—Jisung, ¿acá tendrán jugo? — Preguntó Hyunjin, haciéndose paso entre la multitud.
—Estamos en una fiesta, Hyunjin. Lo más suave que podrás encontrar es cerveza.
—Está bien, ¿a qué hora nos iremos? — Alzó la voz debido al fuerte volumen de la música.
—Acabamos de llegar, no seas así. — Se quejó su amigo.
—Tú sabes que yo no quería venir.
—Lo sé, pero será solo por esta vez, ¿sí? El comité de bienvenida se esforzó mucho en organizar esta fiesta para los transferidos, así que lo mínimo que podemos hacer es pasarla bien.
—Supongo que tenemos ideas opuestas de lo que es pasarla bien.
—En fin, voy a bailar, ¿vienes?
—Gracias, pero paso. Prefiero quedarme sentado y juzgar a las personas que bailan mal.
—Me sorprende que seamos amigos. — Bromeó y se dirigió al centro de la habitación donde todos se movían al ritmo de las canciones animadas.
Hyunjin detestaba las fiestas. Le repugnaba el olor del alcohol y su cabeza dolía con la mezcla de melodías que no conocía y voces de personas borrachas.
El pelinegro se acomodó en el sofá y ni siquiera transcurrieron 5 minutos cuando se vio atrapado al medio de parejas besándose a sus costados.
Los ruidos de las bocas que aquellas personas proyectaban le provocaban asco, así que se decidió a buscar un sitio más tranquilo y solitario dentro de la gran casa.
Usó su fuerza para liberarse y se impulsó hacia adelante, chocando con un cuerpo de manera brusca.
Ambos cayeron al piso y el más alto ayudó a la chica a ponerse de pie.
—Disculpa, ¿estás bien? — Preguntó con cierta preocupación.
—Sí, yo... — La muchacha quitó el cabello de su rostro, dejándole la vista despejada.
Hyunjin quedó atónito, era la segunda vez que le pasaba en la semana.
—Youngmi... — Pronunció antes de que la menor corriera fuera de su alcance.
Él intentó seguirla, pero le fue imposible seguirle el paso dado a que decenas de jóvenes se le cruzaban por el frente.
Buscó por todos los pasillos de la casa, mas no la encontró por ningún lado.
Frustrado por la situación vivida, decidió salir al patio trasero a tomar aire fresco, pero se llevó una sorpresa que no sabría si calificar como agradable o no.
Youngmi se encontraba sentada al borde de la piscina con sus piernas cruzadas y la mirada perdida en el fondo de esta.
El pelinegro caminó tembloroso hacia ella, llamando su atención con el ruido de sus pisadas.
—Yo... ¿Puedo sentarme? — Preguntó, temeroso ante la reacción que la castaña podría tener.
Ella solo asintió con sus ojos fijos en el agua cristalina.
—Youngmi... Uhm... Hola. — Maldijo internamente por su tartamudeo.
Odiaba ponerse nervioso con ella a pesar del paso del tiempo, pero era incontrolable.
—Hola. — Respondió de manera seca.
—¿Cómo has estado? — Mordió su labio inferior.
Realmente no se le ocurrió algo mejor para decir.
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VIDA DE COLORES - HWANG HYUNJIN
FanfictionHyunjin se encontraba sentado en el suelo marmolado de su sala de arte, admirando la totalidad de pinturas que había creado y conservado con el paso de los años y, por primera vez en su vida, se sintió completamente pleno. "¿En qué piensas?" Ella to...