CAPITULO VEINTIOCHO

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—Gracias por su preferencia.—la voz entusiasta de Nazareth se escuchó después del colgar el Telefono.

Había sido unos largos días desde el anuncio de su búsqueda, se había quedado en casa todo el tiempo mientras hacía Home Oficie, Alice se lo había recomendado ya que Nazareth hablaba Inglés, Aleman, Ruso y un poco de Japonés después de pasar tiempo con Taiju aprendió un poco para poder alguna vez conversar con el cómodamente pero eso nunca pasó en su tiempo ahí, así que aprovecho ese conocimientos en algo para ganar dinero por ella misma.

La señora Betty que era la dueña del alquiler la ayudaba mucho al igual qu Alice, Yazuha no había vuelto a llamar desde aquel incidente pero Nazareth conservaba la calma y seguía con su trabajo que no le costó tato acostumbrarse pero fue un poco difícil tener confianza pero con el tiempo fue teniéndolo dejando a sus clientes satisfechos.

El día pasaba lento y Nazareth no había salido de su habitación desde hace días así que espero que anocheciera mas para poder dar un paseo nocturno aunque sea un momento.
Ya dando las 10 de la noche Nazareth se preparaba para salir así que agarro su bolso y un abrigo para no resfriarse con el frío del lugar.

Le había informado a la Señora Betty que saldría por un momento ya que no había demasiadas personas, ella le dijo que se cuidara y sin más Nazareth salió a caminar.

El lugar estaba silencioso y había poca gente andando por las calles habían personas conversando y otras que solo salían a tomar café, desafortunadamente Nazareth no conoció del todo bien el lugar pero siempre quiso ir a la iglesia, le gustaba al menos estar ahí sentada sin decir nada y solo escuchar la lumbre de la velas.

Llegó a la iglesia y era un poco grande, no tanto como había visto en los libros pero se sentía La Paz y el olor peculiar que tenían las Iglesias, había retratos y velas encendidas, se sentó en una banca y empezó a mirar al rededor no sabía exactamente qué decir o qué hacer en ese momento, solo escuchaba a las personas pedir plegarias pero ella no sabía cómo o a quien dirigirse, solo iba a sentarse ahí para calmar su pensar.

Más allá de los asientos de la iglesia en la primera fila había una silueta que estaba agachada, parecía que rezaba y Nazareth solo se inclinó un poco antes de salir y camino hacia la salida sin hacer bastante ruido para no molestar.

Empezó a caminar de regreso a la casa de la señora Betty mientras tarareaba unas canciones que escuchaba de vez en cuando por las calles era tranquilo el lugar y se escuchaba el sonido del viento aunque era frío se sentía bien en la punta de sus dedos, hacia tiempo que no caminaba así de libre por la calle, la última vez que se sintió así fue cuando su padre la obligó a caminar a casa en plena noche, lo único que mantenía la luz en el lugar era la luna, Nazareth camina descalza y con frío pero se sentía bien por que era el único momento donde nadie la apresuraba y caminaba libremente por ese gran espacio.

Al llegar sacó la llaves para poder entrar, parecía que Betty se había ido a dormir ya así que entro dejando su abrigo y su bufanda a un lado pero después tocaron la puerta, Nazareth dio un brinco del susto y suspiro, ya era un poco tarde para que alguien viniera o visitara a la señora Betty, siendo así ella se hubiera quedado despierta.

Nazareth se asomo por el retrovisor y miró, su corazón paró en ese momento su respiración se detuvo igual, era Taiju. Se veía mal, no traía la misma pinta que siempre traía cuando lo veía, ahora estaba desarreglado y parecía tener ojeras, Nazareth se alejó de la puerta para irse a su habitación e ignorarlo pero cuando el volvió a tocar Nazareth dio un brinco haciendo que un jarrón cayera.

—¿Nazareth...? Por favor Nazareth, abre.—Se escucha su voz temblorosa.

Nazareth se mantuvo callada y no sabía que hacer, el sabía que estaba ahí y miró por todos lados tratando de salir de ahí.

—Nazareth, quiero hablar contigo. Por favor... te he estado buscando y yo... no quiero hacerte daño y solo quiero hablar.

No quedaba opción, sabía que ella lo escuchaba y para huir era demasiado tarde, suspiro y se aferró así misma, dándose la vuelta y pensar bien en abrir la puerta, el estaría ahí la persona que más daño le había hecho pero no entendía por qué razón querría verla o buscarla, tal vez porque querrá que ella firme el divorcio.

