La exigua luz del ascensor apenas deja ver una enorme sala completamente a oscuras, en su interior, tan solo una gran mesa central y algunas sombras sentadas de las que apenas solo se pueden ver sus ojos destellantes. Un silencio sepulcral y un fuerte hedor a podredumbre invade de súbito el interior del ascensor, el ambiente es tan denso que podría cortarse con un cuchillo y el calor que emana de las paredes se hace casi insoportable, al menos para los dos humanos.
—Entra Luz-Bel, hijo mío, que alegría que nos hayas honrado con tu visita... al fin. Llevábamos tanto tiempo esperándote para que nos muestres tus propuestas como recién nombrado Ministro de Interior, que empezábamos a impacientarnos —le invita a pasar desde el interior, con voz ronca, profunda y cierta sorna, Satanás, su padre—. ¡Pero que ven mis ojos! Traes invitados... ¿y humanos? Vaya, esto sí que es una sorpresa que no me esperaba, no recuerdo haber visto uno en mi despacho desde... nunca. Vamos Luz-Bel entra y siéntate en tu sitio que nos tienes en ascuas —recalca con saña el nombre de su hijo.
El recién llegado aprieta con fuerza los dientes para contener su ira al escuchar su nombre por aquel que únicamente puede permitírselo decir sin su permiso. Sus ojos destellan fuego buscando a su progenitor al que detesta sobre todas las cosas en el Infierno.
—Créame, padre, la alegría por nuestro reencuentro es mutua, como lo es, también, poder saludar a todos los miembros de este Consejo aquí presentes; a los que quiero transmitir mi sorpresa por el gran interés y curiosidad que han mostrado por el informe que os he preparado y os traigo hoy aquí para su debate. —Entra en la habitación haciendo una señal a sus invitados para que le sigan, al salir, las puertas del ascensor se cierran de súbito con un último tintineo de campana.
Un sutil resplandor cubre el cuerpo de Luz, dando una ligera luminiscencia que permite ver con un poco más de claridad a los grotescos cuerpos de los demonios sentados a ambos lados de la mesa y que le observan con una mezcla de intriga y desprecio. El recién llegado da unos pasos hacia delante hasta llegar a su sitio, pero aparta la silla enfrente a la de su padre y suelta con desdén el montón de papeles sobre la mesa, permaneciendo de pie y provocativo ante los presentes.
Una hermosa demonio con cuerpo voluptuoso de mujer, cubierto de escamas de relucientes colores, grandes y duros pechos al descubierto y largos cabellos rojos de los que sobresalen unos afilados cuernos, se levanta de la izquierda de Satanás y busca a la recién llegada que, asustada se aprieta agarrándose con fuerza al brazo de Luz.
La demonio hace una mueca de desagrado al olerla y con voz hipnotizadora y sensual recrimina a Luz:
—Nunca dejas de sorprenderme, querido. ¿Es acaso esta, un regalo que nos traes como aperitivo, o por el contrario debería de mostrarme celosa al pensar que es tu nueva amante? ¿No me digas que me has cambiado por una sucia y apestosa humana, no sé si podría soportar tal humillación? —Desliza la demonio una lengua con forma de serpiente que asciende desde las piernas de Mon para subir e ir enroscándose con suavidad en su cuello—. ¿Te lleva ella acaso al séptimo cielo del placer al que te llevé yo tantas veces antes, querido?
Sonríe y con ella, algunos de los presentes.
La serpiente con un agudo siseo lanza sus dientes con intención de clavarlos en el cuello de la mujer, pero Luz, con un rápido movimiento, agarra con fuerza a la serpiente y de un tirón la arranca de la boca del demonio y del cuello de la humana, para lanzarla contra el suelo. La serpiente busca con celeridad a su propietaria y asciende por ella hasta entrar en su boca.
—¡Malnacido! —grita ofendida mientras lanza su mano con intención de golpear sobre el rostro de Luz, pero este la detiene con su mano enfundada en el guante a escasos milímetros de su mejilla—. Juro que me pagarás esta ofensa, no la olvidaré nunca —recalca molesta.
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Luz-Bel III
RandomLuz-Bel, afligido por la corrupción con la que se gobierna el Infierno y la deriva a la que se precipita, tras conocer a Mon, una humana revolucionaria que planea un levantamiento por las malas condiciones en las que viven los de su especie, propond...