VIDA DE COLORES - HWANG HYUNJIN

Capítulo 31

Youngmi's POV

—¡Hyunjin! ¿Dónde estás? — Pregunté, sin divisar al pelinegro por ninguna parte de la casa.

Nos encontrábamos de vuelta en nuestra ciudad natal, para ser exactos, en casa de mis padres.

Estos últimos habían decidido salir a cenar fuera, por lo que Hyunjin y yo estábamos solos.

Él me había pedido que fuera a su casa a darle de comer a Kkami mientras pedía algo de comer. No veía a los padres de Hyunjin hace bastante tiempo, por lo que nos tomamos unos minutos para ponernos al día y actualizarnos mutuamente sobre nuestras vidas. 

De vuelta en mi casa, busqué por todas las habitaciones, pero no encontraba al más alto.

—¿Jinnie, dónde te metiste? — Volví a preguntar.

—¡Por acá! — Escuché un grito desde el patio.

—¿Estás jugando a las escondidas? — Reí.

—¡Estoy aquí arriba! — Agitó su brazo desde una de las ventanas de la casa del árbol.

—¿Qué haces ahí? — No recibí respuesta alguna, así que subí las escaleras que me llevarían hasta la cima.

—¿Podemos comer aquí? — Me encontré a Hyunjin sentando cómodamente en el piso de madera. Este juntó ambas manos en forma de súplica e hizo un puchero.

—Podemos. — Le sonreí.

—Tardaste mucho en casa de mis padres, creo que la comida se enfrió. — Me acercó un trozo de pizza.

—Lo siento, es que nos pusimos a conversar. ¿Qué hacías acá?

—Dibujé un poco. Me gusta este lugar, me trae lindos recuerdos. — Suspiró y miró a su alrededor.

—Lo sé, también a mí. Aquí comenzó nuestra historia. — Traje a mi memoria la primera vez que le vi, cuando era tan solo un niño pequeño.

—¿Recuerdas esa vez que nos quedamos dormidos acá y en la mañana nos dimos cuenta de que un pájaro durmió entre nosotros? — Sonrió al mencionar aquella anécdota.

—¿Cómo olvidarlo? Le lloramos una semana a nuestros padres para que nos dejaran adoptarlo y, luego de que por fin accedieron, el pájaro desapareció como si nada. — Reímos.

—Era tan esponjoso, creo que se trataba de un shima enaga... De hecho, eso estaba dibujando. — Miró su cuaderno.

—¿Puedo verlo? — Señalé la libreta.

—Claro, lo hice para ti. — Hyunjin abrió el cuaderno a la mitad y de ahí saco una hoja de papel bastante gruesa. Me la extendió tímidamente y observé lo que había creado. Al centro de esta se podían apreciar dos aves sobre la rama de un árbol. —Somos tú y yo. — Dijo, inmerso en su propio dibujo.

—¿Nos acabas de dibujar como si fuéramos pájaros?

—¿Es muy raro? ¿No te gusta? — Me miró con preocupación en su mirada.

—Hyunjin... Es uno de los regalos más lindos que me has dado. — Dejé un beso sobre su mejilla.

Él sonrió ante el contacto y suspiró.

—Youngmi, ¿tú crees en el destino?

—Te pusiste profundo tan de pronto. — Reí y él me imitó, bajando su cabeza. —Pero sí, creo que hay muchas cosas que escapan de nuestra voluntad.

—¿Y crees que estábamos destinados a querernos?

—Sí, estoy segura. — Respondí sin dudarlo. —¿Por qué lo preguntas?