Había llegado la noche que Taiju informó que saldrían a una cena importante que se había armado en la ciudad, muchos de los socios y políticos que se unían a los malos negocios que dejaban mucho dinero asistirían, Nazareth estaba nerviosa sentía que cualquier momento el vientre falso caería y todo el plan armado caería con el, Yazuha le había llevado un vestido para que utilizara para la ocasión era un vestido elegante con unos bordados pequeños de mariposas que la hacía lucir bien con el vientre, se había arreglado como pudo ya que sus ánimos no eran los mejores pero recordaba que en unos días ella se iría para siempre de Taiju y no existirá más en su vida.
—Ya quedaste, luces bien Nazareth.—Yazuha la abrazó por detrás y le dio un beso en la mejilla.—Tranquila, todo saldrá bien.
Ambas sonrieron para animarse un poco después de todo lo malo que había pasado, Nazareth no quería salir después de todo lo qué pasó a su bebé no le había dado un entierro digno pero quería que llevarse sus cenizas de el y también las de Mads, pero nunca supo donde se encontraba o que había pasado, lo extrañaba, eso era un hecho pero ahora solo quedaban los recuerdos que habían tenido y ahora que el no estaba cada vez se hacía grande su ausencia. De repente la puerta de su habitación se abrió y entró Taiju, Nazareth volvió su mirada al espejo y Yazuha le agarro la mano para después salir de ahí, Nazareth estaba incomoda como siempre y sentía que ante la ausencia de Taiju se sentía intranquila y triste, era como
Tener a su padre de nuevo.—Te vez bien.
Nazareth volteó y lo miró, realmente se veía guapo con ese traje y aunque siempre llevaba trajes jamás podría decir que luce mal.—Tu igual luces bien.
Nazareth se levanto para agarrar su bolso y acercarse a Taiju.—Vámonos.
—Espera, ponte esto.—Taiju se había puesto atrás de ella haciendo que diera un pequeño brinco del susto.
—Lo siento, me pondré bien.—Nazareth se volteó dándole la espalda a Taiju.
Taiju miro lo péquela era ante el y su cabello que lucia bien, realmente era hermosa pero no entendía cuál era el problema pero sabía que después de tantos matrimonios él era el problema.
Taiju había sacado un cajita para después abrirla y sacar un coyar que había echo para Nazareth, coloco el coyar alrededor de su cuello para abrocharlo, Nazareth tragaba saliva y sentía la respiración de Taiju, rápidamente al sentir cada vez más cerca se separó de él volteándolo a ver.—Será mejor irnos.—Nazareth se dio la vuelta y camino hacia la salida dejando atrás a Taiju.
Su mente solo se llenaba los escenarios del momento de su escape, tenía que calcular todo antes de escapar y desaparecer de la vida de el hombre con el que se casó.
Llegando a la velada todos las miradas se fijaron en la esposa de Taiju Shiba, había sido la primera vez que veían a su nueva esposa, realmente lucia hermosa ante los ojos de los demás que podría decirse que las esposas debían de agarrar bien a sus maridos.
Taiju saludaba a todos y de paso dejaban ver el respeto hacia Nazareth diciendo "Esposa del Jefe" dejando del lado su nombre ya que el único que podría llamarla así era Taiju.
Nazareth se mantenía a lado de el toda la noche mientras el hablaba con sus colegas extranjeros.—Me alegro poder contar con su ayuda Señor y que bueno que trajo a su esposa.—Hablo el señor Smith, dueño de los Hoteles Inn.
Nazareth solo devolvió una sonrisa tímida y miró al piso, Taiju noto que el señor Smith no apartaba su mirada.
—Realmente es muy bella, Señor.Taiju miró su copa y sonrió un poco haciendo que los demás se pusieron nerviosos.—Si, lo mismo pensaba Mads Dibenetto y bueno, ya sabes lo qué pasó con el.
El señor Smith hizo una risa nerviosa y llevó su bebida sus labios, Nazareth bajaba la mirada y sentía sus hombre descubiertos, se sentía incomoda y tenía la tentación de soltar su cabello o aguantarse hasta finalizar esta farsa, hasta que la señora Haner se acercó a ella con una sonrisa.
—Mi niña Nazareth, me da tanto gusto verte cariño.—Se acercó para abrazarla y darle un beso en la mejilla, Nazareth empezó a sentir más compañía después de verla.
—Señora Haner, me da tanta alegría verla.—Sonrio.
—¡Dios! Pero mira este vientre, te ves hermosa estando embarazada. ¿Por qué no me habías contado?
Nazareth miró a Taiju y ambos cruzaron sus miradas pero rápidamente desvió la mirada para así ver de nuevo a la Señora Haner.
—Yo... realmente lo siento, me he sentido cansada por el... el embarazo.
—Me imagino, debes cuidarte y no tomar nada de alcohol, te recomendare a un médico que ha recibido a todos los bebés de esta monarquia se podría decir.
—Yo lo llamarían como el Harem de estos hombres.
—No te equivocas en nada, estos hombres han tenido tantos hijos con diferentes mujeres, por si se llega a morir uno pero siempre prefieren al primogénito de la su esposa oficial.—La señora Haner parecía saber mucho del círculo social donde estaban, parecía tranquila y poco preopante al estar rodeada de hombre tan poderosos y temidos.—Pero tienes suerte niña, ese joven de Taiju Shiba era el hombre Que todas querían y muy difícilmente captabas su atención pero veo que ahora eres parte de esto viendo que llevas ese coyar.
Nazareth se tocó el coyar que llevaba sobre su cuello, parecía que todos sabían de donde venían ya que después de verla sus ojos se dirigían al coyar lujoso y brillante que tenía.
—Ese Coyar es de la familia Shiba, recuerdo bien que cuando llegaron aquí la abuela de Taiju lo llevaba puesto representado que era la esposa de Dai Shiba, un hombre Japonés que vino con todo para dominar ciertas partes de Europa, buscaba mucha guerra contra Mafias Rusas y Turcas que derramaban demasiada sangre hasta que decidieron tener paz con el las mafias enemigas. Hasta que nació su primer hijo, Isao Shiba que heredo todo de Dai Shiba hasta que ambos murieron por una emboscada en las fronteras de Arabia, pero no tardó mucho que el nieto de la familia tomara venganza por su abuelo y su padre teniendo el control en sus manos.
—Es Taiju.—Escuchaba atenta.
—Así es, la historia de la familia Shiba fue tan trágica que ese coyar que llevas lo usaban las mujeres que vivieron en esa casa donde estas, formaban un lazo único con un Shiba, eran hombres peligrosos pero juraban lealtad a sus esposas protegiéndolas.
Nazareth se burlo un poco con la palabra "Lealtad" queriendo soltar entre risas que Taiju deshonraba a sus ancestros.
—Pues creo que le entregaron el famoso coyar de la familia Taiju a la mujer equivocada.
—Nazareth, tómalo por mientras y úsalo para tu propio bien.—La señora Haner miró a Nazareth atenta después de dar un sorbo.—Después de escapar entrégaselo a la mujer correcta, para ella solo será le principio de su fin.
Voten💟
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Hurt Me And You'll Understand // Taiju Shiba x Oc
RomanceLa palabra amor metía en muchas dudas a Nazareth Russ, una chica que vivía un infierno con su padre y hermanos que ellos la había privado de toda libertad desde su nacimiento desconociendo el mundo y las personas, hasta que conoce a Taiju Shiba, un...