CAPITULO VEINTINUEVE

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A la mañana siguiente Nazareth aún seguía en la cama se había quedado en toda la noche pensando en todo lo qué pasó y de qué Taiju sabía su paradero, se preguntaba ella misma ¿Debería escapar? Sabía que el dinero que tenía no le alcanzaría para el lugar donde tenía planeado ir ahora solo quedaba esperar a que reuniera todo el dinero y se fuera a un lugar más lejano donde el territorio de Taiju fuera prohibido pero eso era algo complicado.

Se levantó de la cama y frotó sus manos en su rostro tratando de quitar un poco su frustración miró que no había levantado bien las cortinas y se levantó para ponerla un poco mejor para que entrara la luz de la mañana hasta que vio que en la parte de en frente estaba un Mercedes Benz negro y sabía que en la casa de Taiju solo había Mercedes Benz. Rápidamente se quitó de la ventana y volvió a su cama para cubrirse y quedarse ahí quieta como si las sábanas fueran a protegerla.

Se sentía presionada y con miedo no sabía exactamente qué hacer o cómo reaccionar ahora que el estaba cerca de ahí y todavía observándola, Nazareth estaba confundida, ver a Taiju le hacía reaccionar así, recordaba cómo su corazón palpitaba al verlo y sus piernas temblaban era como la primera vez que lo vio mientras caía inconsciente por los golpes de su padre, Taiju la había sacado de ahí pero no con fin de salvarla si no para convertir mas en su vida en un infierno, estaba enamorada pero ahora no sabía que era lo que sentía, sabía que con Mads podía haber sentido el amo verdadero pero el se fue sin enseñarle una pizca de ese dulce sabor que todos sienten con alguien, solo había quedado con la duda y confusión.

De repente la puerta sonó y Nazareth abrió los ojos, se destapó y para abrir la puerta y encontrarse con la persona que no quería toparse, Taiju. Rápidamente Nazareth iba a cerrar la puerta pero Taiju la detuvo.

—Nazareth por favor.—Detuvo la puerta con una mano.–Solo unos minutos.

—Dijiste que esperarías.

—Si te esperaba ibas a escapar.—Nazareth se detuvo maldiciendo que fuera tan calculador y astuto.—Por favor, yo... quiero hablar contigo.

Seguía con la mano en la puerta y miraba fijamente hacia ella, sus ojos estaban llenas de ojeras y parecía algo desarreglado. No podía verlo así, aveces detestaba el hecho que era muy buena y no podría odiar a nadie mucho menos a Taiju y su amor.

Nazareth extendió la puerta en forma de señal de que entrara, pareciera que los ojos de Taiju se iluminaron al ver esa señal que no dudo en entrar, Nazareth cerró la puerta suspirando que Dios la viera y que fuera todo bien.

Mientras tanto Taiju veía alrededor de la habitación, era un poco amplia pero el fresco de las ventanas se sentía en todo el lugar, sabía que aquí estaba Yazuha cuando su padre la mandaba de vacaciones con su abuela pero ella prefería venir hacia Turquía y se quedaba todo el verano mientras Taiju era obligado a quedarse en Inglaterra para poder aprender el negocio familiar.

—No hay mucho que ver, no como tú mansión.—Nazareth se acercó a su cama para acomodar el nido de sábana que hizo para protegerse.

—Es tu casa igual.—Nazareth se detuvo para después volver a lo que hacer.

—No lo sentía así, siendo sincera. Era más una cárcel que un hogar.

—¿Te sentías así?

Nazareth Sonrio y miró a Taiju que fruncía el ceño.—¿No crees que es demasiado tarde como para preguntarme eso?

—No es tarde aún.—Se acercó a ella, Nazareth se alejó un poco más.

Nazareth miró hacia abajo sintiéndose intimidada por el, de nuevo. Sentía que su cuerpo de erizaba sintiendo la presencia de él, su olor a Dior Savage se sentía en el aura, podía decir que el la hacía derretirse pero no podía caer necesitaba mantenerse fuerte, el no era para ella y tampoco su corazón.

Hurt Me And You'll Understand // Taiju Shiba x OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora