6 alfajores de arandano

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William le mostró el mensaje a Sherlock y a los demás pues papaya estaba dando a luz, por lo que Fred quería que fueran los primeros en ver a los pequeños gatos. El tramoyista estaba muy emocionado, aunque no era la primera vez que ayudaba en un proceso así. Por esto mismo es que decidieron terminar con rapidez sus malteadas para ir al set de grabación en donde la gata había encontrado su hogar. Sherlock subió a su motocicleta y William lo acompaño, el rubio se aferró a la cintura de su amante con firmeza pues se encontraba bastante feliz por la noticia.

-No puedo esperar a ver a los hijos de papaya- pensaba el actor con emoción en su corazón- debo contárselo a Louis..

-Me encanta ver sonreír a mi querido diente de león- pensó Sherlock

Lo llamaba así pues era la fuente de su deseos suaves y brillantes, lo amaba tanto agradeciendo tenerlo en su vida. Dirigiéndose con rapidez hacía el lugar en el que estaba Fred quien ayudaba a la minina a parir. Cuando llegaron encontraron que Papaya ya había tenido a tres de sus hijos y faltaba algunos más.

-Señor William, me alegra que este aquí y los demás también- dijo con una pequeña sonrisa adorable.

-¿Cómo está ella?- dijo Adam

-Necesita privacidad- dijo de manera amable.

William estaba emocionado y aprovechando que la gata todavía no había tenido a todos sus hijos llamó a Louis quien se alegro de recibir la llamada de su hermano.

-Voy enseguida y traeré comida para todos ¿Bastarán cincuenta alfajores de arándanos?

-Yo creo que es mucho- dijo William risueñamente

-Apuesto que tienes un gran apetito.

El actor rio de manera encantadora y como siempre no podía negarse a las preparaciones de su querido hermano menor. Hablaron un poco hasta que Louis le dijo que le avisaría a Albert que estaba atendiendo algunos asuntos de las plantaciones de la familia Moriarty.

-muy bien Louis traerá comida para todos- dijo William con jubilo

Sherlock realmente admiraba la relación que tenían esos dos hermanos, aunque su relación con Mycroft no fuera mala este siempre le molestaba. Era un dolor en la espalda y siempre estaba burlándose de él. Sin embargo, este había cuidado de él desde que sus padres fallecieron.

-Debería llamarlo un día de estos- pensó el hombre de cabellos oscuros.

Bond y su pareja también estaban encantados y ya habían pedido a uno de los gatitos para cuidarlo. Fred les dijo que podrían llevárselo una vez estuviera listo para consumir comida de gato y aprendiera a usar el arenero.

-¿Crees que deberíamos adoptar a uno?- le dijo William a su pareja que lo estaba abrazando por detrás con su cabeza apoyada en el hombro del rubio.

-Sería una buena compañía- comentó Sherlock.

Fred fue a ver si Papaya estaba lista y descubrió que había cinco pequeños bebés, pero a la gata le faltaba uno solo por parir. El chico se quedó para ayudarla de ser necesario, pero ella lo hizo muy bien y dio a luz al último gatito.

-¿Todo bien Fred?- preguntó Moneypenny

-Sí señorita, ya nacieron todos- dijo Fred mientras se dirigía a la parte del set donde estaban los demás.

El director había permitido que la gata diera a luz a sus hijos allí y estaba bastante contento de que lo mininos nacieran bien. Ahora se encontraba atendiendo otros asuntos por los que no pudo estar allí. Los demás fueron en parejas a ver a los gatitos pues no querían estresar demasiado a la madre.

-Son preciosos- dijo William mientras los observaba tomar su leche.

-Mira el color del pelaje de ese es igual a tu cabello-señalo Sherlock.

-Y ese negro se parece mucho a ti, es un revoltoso- dijo con diversión y malicia el rubio.

-¿Ah sí?- dijo mientras empezaba a hacerle cosquillas a su pareja

-espe-jajaja, para- dijo entre risas William.

-¿No te gustaban las sonrisas?- dijo con voz risueña.

Fred solo los miraba y con voz firme les señalo que no hicieran tanto escandalo pues Papaya necesitaba descansar. Ellos se disculparon y se fueron a la otra sala donde estaban esperando los demás. Bond y Moneypenny se acercaron para ver a los hijos de la gata, el actor y modelo señalo que le gustaba un gato de color blanco con manchas grises.

-Son tan lindos al igual que Irene y yo- dijo con ternura el joven

-Son hermosos- expresó con dulzura Moneypenny

Después de un rato llegó Louis acompañado de Moran quienes traían bandejas llenas de alfajores de arándanos los cuales olían maravillosamente bien. Los cuales repartieron entre todos y Adam los felicitó por su excelente repostería. Entonces Moran con cierto porte intimidante se acercó a Sherlock.

-Hey tú detective ¿has tratado bien a William?- le dijo con voz con tinte amenazante.

-Lo cuido bastante bien- dijo con una sonrisa que quería decir que cuidaba de él en todos los sentidos.

Moran lo miro de mala manera y deseando que Louis no haya escuchado eso, pero para su desgracia él escucho fuerte y claro sintiendo como su sangre hervía, pero fue calmado por William.

-Mejor come uno de tus deliciosos alfajores. ¿ por favor?- le dijo de manera encantadora mientras acercaba el dulce a la boca de su hermano.

-Gracias Hermano- dijo sintiendo una agradable sensación.

Fue una buena tarde y se sacaron muchas fotografía de Papaya acompañada de sus crías, por otro lado, los alfajores fueron una sensación y desearon que no se acabaran. Los gatos se quedarían en ese sector del set hasta que fueran lo suficientemente grandes.

-Son maravillosos ¿no?- pensaba William al observar el panorama.

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