Luz-Bel III

II Mon

El camarero toma un vaso de agua para beberlo entero y comienza a contar:

«Se llama Mon, se dicen muchas cosas sobre ella, aunque no creo que todas sean ciertas. Dicen que es hija del amor entre un paladín de la Teo y una de las almas en pena que pululan por la frontera sur sin decidirse a ir hacia ninguno de los dos lados, que se amaron locamente pero ninguno de los dos se atrevió a dar el paso y escapar juntos hacia ninguna parte.

»La noticia de ese amor imposible llegó a oídos de muchos y el amante fue destinado al Paraíso sin posibilidad de despedirse de su enamorada, ni siquiera llegó a saber que la abandonaba embarazada...

»La amante tuvo peor suerte, fue detenida y condenada a morir devorada por los cancerberos que vigilan las fronteras de esa parte del mapa... Pero consiguió escapar y decidió volverse a esta su ciudad natal, uniéndose a los revolucionarios cuando todavía llevaba en su vientre a la hija de aquella relación. Pero la madre murió en una trampa al poco tiempo de nacer ella, así que se crió entre terroristas y clandestinos toda la vida».

El contador de tan fascinante historia hace un receso para llevar una botella a un nuevo grupo de humanos que han llegado con ganas de fiesta e incitan a la orquesta a tocar algo más animado, regresando el buen hombre a los pocos minutos. Luz aún sigue absorto imaginando como pudo haber sido aquella historia de amor imposible.

—¿Quiere que siga contándote? Mira que no quiero molestarle con chismes de la calle y de tabernas...

—¡Sí! Por favor, continúa. Me parece muy interesante —insiste con curiosidad el mejor cliente del bar mientras da otro trago a la botella de vodka.

El confidente sonríe y bebe otro vaso de agua para aclarar su voz ronca y apagada.

«La niña se hizo mayor mamando toda es propaganda subversiva que se edita en imprentas clandestinas, aprendiendo a fabricar y usar todo tipo de armas y en entrenamientos de tácticas de guerra de guerrillas. Dicen que es una espía que recaba información para los revolucionarios; incluso he llegado a oír decir que es una comandante del Ejército Rojo y que estuvo al otro lado instruyéndose durante varios años para dirigir a los camaradas de este lado del charco... Otros dicen que llegó a ser la amante del Gran Dictador» Bueno..., dicen muchas cosas. Pero lo importante no es que sea o no verdad, lo realmente importante es que todos así lo creen y la siguen ciegamente.

»Será de las primeras en caer cuando empiece la refriega, morirá como la madre, sacrificada en una causa imposible.

»Lo que sí es cierto, es que en su vida fuera de la clandestinidad tampoco pasa desapercibida en su papel de abogada laboralista, ecologista y feminista. Se dice que ha presentado más de cien demandas laborales y que no ha ganado ninguna, ni la ganará, pero Mon sigue impasible como la primera que presentó. Ella misma va contando que, así al menos, tiene la oportunidad de gritarles a la cara, en los tribunales, a los demonios corruptos, sin tener consecuencias graves para ella, tan solo le han caído algunas inhabilitaciones leves por desacato a la autoridad...

El hombre agudiza, sin mostrar ningún disimulo, toda su atención sobre ella; busca tras los oscuros cristales de sus gafas para encontrarse con la mirada fija de unos ojos negros como la noche, más oscuros y fríos si cabe.

Ella no le había quitado ojo desde que lo vio entrar por la puerta, sabía que aquel caballero con el torso desnudo, un pantalón de primera y los mejores zapatos del mercado, no era un cualquiera, y había estado atenta a todos sus movimientos y a las conversaciones en la barra.

Al sentirse observada la mujer baja la mirada entre sumisa y provocativa, buscando con curiosidad la mano que esconde el guante negro.

La orquesta anima la fiesta, cada vez son más los clientes que han ido llegando al local, sumándose al baile entre penas y alegrías, entre desesperación e ilusión, con la simple intención de pasar juntos un buen rato y dejar a un lado los problemas de una vida tan dura y efímera.