VIDA DE COLORES - HWANG HYUNJIN

Capítulo 25

HYUNJIN'S POV

Había terminado de limpiar mi cuarto, cuando escuché unos golpes en la puerta principal.

Me acerqué y abrí, sin revisar antes de quién se trataba.

—¿Youngmi? 

—Perdón por venir sin avisar, pero no me contestabas los mensajes, así que me preocupe. — Youngmi ingresó a la casa y yo cerré la puerta tras ella.

—Uhm... Lo siento. He tenido mucho que hacer. — Mentí.

Tenía muchas ansias de pasar tiempo con ella. 

Había transcurrido menos de una semana desde que no nos veíamos y la extrañaba como un loco.

—¿Necesitas ayuda en algo? 

—No te preocupes, estoy bien.

—¿Quieres que hagamos algo o salgamos? Para que te distraigas un poco.

—No puedo. Acompañaré a Jisung a hacer unos papeleos. — Inventé.

—¿Y a la noche? ¿No quieres irte a quedar a mi casa?

—Debo estudiar. — Volví a mentir.

—¿Estás bien? — Frunció el ceño.

—Sí. ¿Por qué?

—No sé... Tengo la sensación de que me estás evitando.

¿Tan obvio era?

—No es eso, bonita. ¿Recuerdas que últimamente no me ha ido muy bien con mis calificaciones? — Ella asintió. —Debo mejorarlas si quiero quedarme en esta universidad. ¿Lo entiendes?

—Sí, tienes razón.

—Me temo que no podremos vernos mucho de ahora en adelante. ¿Crees que podrás cuidar de ti misma? — Pasé mis manos desde su cintura hasta entrelazar mis dedos detrás de su espalda.

—Claro que puedo. Soy una adulta. — Rió.

—Entonces, demuéstramelo. ¿Sí? Aunque yo no esté pendiente de ti, come todas tus comidas, duerme temprano y diviértete.

Para Youngmi solo eran las indicaciones de un amigo preocupado, pero para mí era mucho más que eso.

Se trataba de otra despedida, una vez más, sin ser ella consciente de aquello.

—Lo haré. — Colocó sus manos en mis hombros. —Y tú tampoco estudies demasiado, igual debes descansar.

—De acuerdo. — La apreté en un fuerte abrazo, haciendo mi mayor esfuerzo por contener las lágrimas.

Ella intentó separarse del abrazo tras unos segundos, pero yo no estaba listo para dejarla ir aún, así que no la solté.

Intentaba atesorar aquel momento en mi mente.

Le prestaba atención hasta al más mínimo detalle.

La forma en que su cabello rozaba mi rostro, su perfume viajando por mis fosas nasales, el suave tacto de sus manos subiendo y bajando por mi espalda.

Vaya que extrañaría esto.

—Youngmi. — Susurré.

—¿Mmmh?

—¿Recuerdas el día en que te dije que te amaba?

—Sí, fue un día muy lindo.

—Nunca lo olvides, ¿sí? No dudes de mi amor por ti, jamás. Porque te amo con toda la sinceridad de mi corazón.