraba con unos ojos ámbar y su cabello un poco risado, Nazareth miró por todos lados y miró que nadie se acerca así que se acerco mas a el.