—Buenas tardes, señor Choi. — La muchacha saludó al maestro y se adentró al salón de detención.
—Hola, Youngmi. ¿Vienes a ver a Hyunjin? — El hombre mayor cerró su libro.
—Sí, ¿puedo pasar? Tenemos que hacer un proyecto juntos. — Mintió.
—Supongo que está bien, solo no hablen muy fuerte.
—Gracias, no lo molestaremos.
La chica castaña emprendió camino hasta llegar a donde se encontraba su mejor amigo y le dio un pequeño golpecito en la espalda, provocando que este alzara su cabeza.
—¿Por qué te castigaron? Oh, espera, no me digas. ¿Dibujando en clases? — Ambos rieron. —¿Qué clase fue?
—Historia. — Admitió Hyunjin, soltando un suspiro y estirando sus extremidades superiores.
—Mala elección, sabes lo exagerado que es el señor Kim cuando se trata de poner atención en su clase.
—Lo sé, lo aprendí a la fuerza. Me quitó mis acuarelas favoritas. ¿Qué haré ahora, Youngmi-ah? — Fingió un llanto, sacándole un par de carcajadas a la menor.
—Ya detente o te volverán a castigar por llorón. — Ella advirtió y él rodo sus ojos. —Oye, Jinnie... necesitaba hablar contigo, es por eso que vine.
—Te escucho. — Se acomodó en la silla.
—Ayer volví a salir con Chan y... Él me besó. — Esas palabras tensaron la mandíbula del mayor y le generaron una punzada en su estómago. —Creo que él me gusta.
Hyunjin ignoró el nudo que se formó en su garganta y fijó sus ojos en los de Youngmi.
Habían sido mejores amigos desde que tenían uso de la razón.
Se conocieron gracias a sus padres, ya que estos eran compañeros de trabajo y, en cuanto se enteraron de que tenían hijos de edades similares, no dudaron en reunir a ambas familias en cenas casuales y vacaciones de verano.
La conexión que tuvieron aquellos niños fue inmediata y desde el día en que jugaron en la casa del árbol de la castaña, fueron inseparables.
*12 años atrás*
—Hola, soy Hyunjin, pero mis papás me dicen Jinnie. — El pequeño de ojitos marrones sacudió su manito manchada de pintura en forma de saludo.
—Yo soy Youngmi. Uhm, mis papis solo me dicen Youngmi. — Ella apretó el agarre en su peluche de oso.
—Oh, entonces yo te llamaré Minnie. — Sonrió amigablemente.
—¡Me gusta! — Dio un saltito. —Jinnie, ¿quieres conocer mi casita del árbol? Mi papi la construyó para mí hace poco. — La niña jaló el brazo del muchacho.
—¿Podemos dibujar ahí? Me gusta mucho dibujar. Aprendí a hacer osos, ¿quieres que dibuje el tuyo?
—¡Sí! Tengo muchos lápices así que puedes usarlos todos. — Ella lo tomó de la mano y corrieron juntos hasta llegar a la escalera.
—¡Minnie, seamos amigos por siempre!
—¡Para toda la vida, Jinnie! — Ambos se dieron un apretado abrazo antes de pasar el resto de la tarde pintando y riendo.
*Actualidad*
La amistad que tenían era casi perfecta.
Casi, porque Hyunjin estaba perdidamente enamorado de su mejor amiga.
Se dio cuenta el día en que ella cumplió 15 años y no quería que ningún otro chico se acercara a abrazarla por su cumpleaños.
Se dio cuenta que quería protegerla de todo y mantener esa bella sonrisa en su rostro a toda costa.
Se dio cuenta que nadie más hacía que su corazón latiera con fuerza y que sus manos sudaran cuando se acortaba la distancia entre ambos.
Y volvió a comprobar sus sentimientos con la noticia entregada por la misma chica que provocaba mariposas en su estómago, ya que esa confesión fue suficiente para que el más alto sintiera sus ojos arder.
—¿Te gusta Chan? — Procesó en voz alta.
—Sí, al menos eso creo. Me encanta pasar tiempo con él y cada vez que lo tengo cerca, siento que soy la persona más feliz del mundo.
Ella estaba en lo cierto. Hyunjin lo sabía porque eso era exactamente lo mismo que él sentía por ella.
—Pero... Él es mayor, Youngmi. — Fue lo único que se le ocurrió.
—Chan tiene 20 y yo 17, no es la gran diferencia. — Se defendió.
—Pero él ya está en tercero de la universidad y tú aún no terminas la secundaria. — Objetó.
—La terminaremos este año, Hyunjin. No exageres.
—Aún así, lo conociste hace unos meses y tan solo se han visto como 1 vez por semana. Ni siquiera lo conoces bien y él tampoco a ti.
"No como yo te conozco". Pensó.
—Si hubiera sabido que reaccionarías así, mejor se lo contaba a mis padres. — Suspiró, decepcionada por el poco apoyo recibido.
—Ya que lo mencionas, ¿Minho lo conoce?
—Claro que no, si lo conociera, no le agradaría. Es un enojón.
—Es tu hermano mayor, Youngmi. Tú sabes bien los motivos por los cuales a él no le agradaría. — Hyunjin se acercó a la menor y puso su mano sobre la suya. —Escucha, yo solo quiero lo mejor para ti, pero no puedo interferir en tus decisiones, así que has lo que creas correcto y yo haré mi mejor intento por apoyarte en lo que te haga feliz.
—Gracias, Jinnie. Seré cuidadosa, te lo prometo.
Ella se escabulló entre los brazos de su mejor amigo, mientras que este no podía dejar de pensar en que el día que tanto temía, finalmente había llegado.
Youngmi, su Youngmi se había enamorado y de alguien que no era él.
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VIDA DE COLORES - HWANG HYUNJIN
Fiksi PenggemarHyunjin se encontraba sentado en el suelo marmolado de su sala de arte, admirando la totalidad de pinturas que había creado y conservado con el paso de los años y, por primera vez en su vida, se sintió completamente pleno. "¿En qué piensas?" Ella to...