Miso es una chica de corto genio, curiosa y algo engreída. Ella es la heredera de un prestigioso internado el cual otorga becas todos los años.
Este año parecía ser igual que los demás, pero uno de los becados llega con un propósito oculto.
¿Qué har...
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"Quiero llevarme bien contigo".
Esas palabras no paraban de resonar en mi cabeza. ¿Por qué alguien querría llevarse bien conmigo solo porque sí? Era ilógico, no tenía sentido.
Después de que Sunghoon me confesara eso no supe como reaccionar. Simplemente asentí y dije que necesitaba ir al baño... y aquí me encontraba, como una cobarde.
Era algo gracioso. Yo ya tenía un baño privado en mi cuarto, pero por razones como estas, siempre decia que era un armario. No pensaba volver a mi cuarto hasta que oscureciera, no queria topármelo porque iba a ser incómodo. Me hizo sentir rara...
Por esto, no tuve nada mejor que ir a refugiarme después a la biblioteca. Tome unos cuantos libros y esta vez me apoye al lado de uno de los ventanales con esos vitrales bellos.
Me quedé hasta altas horas de la noche leyendo, cuando unas voces cercanas interrumpieron mi lectura. Era realmente extraño encontrarse con personas en la biblioteca, en especial a estas horas, por lo qué mi curiosidad me gano y decidí ver de que se trataba. Dejé los libros a un lado y comencé a acercarme lentamente a la voces. Asome mi cabeza escondiendo mi cuerpo detrás de una estantería y pude ver a Jungwon.
Estaba hablando con un chico. Y más que hablar, parecia estar discutiendo con él. No podía ver su rostro ya que estaba de espaldas, pero por su cabellera rubia tirada a gris y contextura delgada, supuse que se trataba de Jake.
— ¡Esta yendo muy lejos! ¿Se volvió loco? —Alzó la voz, completamente consternado.
— He hablado con él, pero no me hace caso Jungwon, ¿Qué más puedo hacer? Se escapa de mis manos... —respondió Jake, con un tono de voz bajo.
— ¡Pues hazlo entrar en razón Jake! Sabes muy bien que pasará si no lo haces. —El chico pareció sacar una especie de luz de su mano y exagere mi mirada para ver si lo que veía era real o una simple ilusión.
— No uses eso aquí —Jake tomó un tono muy distinto al suave que solía usar, tratando de contener a su amigo.
Abrí mi boca ante la impresión, y con mi curiosidad a más no poder, seguí espiando.
— Sabes que no puedo seguir aguantándolo, le iré a dar una advertencia.
Dicho esto, Jungwon hizo desaparecer la luz de golpe haciendo que se oyera una especie de trueno por toda la biblioteca. El sonido me pillo tan desprevenida que no pude evitar soltar un pequeño grito que fue ahogado al instante.
Una mano tapo mi boca y me jalaron fuera de la vista de los chicos. Trate de gritar con todas mis fuerzas, pero no salía nada de mi boca y todo seguía en un maldito silencio. Gire mi cabeza para ver quien era la persona que me contenia contanta fuerza y suavidad al mismo tiempo, pero solo vi su cuello pálido cercano a mi rostro.
