VIDA DE COLORES - HWANG HYUNJIN

Capítulo 14

HYUNJIN'S POV

—¿Estás segura de que no hay problema con que esté acá? — Pregunté tras adentrarme a la gran casa.

—Segura, ya le comenté a mi maestra y dijo que sería incluso mejor que tuviera compañía.

Youngmi había sido contactada como era de costumbre por su maestra para que cuidara a su pequeño hijo, pero como esta vez no se trataban de unas simples horas, sino de toda una noche, ella creyó adecuado pedirme que la acompañara y, ¿cómo podía negarme?

—Hola, Ji. Él es Hyunjin, mi mejor amigo. Hyunjin, él es mi amigo pequeño favorito, Jiho. — Youngmi nos introdujo.

—¿Qué tal, Ji? Me dijeron que te gusta dibujar. — Me agaché para quedar a su altura.

—Hola... Sí, me gusta mucho... Tú eres el amigo de Minnie que también dibuja cosas bonitas, ¿no?

—No te equivocas. De hecho, vine preparado. — Apunté a mi mochila. —¿Te gustaría que te enseñe a pintar con acuarelas?

—¡Sí! ¿Puedo, Minnie?

—Claro, Ji. Ve a pintar con Hyunjin y yo mientras prepararé la cena. — Sonrió.

Dispuse los materiales sobre una pequeña mesa en el centro de la sala y le entregué un pincel al menor.

—¿Estás listo, Jiho?

—Sí.

—De acuerdo, lo primero que debes hacer es mojar tu pincel en este vasito de agua, luego vas a pasarlo por sobre el color que quieras y ya comienzas tu dibujo. Es fácil, ¿no crees?

—Un poquito.

El niño siguió mis instrucciones y empezó a pintar lo que me pareció ser un oso.

—Que lindo osito, Jiho. Te está quedando muy bien. — Lo felicité.

—No es un oso, es mi papá.

Escuché las carcajadas de Youngmi desde la cocina, por lo que yo también reí.

—Oh, claro. Yo lo estaba mirando desde el ángulo incorrecto. Iré a ver algo a la cocina, así que cuando estés listo me avisas, ¿sí?

El pequeño solo asintió sin despegar los ojos de la hoja de papel.

Entré a la cocina y divisé a Youngmi utilizando un delantal mientras cortaba unas verduras.

—¿Qué haces? — Caminé hasta ella y le robé un trozo de zanahoria.

—¡Hey! Deja eso ahí, es para la pasta.

—Esta mañana te dije que tenía antojo de pasta. — Sonreí.

—Lo sé, por eso la prepararé para ti. — Sonrió de vuelta.

Ya basta de seguirme enamorando.

—Youngmi, ¿podemos olvidarnos de que estás con Chan y te casas conmigo? — La abracé por detrás.

—No lo sé, ¿tienes 10 cabras para ofrecerle a mi padre? — Bromeó.

—No, pero soy un excelente candidato. Puedo cocinarte, limpiar la casa, ordenar tu ropa y dejar que me uses de almohada. Muchas chicas matarían por tenerme de esposo. — Alcé mis hombros.

—Entonces, no debería rechazar esta oportunidad...

—¿Eso es un sí?

—Acepto. — Rió.

Justo en ese momento, Jiho entró a la cocina con su dibujo en la mano y nos observó con confusión.

—¿Escuchaste eso, Jiho? ¡Youngmi aceptó casarse conmigo!