CAPITULO CINCO

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Taiju había salido furioso a fumar un cigarrillo a la azotea, sus alelados igual salieron el.

"¿Como se le ocurre a esa maldita mocosa decir eso?" Pensó Taiju.

Taiju se había casado por primera vez a los 20 años con la hija de un jefe del mismo territorio, ellos habían llegado a una alianza por medio del matrimonio para que las dos zonas más peligrosas de Japón se unieran, pero algo había salido mal para el otro jefe que Taiju se apoderó de todo dejando a la familia de su primera esposa en bancarrota. Sus demás matrimonios eran por gustos y caprichos pero después se dio cuenta necesitaba tener hijos, un primogénito que liderará la nueva generación pero sus últimas esposas se negaban a embarazarse y el prefería terminar un lazo inútil con ellas y para liberarse hacían tratos para así darles el divorcio más rápido.

Taiju miró hacia abajo y miró que "La mocosa" de hace ratos que había llegado a su lugar para cortejarlo se iba caminado con un gran abrigo rojo que le llegaba abajo de las rodillas, se dio cuenta que miró hacia atrás para después seguir caminando, Taiju se había enojado ya que no hace apenas unas horas se había divorciado de su esposa italiana para que viniera una Don nadie a cortejarlo. Había tenido un trato en donde el debería estar casado para mantener el control y procrear así a su primer heredero, no quería estar atado a ninguna mujer sólo quería un fruto de él para así seguir su legado. Pronto el dejo que su cigarrillo de consumiera y llamo a uno de sus hombre que al instante de hizo presente.—Señor.

Hablo el hombre, Taiju seguía observando cómo Nazareth se iba, pensaba "Solo la necesito para un hijo y después me divorciaré, le daré su libertad una vez más", Taiju apago su cigarrillo y suspiro.—Llama a Yazuha y Hakkai, les daremos la noticia de la nueva y última esposa.






Nazareth había después en su habitación, volteó a ver a su teléfono y eran las 7 am, esa era la hora que durante su vida con su padre se había acostumbrado a despertar, ella vivía sola en un pequeño departamento que estaba cerca del estudio de Yazuha lo rento aunque estuviera en muy mal estado pero era para no gastar dinero en autobuses o taxis, se sentía cómoda con su propio espacio y eso hacía que lo demás no importara.

Se levantó para después darse una ducha para después tomar su café con leche como todos los días y esperar la hora para que el auto de Yazuha llegara y la recibiera con nuevos planos y propuestas, Nazareth se paró en frente de las puertas del gran edificio y saludó al guardia que igual había llegado desde hace dos horas, miró su reloj y en cualquier momento el auto lujoso se asomaría pero a lo lejos varios autos de mercerdes Benz llegaban eso se significaba que Taiju Shiba estaba llegando.

Nazareth observo que los empleado se pusieron en fila para recibir el Jefe, era algo que hacía por respeto a él y su familia que se había vuelto famosa or su empresa más no por ser los propietarios de toda la ciudad.

Los autos se estacionaron y en uno de ellos Yazuha bajó junto con Hakkai pero en el momento qué vio a Nazareth fue tras ella y la abrazó, Nazareth pensaba en la advertencia de Yazuha y pensó que ella estaría enojada pero no, solo la abrazó tan fuerte que cuando se separó la arrastro hacia adentro del edificio.—¿Yazuha qué pasó?

—Nazareth, te dije que no le comentaras nada a mi hermano de lo que sentías, que no sabías lo que estabas haciendo.

—Pero... yo.

—Mi hermano hablo conmigo y me dijo que quiere casarse contigo pero eso sería un trato nada más, así como los otros matrimonios.

"Otros matrimonios" esas palabras sonaban en la cabeza de Nazareth pensando que Taiju se había casado con las otras chicas por amor pero ahora no entendía la razón.—Eh yo, bueno solo le dije lo que sentía pero...

Hakkai se paró enfrente de Nazareth y la miró serio.—Mi hermano quiere verte.

Hakkai se dio la vuelta y se fue, ignorando por completo la próxima respuesta de Nazareth, tal vez estaba decepcionado de que el ya le había advertido sobre de acercase al hombre más temido de Japón.

Nazareth asentó con la cabeza y camino hacia la dirección donde Hakkai iba, Yazuha miró como Nazareth se iba rogaba a todos los Dios de que no le pasara nada malo y su corazón no se hiera por las palabras de Taiju.



Nazareth se mantenía callada en el ascensor Hakkai tampoco decía nada y mantenía la mirada firme, se sentía la tensión en el y eso ponían aún más nerviosa a Nazareth miró de reojo a Hakkai hasta que el camino en el momento que las puerta del abrieron. Nazareth nunca había llegado a este piso del edificio ya que solo las personas importantes podían acceder y entre esas estaba Hakkai y Yazuha nada más.

Caminaron por el pasillo gris con un iluminación sería, parecía como ella imaginaba los escenarios en los grandes restaurantes donde iba ayudar a Yazuha, miró que no había ni una pista de color en el pasillo y se puso nerviosa. Hakkai se detuvo en una puerta y miró a Nazareth.—Entra y no hagas mucho ruido al caminar.

Nazareth tragó saliva y cuidó cada uno de sus paso cuando Hakkai le dijo.—Solo camina hasta el y mantén una distancia lejana a el e inclínate.

Nazareth solo escuchaba y siguió caminado hasta que sintió el tapete suave y vio que las Persianas estaban abiertas, Nazareth miró al frente e hizo lo que Hakkai ordenó, miró hacia el piso y esperó la respuesta del gran hombre que estaba en frente de ella qué tal vez notó su presencia con solo escuchar la perilla soñar.

—Levántate.—Ordenó Taiju, Nazareth se levantó como pudo, ayer había tenido toda la fuerza del mundo y la valentía para declararle pero ahora temía, temía por su vida y por lo que el hombre le haría.

Nazareth se levantó completamente y miraba sus pies que lo acompañaban con unas zapatillas sencillas que había comprado en oferta.—Siéntate y mírame cuando te hablo.

Nazareth tragó saliva e hizo lo que le indicó, miró a Taiju que traía lo ojos puestos en ella y con el ceño fruncido.—¿que pasa? Ayer te oías tan valiente y segura de ti misma, habla, parlotea como lo hiciste ayer.

La voz de Nazareth se había fugado se sentía pequeña en frente de este hombre que le ponía los pelos de punta, jugo con sus dedos y miró a Taiju.—Señor, no, no era mi intención irrumpir en su propiedad. Yo... no pensaba lo hacía y yo...

—Te propondré un trato, Nazareth Russ.—Se levantó Taiju.

—¿trató?—Nazareth aún temblaban, recordó ese momento cuando su padre y Taiju platicaban de la misma forma.

—Si, un trato muy especial e importante.—"Especial" sonaba en su mente de Nazareth.—Pero antes de eso, tendrá que firma estos papeles y cuando hayas cumplido con todo el trato te irás para siempre y jamás nos volveremos a ver, si tienes la más mínima idea de cruzar por mi territorio, te matare justo como mate a tus hermanos o mucho peor.

Nazareth se quedó en silencio, su respiración se agitó y miraba con los ojos muy abiertos a Taiju Shiba, asentó con la cabeza y Taiju camino hacia un cajón pequeño que tenía en su escritorio y sacó un sobre amarillo.—Ahí esta.

Se lo empujo a su vista, Nazareth agarro el sobre y saco unos papeles, en el traía el famoso "Contrato" donde el título era "Contrato de Matrimonio"

Hurt Me And You'll Understand // Taiju Shiba x OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora