CAPITULO VEINTICIENTE

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Amasya podría ser una lugar nuevo donde la gente hablaba rápido algunas veces y pareciera que balbucean pero eso no detuvo a Nazareth aprender un poco.

Las cosas empezaban a ir tranquilas, Nazareth trabaja y conocía bastante gente, las personas que la veían le sonreían y aveces le dejaban frutas o la invitan a tomar café, era muy común tomarlo ahí pero ella se negaba la veces que podia. Las señoras del distrito llevaban intencionalmente a sus hijos a la tienda, querían conocerla pero ella ignoraba sus presencias y nada más los atendía haciéndoles creer que no los veía y solo seguía su trabajo.

—Como te llegan los pretendientes Ángel.—Se acercó Alice a entregarle unas agujas.—llevo tanto tiempo aquí que nadie me ha invitado un café.

Nazareth reía y seguía en lo que hacía.—me dijo Yazuha que era bastante buena y lo puedo admitir con todo el trabajo que haz hecho.

—Gracias, no dudes en decirme si hago algo mal.

—Ya, ya tranquila. Me gusta tu trabajo así que tómalo como un alago.—Sonrio Alice.

La vida ahí era sencilla, solo trabajabas y te ibas a tu casa, era lo que Nazareth hacia a diario desde que llegó y no tenía problema, el cambio de horario le afectó al principio que hasta ese momento aún le dificulta pero no interfería en todo.

Había llegado a su casa y saludó a sus vecinos, vio a la señora del hogar donde se quedaba y la saludó también como siempre. Llegaba a su habitación y comía sola, había pasado un par de semanas y no había ninguna llamada o señal de Yazuha o de que estuvieran buscándola. Pero se quitó la idea pensando que no la estaría buscando, ahora el sería feliz con la otra mujer.

La vida de Nazareth ahora era sencilla y eso la gustaba, se sentía como si comenzara algo nuevo y lo agradecía tanto ya no tener que estar ahí.






A la mañana siguiente Nazareth descansaba, decidió quedarse en la cama hasta las 10. Dormía plácidamente hasta que la puerta se escuchó, Nazareth se levantó como pudo y miró el reloj para después abrir la puerta y ver a la casera.

—Hola Ángel, perdón por despertarte pero la señorita Yazuha me llamó, toma, esta en la línea.—Nazareth agarro el teléfono para escuchar.

—Hola Yazuha, ¿Como...

—Nazareth, ocurrió algo grave.—Habló alarmada Yazuha.

—Pero, ¿pero qué pasó?—Nazareth estaba asustada.

—Prende la televisión ahora.

Nazareth encendió la televisión rápidamente y miró el primer canal de noticias.

"En otros anuncios, solicitamos la ayuda para localizar a esta persona que lleva el nombre de Nazareth Shiba. Se le dará una recompensa por la localización de la persona."

Nazareth miró en shock la television, Mirando la suma total del dinero.

—Mierda Nazareth, está ofreciendo una suma más grande que puede ganar el Mundial o el Súper Bolw.

La noticia ya estaba en todos los canales de los distritos de Turquía y era en las primeras noticias del día las familias estaban en pleno desayuno y todos verían su foto aunque solo es de su boda, Nazareth se levantó y rápidamente tomó el Telefono de nuevo y llamó a Yazuha pero ella no contestaba hasta que la puerta de la habitación tocaron, los nervios de Nazareth aumentaron y miró la pequeña maleta para empacar sus cosas hasta que la voz de la señora se escuchó.

—Nazareth, ¿Puedo pasar?—el corazón de Nazareth de agito, empezaba a sudar frío y buscaba rápidamente la forma de escapar.—Abre mi niña, tengo algo que decirte.

Nazareth duda mucho en contestar y abrir la puerta pero no había escapatoria ahora, se acercó a la puerta y abrió poco a poco hasta que el rostro de la mujer se vio.—Nazareth, he visto las noticias y... dios, no pensé que actuara tan rapido, tenemos que idear algo para que no corras riesgos.

Nazareth abrazo a la mujer que ella correspondió su abrazo, se sentía tranquila y podía respirar bien ahora, pensaba que pronto estaría de nuevo ahí pagando las consecuencias pero gracias a la señora de la casa ahora no correrá peligro.

—Buscaremos algo que puedas hacer aquí, Alice mandara el trabajo final para ti y trabajos a futuros. Yazuha nos contó todo y por qué venías así que estate tranquila.

—Yo... de verdad gracias, estaba muy asustada de que me entregaran.

—No te preocupes, Taiju es líder de estas tierra pero no los ha visitado desde hace muchos años.

Nazareth estaba preocupada por estar entre esas tierras pero a la vez estaba tranquila por permanecer ahora con personas confiables.








Taiju estaba furioso, llevaba ya 2 semanas que Nazareth no aparecía, cada vez ofrecía más y más dinero muchas personas llamaban pero solo mentían para tener la recompensa, Taiju no se separaba del diario de Nazareth además de todo el monto de papel el diario de Nazareth se encontraba ahí.

Sir, tenemos un informe de un testigo que puede ayudarnos a localizar el paradero de Señorita Russ.

—Hazlo pasar ahora.—Taiju no era de recibir cualquier persona ante el pero se había vuelto loco de no saber el paradero de Nazareth que recibía cualquier visita de algún testigo.

Un hombre de mediana edad que vestida con camisetas de cuadros y un poco barbudo entró a la habitación.—Señor G. Díganle a señor Taiju lo que sabe de ese día.

—Yo... lleve a una jovencita al aeropuerto a una esquina de aquí se veía apurada y solo la saludó por su nombre por qué ella mandó a pedir el servicio, su nombre era Ángel Miller.

El nombre de "Angel Miller" se le grabo en la cabeza a Taiju.

—¿Como era?

—Bueno tenía el cabello oscuro y también como los ojos claros y tenía un lunar en su hombro izquierdo.—Taiju reaccionó en ese momento.

—Viste si tenía una pequeña maleta de piel.

—Si, ella llevaba una maleta así, era pequeña como si solo fuera de visita de corto tiempo.

Taiju miró a uno de sus hombres y le dio la señal de que buscaran las cámaras de seguridad, de todo el aeropuerto donde el Taxita la llevó, sabía que con esa información sabría el paradero de Nazareth Russ.

Hurt Me And You'll Understand // Taiju Shiba x OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora