CHOOSE/ NI-KI

27. I choose...

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Narra Ni-ki

Unas pocas horas después desperté en una sala de hospital completamente blanca.

La luz del brillante sol entraba a través de la delgada tela de la cortina que cubría la ventana y un leve olor a lavanda entro por mi nariz, haciéndome sentir nostálgico.

En medio del pacifico silencio, una mano se posó sobre mí hombro y mi mirada se dirigió a a un costado.

— ¿Cómo es posible...? —sonó la suave voz de Miso y bajo su mano con suavidad hasta la mía—. Es casi un milagro...

Desvíe mi mirada hacía mi brazo, en dónde alguna vez se halló mi runa, algo tan significativo para mí, una de las cosas que más apreciaba en el mundo y que tenía un valor realmente significativo.

— Supongo que eso fue. No soy inmortal, ya no tengo poderes y ni siento mis alas. Supongo que el castigo más grande para un ángel... es volverse humano. —contesté, con un tono de voz que ocultaba pena.

Mi tristeza no significaba que me arrepentía de lo que había hecho, pero eso no quitaba el hecho de que me doliera. Toda mi vida había vivido de esa forma, me había criado así y saber que ya no sentiría la suavidad y libertad de mis alas, la luz de mi don, la belleza de ser parte de algo celestial...

— Realmente lo siento, Ni-ki —susurró Miso al ver mi rostro, mostrándose apenada—. ¿Estás seguro que ya ni siquiera tendrás tus alas...?

— Sí... Lo sentí cuando te salve, Miso. Las alas se sienten, siempre, aún cuando a veces no sean algo tangible... son como una sensación, una parte de mí, no sé realmente como explicarlo... —sobé mi brazo sintiendo mi piel erizarse ante pensar en eso y sonreí a medias—. Sobre mis dones, me lo advirtió más de una vez Jake.

Miso acarició mi mano, con culpa.

— ¿Qué sucederá con Jungwon y Jake cuando se enteren de lo que hiciste hoy? No los vi en la boda... —inquirió, con un leve temor en su tono de voz.

Negué con mi cabeza y agarré de su mano, la cual llevaba ya un rato buscando mi acción.

— De seguro ya se enteraron. Lo más probable es que vengan a verme... pero, no tienes que preocuparte por eso. No podrán volverme a separar de tí ahora. —La mire, sonriendo con sinceridad.

Miso relajo su expresión y un leve rubor se expandió por su pequeña rostro.

— ¿En serio...? Eso es una buena noticia... —Sonrió con ganas y se sentó a mi lado, riendo al recordar algo—. No me imagino lo enfadado que deben de estar mis padres...

Asentí y rasque mi nuca, sintiéndome levemente avergonzado.

— Lamentó haber interrumpido en tu boda de esa forma, sé que no fue la mejor, pero, realmente tenía miedo de que algo te sucediera... —Me disculpé y esta mantuvo mi mirada, negando con suavidad.

— No lo lamentes... —Me dió un pequeño golpe en el hombro—. Me salvaste Ni-ki. Además, tenías razón sobre ese desgraciado de Sunghoon, quedó expuesto ante todos, fue lo mejor que pudiste haber hecho. Y después de todo, yo fui la que dejo el altar para ir por tí, yo escogí hacer eso, sí a alguien van a culpar, que sea a mí... —soltó con firmeza, sin quitar su mirada de mis ojos.

— Igualmente, perdón por ser un mal ángel... —¡Shh! ¿Qué estás diciendo? Ya basta, Fuiste el mejor ángel guardián que puede existir en este mundo Ni-ki... —me regañó y sentí una sensación extraña recorrer mis mejillas ante sus palabras.

Era extraño. Ella me hacía sentir mucho, tanto que a veces me daban escalofríos de vigor.

No volví a decir nada más y Miso reposo su cabeza sobre mi hombro, suspirando. Aprovechando su acción, llevé mi mano sigilosamente hasta su cabello y lo acaricié, sintiendo mi corazón latir con más fuerza ante mi acción.

Sí, podía haber perdido algo hermoso, pero Miso valía mucho más que todo eso, era algo inigualable para mí, y siempre lo había pensado de esa forma.

Sus palabras resonaron en mi cabeza, cuando dijo que había "elegido"... en realidad tenía razón.

Ella había escogido, al igual que hice yo.
Cada uno decidió desde el corazón el camino que realmente quería tomar. Ambos consientes de las grandes consecuencias que podrían tener nuestras elecciones, lo hicimos igual. Con valentía, con algo de temor, pero dejando atrás lo que podrían decir los demás y guiados por el corazón, escogímos lo que cada uno realmente anhelaba.

Un "nosotros", un "juntos", corazón junto a corazón.
Nuestras vidas dieron giros radicales en segundos, solo con escoger.

Llegamos al final ♡
Este es una de mis historias favoritas, me gustó mucho escribirla, además no tiene un final triste jeje,
esperó que les haya gustado, cuídense y gracias por llegar hasta aquí. ♡