Respiro hondo y agarro la manilla de la puerta para después abrirlo lentamente, Nazareth miró a Taiju y el la miraba, sentía de nuevo su aroma y su presencia pensó que en ese momento la agarraría del brazo y se la llevaría pero en vez de eso ya estaba Taiju aferrado a ella abrazándolo y hundiendo su cabeza en su cuello.

—Dios pensé que no era tu, te vi en la iglesia y dudé un poco pero... me alegro que estes aqui, de encontrarte.

No sabía exactamente cómo reaccionar solo se quedó parada con las manos al aire sin tocarlo.

—Taiju...Taiju suéltame.—Nazareth hablo por fin tratando de alejarse.

—Nazareth...Nazareth por favor...

—Tranquilo, solo suéltame.—Nazareth se apartó de el recuperando su respiración para ver a Taiju de nuevo, se veía agitado y ansioso, su traje estaba desordenado al igual que su cabello.—Taiju.... ¿Que haces aquí? Deberías estar en tu casa con ella.

Taiju no sabía exactamente qué decir, Nazareth era una persona completamente diferente ahora se veía un poco más segura de sí misma, no lo miraba con la cabeza baja ahora ella sostenía la mirada.

—Nazareth, yo... estuve buscando por varios días y... por favor escúchame yo, yo me enteré de todo lo qué pasó y del bebé.—Nazareth respiro hondo y puso su mano en su vientre recordando ese momento.

—¿Como tu...?—En ese momento recordó el diario y trató de recuperar el aliento.—Entiendo, yo debí decírtelo Taiju.

—No, no Nazareth, yo... fui un completo idiota y se que te jure lealtad y que te vería como igual pero... me deje guiar por el amor de alguien más y...

—Taiju, no. Yo fui la que empezó todo esto y tú no tienes que culparte de este matrimonio. Me dejaste las cosas en claro desde el principio y yo no hice caso. Se que tú nunca me amaste y ahora se que estoy completamente seguro que jamás podría estar segura contigo.—Nazareth no mostraba algún sentimiento, solo hablaba tranquilamente.

—Yo leí todo, y desde que te fuiste no podía seguir más así y fui con Candy y quería una explicación de todo.

—¿Te dijo todo? Desde que comenzó contigo hasta que fue a tu casa y provoco que mi bebé muriera

Taiju asentó con la cebeza.—Deberías estar aliviado Taiju, no tendrá una carga para ti y podrás estar con Candy.

—Pero Nazareth, yo...

—No digas otra cosa más Taiju, yo puedo sola y se que hice un trato contigo pero eso ya pasó. Te he pagado lo de mi padre y te di todo de mi, ahora puedes irte con ella y ser feliz, forma la familia que tú quieres.

—Podríamos tan solo hablarlo y aclarar cosas, yo te juro que estoy dispuesto hablar y saber todo de ti, por favor Nazareth.—Taiju le agarro las manos a Nazareth y ella miraba abajo, sus manos estaban ásperas y frías.

—Esto debiste de hacerlo cuando estaba viviendo bajo el mismo techo que tú, cuando estaba encerrada en esa habitación, sola y con un bebé que al poco tiempo murió en mis brazos. ¿Dónde estabas Taiju? Cuando Mads murio ni siquiera me dejaste verlo por última vez, se que pensaste que Mads era padre de mi bebé pero no, desafortunadamente no era el. Era tu el único que me hizo daño y me dejaste embarazada, parecía que Mads sabía por qué dejó la finca a nombre mío y del bebé que ya no está pero tú y ella me lo quitaron cuando jamás reclame nada. Por qué solo te necesitaba a ti y mi bebé, pero tu decidiste irte.—Nazareth se soltó de las manos de Taiju y se acercó a la puerta para abrirla.

—Solo ve a descansar Taiju, hablaremos luego.—Taiju miró a Nazareth y se dirigió a la puerta y le entrego una tarjeta.

—Estaré en el hotel Worl Inn, vendré a verte o puedes llamarme cuando podamos hablar.—Nazareth agarro la tarjeta sin decir nada, Taiju la miro por última vez y salió por fin de la casa, Nazareth se pego a la puerta tratando de respirar bien y tranquilizarse.

Taiju ya sabía donde estaba y ahora el la estaría esperando para conversar no había salida solo quedaba de una espera.

Hurt Me And You'll Understand // Taiju Shiba x OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora