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Deberían haber discutido sobre esto. Eran conocidos por el contacto físico que siempre tenían. Sosteniendo sus manos, chocando sus hombros, a veces Stiles se sentaba en el regazo de Derek, con todo esto ausente, bueno, todos se darían cuenta.

Tendría que recordar apoyarse en Derek de vez en cuando, o mantener sus manos unidas cuando alguien se les acercara para hablarles; John y su esposa tenían que creerles.

—Bien —resopló Derek. —No te preocupes, puedo actuar lo suficientemente normal por los dos. Te llenaré de halagados que odias y tú fingirás tus risas...

Él golpeó un nervio, y las palabras salen de su boca antes de que pueda detenerlas.

—Nunca fingí una risa —corrige, porque es verdad. Stiles nunca mintió o fingió nada durante su relación y no iba a permitir que Derek intentara atribuirle parte de la culpa por su relación fallida. La única mentira que Derek podría reprocharle serían las flores, pero él nunca lo sabría, esas flores solo le pertenecían a él. —Pero, tú sí fingiste mucho, ¿no? Tal vez deberías dejar el básquetbol y dedicarte a la actuación.

No deja que Derek responda antes de tomar su mano y arrastrarlo entre la multitud.

Derek respira hondo y, por un momento, Stiles teme haber ido demasiado lejos, pero no dice nada. No se han separado desde que llegaron, y se pregunta cuánto tiempo más podrá aguantar los claveles amarillos que queman en su garganta.

—Sí —murmura Derek, y ese es el final por ahora. Tiene que ser así porque el camino de pétalos rojos los lleva hacia el área donde se ubican las mesas que son para las familias y amigos de los novios. Naturalmente, justo en el centro, con el pastel más grande y feo que haya visto nunca, se encuentran John y Erika.

John los ve en el mismo momento en que ellos lo encuentran, y cuando se acercan a la mesa para tomar su lugar junto a los otros Hale, puede sentir su mirada ardiendo en su espalda.

—Bueno, si no es mi hermanito y nuestro lindo y pequeño Stiles que... —la voz desagradablemente chillona de John se ve interrumpida rápidamente cuando su esposa mete un trozo de pastel en su boca. Es tan instantáneo y contundente que Stiles se estira para agarrarse la garganta, él piensa que incluso las flores se asustan ya que no puede sentirlas.

Pasa toda la noche escuchando preguntas sobre su vida, por qué ya no los visita y sobre lo difícil que debe de ser tener una relación a larga distancia. Laura lo ve, ella frunce su ceño para luego sonreír.

—Supongo que irás a la misma universidad que Derek, ¿cierto? Sería una pena que se separen.

Stiles la ignora y responde las demás preguntas, sonríe mientras miente y les dice que los estudios y las prácticas lo mantienen más ocupado de lo usual, que su mente y cuerpo se sienten muy cansados para cuando se retira de la secundaria, él finge no ver como Derek se encoge en su asiento al reconocer las mismas palabras que él le decía cada día, tampoco se sorprende cuando todos se quedan en silencio cuando les dice que juega voleibol. Ellos comienzan a hablar sobre los partidos universitarios de Derek, de cómo planea cambiarse de universidad el año entrante y Stiles finge tener conocimiento de todo eso.

Puede sentir la mirada de Laura de nuevo, ella nunca deja de juzgarlo pero él se niega a caer en su juego. Toma la mano de Derek por arriba de la mesa cuando nota la mirada triste de Cora, y finge que necesita ir al baño cuando ve por debajo de la mesa y se da cuenta que Derek le está mandando corazones a Paige.

Los claveles estriados que vomita arden aún más cuando su sangre los baña.

Lamenta no haber escuchado a Jackson.

Leaving my love behind - SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora