Capítulo 11

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—¿Quieres un helado?

—si

El rubio miraba los sabores de helado, tratando de decidirse por uno ante la mirada atenta del pelinegro.

—chocolate, por favor —se decidió al fin.

—Y yo uno de Limón por favor —agregó Jungkook

—¿Limon? —se burló Jimin una vez afuera de la tienda.

—¿no te gusta?

—¿a quien le gusta el helado de Limón?

—oye~ a mucha gente la gusta —Jimin rió divertido

Entre risas, caminaron un rato por el parque, que se había vuelto su lugar favorito para pasear y compartir tiempo juntos porque después de el show de baile, Jungkook se dedicó a invitar a Jimin a cenar, tomar un café, o como hoy, pasear un rato por el parque.

No importaba mucho el lugar, solo querían la compañía del otro y hablar de lo bueno o incluso malo que habían estado pasando durante los días.

Llevaban unas semanas saliendo, pero ya se querían como unos muy buenos amigos de toda la vida.

[Beep beep] —Una llamada proveniente del celular de Jeon interrumpió a los chicos.

—perdón —Jimin asintió, Jeon sacó su celular y contestó enseguida observó el nombre de hoseok en él —¿Hola?

—Jungkook! iremos al club, ¿te apuntas no?

Y esa sola frase, originó la batalla más grande jamás creada en su cabeza.

Debía decidir, ir y pasar una noche de deliciosos besos y caricias junto a un muy extrañado Yim, o seguir pasandola bien con el tierno y divertido de Jimin, que debía aceptar que le gustaba, al menos un poco.

Tal vez lo del club era en la noche y muy fácilmente podría salir con los dos en el mismo día si así lo quisiera pero ¿Que tan bien está hacer eso? ¿No era eso ser doble cara?

Por supuesto que no, Yim dejó muy en claro la situación, eran dos simples personas pasandola bien en un ambiente sexual, y con Jimin, bueno con él..eran solamente amigos, aunque Jungkook no podía seguir evitandolo más, si le gustaba, lo admitía, pero eso tampoco quiere decir que tendrían una relación, o que fuera a confesarse porque no sabía lo que realmente quería, aún no tenía bien claros sus sentimientos.

¿Pero como puede hacer eso?

No supo en que momento pero, ya tenía a dos lindos chicos para simplemente elegir con quien estar, y aunque suene bien, a Jeon no le parecía de lo más atractivo esa idea.

Hasta hace poco, desconocía su gusto por los hombres y ni siquiera pensaba en una vida sexual activa, pero de la noche a la mañana todo eso cambió; ahora tiene a un hermoso y sexy hombre por las noches, con el cual comparte momentos demaciado subidos de tono para lo que estaba acostumbrado, besos llenos de pasión, caricias que jamás pensó disfrutar de tal manera, frases ardientes que jamás pensó decir o escuchar; y por otro lado, uno por el día, con el cual comía, hablaba hasta por los codos, entendiéndose en muchos aspectos, descubriendo que sus ideas en común son demasiadas , divirtiéndose al punto de sentir que el tiempo pasa lento y al mismo tiempo rápido, pues jamás queda satisfecho con las pocas horas que se ven, siempre quiere más, de los dos por igual.

—¿Todo está bien? —la melodiosa voz de Jimin sacó a Jungkook de su trance, quien asintió en respuesta al rubio y devolvió su atención a su amigo en la llamada.

—si.. —respondió finalmente —lo más probable es que ahí estaré.. —colgó

—¿tienes que irte? —preguntó Jimin algo curioso.

—para nada, mis amigos quieren que salga con ellos pero mas tarde —sonrió

—entiendo.

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—vas a odiar que lo diga pero, realmente te extrañé —suspiró Jungkook -con la voz más ronca de lo normal -en el blanquecino cuello de Yim.

—¿a si? —sabía perfectamente que si pero amaba escuchar esos comentarios tan involuntarios del pelinegro.

—mhm —afirmó

—Muéstrame cuanto. — Retó, tan coqueto como siempre.

Sin precio aviso, tomó las lindas piernas y las levantó sin ningún problema hasta subir al rubio a un mueble del camerino donde Yim se preparaba para el show.

Estar en las mesas, a la mira de todos no era una cosa que les agradara, siempre querían algo más de intimidad y el baño no es una buena opción cuando estás en riesgo a que cualquier persona pueda entrar y reconocer al bailarín, dando por hecho que realiza trabajos en privado, cuando no es así, por lo que, los antifaces nunca han sido retirados de sus rostros antes, por el propio bien de ambos.

Pero eso está a punto de cambiar.

En la privacidad del camerino, ya nadie los puede ver, ya no hay riesgos ni nada por el estilo.

Jungkook besó tanto a Yim que de pronto sus labios estaban tan rojos e inchados pero eso no lo detuvo en absoluto, por el contrario, solo lo animaba a besarlo cada vez más.

Las ropas comenzaron a desaparecer de sus cuerpos, siendo tiradas en alguna parte de la habitación, dejándose con los torsos desnudos.

Los dos estaban totalmente excitados, con las erecciones estorbando dentro de sus pantalones y la temperatura subiendo cada vez más.

Jungkook cargó a Yim y lo llevó al sofá en donde se metió entre sus piernas, quedando sobre él, posicionando sus manos a los lados de la cabeza del otro, atrapandolo entre su cuerpo. El pelinegro fue deslizado sus manos en el cuerpo del otro, sintiendo como ésta se eriza ante el frío tacto, sonrió y llegó hasta los pezones rosados, acariciandolos suavemente para después llevar uno de ellos a su boca, sacando un claro jadeo de Yim.

Después de atender aquellos botones, bajó sus besos húmedos por todo el abdomen dedicándole el tiempo a cada espacio de su piel. Se topó con el cinturón y sonriendo al ver el bulto del rubio, no pensó mucho en quitarlo, al igual que aquellos pantalones, dejándolo en ropa interior.
Acarició la erección y luego la besó, desesperado de sobre manera al otro, quien mantenía su mirada fija en el pelinegro, con la respiración agitada y mordiendo su labio de la excitación.

Cuando por fin retiró el bóxer, tomó aquel miembro ya húmedo y lo masturbó, torturando al otro, que gemía desesperado.

—Jeon~ag

—dime, precioso

—p-por f-favor.. Mhg

—¿por favor que, bebé?

—¡ah! —gimió cuando la velocidad en aquella masturbación aceleró. —¡ah! si~ así mgg

Jungkook metió aquel lindo pene a su boca y comenzó una mamada que, Jimin estaba considerando la mejor de su vida. Estaba hecho un desastre, con una ligera capa de sudor en su frente, los cabellos desordenados, los labios entre abiertos y la mirada fija en Jungkook, tratando de no cerrarlos y sumergirse en tanto placer, por que estaba seguro que se correría en cualquier momento.

Doble vida 🎭 [kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora