Frutal

23 Dulce de membrillo

William estaba colocando su mejor vajilla para recibir a Moran y a Louis quienes tenían algo importante que decir. Sherlock estaba preparando café para todos y buscando los bocadillos. Ecuación y Algoritmo jugueteaban debajo de la mesa como si supieran que Louis iba a venir.

El repostero era buen amigo de aquellos gatos y les recordaba un poco a Fred quien no se olvidaba de pedirles fotos a sus dueños. Entonces sonó el timbre del departamento y William se apresuró a abrir la puerta feliz de ver a su hermano menor. Él venía acompañado por Moran que se quedo un poco al margen al ver el cariño que se demostraban aquel par.

-Hola Louis- le dijo mientras lo abrazaba

El menor correspondió el abrazo y disfruto de la calidez que le brindaba el cuerpo del otro, luego Moran saludo de modo arisco a Sherlock quien le sonrió de manera desafiante. Después de todo este tiempo todavía había cierta tensión entre ambos, pero nada que no pudiera arreglarse con una buena comida.

-Trajimos dulce de membrillo- le comentó Louis con una sonrisa.

-Quedará delicioso con el pan que compramos en el supermercado- dijo William mientras se alejaba de su hermano.

Entonces los gatos se frotaron contra las piernas de Louis quien no pudo evitar acariciarlos y alabar su belleza. Se dirigieron a la mesa en donde estaba la cafetera con su contenido hirviendo. Louis se sentó en una de las sillas y Moran se colocó al lado de este, después tomaron asiento los prometidos.

-¿Cómo han estado sus ventas?-preguntó Sherlock

-Han sido bastante buenas, posiblemente podríamos hacer una ampliación o abrir otro local- dijo orgulloso Moran.

-Por otro lado, francotirador está enorme y juguetón como él solo- señalo Louis

-Me gustaría que jugara con Ecuación y Algoritmo- fue la petición de William.

-Sí lo traeremos en alguna ocasión- dijo Moran.

Estuvieron conversando y tomando café acompañado con el delicioso pan. Hasta que finalmente Louis revelo aquello que quería que su hermano supiera.

-Sebastián y yo nos vamos de viaje- dijo con seriedad como si se tratará de un asunto de vida o muerte.

William no supo que decir por lo que Sherlock se encargó de responder por los dos y le preguntó a Louis a donde irían. Este le respondió que a Canadá ya que desde hace mucho tiempo que necesitaban unas vacaciones. El actor pareció finalmente asimilar la noticia y felicitó a su hermano.

-Eso es grandioso Louis. ¿a qué lugar irán?

-A Toronto y a las cataratas del Niágara – respondió con una sonrisa

-Ese es un gran lugar, recuerdo cuando tuve que filmar allí- dijo William con alegría.

-Sí William dice que es un buen lugar estoy seguro de que lo pasaremos bien- señalo con regocijo Moran mientras pasaba su brazo por los hombros de Louis.

-Además allí se filman muchas películas pues se asemeja a nueva york, pero es mucho más barato grabar allí

-¿me estás diciendo que he vivido engañado durante toda mi vida?- dijo Sherlock con tono de voz sorprendido.

-Así es Darling, pero eso no quita que sean buenas películas- lo consoló el actor.

Siguieron hablando durante un rato hasta que William quiso hablar con su hermano en privado por lo que fueron al balcón. Mientras tanto se formó un silencio incomodo entre Sherlock y Moran pues no sabían de qué hablar.

-Louis confírmalo.

-¿Qué cosa?

-¿Le pedirás matrimonio en este viaje?

Louis solo le sonrió de manera tímida y saco del bolsillo de su pantalón una pequeña argolla plateada. Tenía buen gusto pues era de un material noble y con una pequeña inscripción en la parte interior.

-Louis... es hermoso- le dijo con cariño.

-Mientras estemos en las cataratas se lo pediré.

-Moran no sabe lo afortunado que es por tenerte, si hace cualquier estupidez para hacerte llorar no lo perdonare jamás.

-Sebastián me cuida bastante bien, no te preocupes- le dijo de manera risueña.

-Más le vale pues soy capaz de matarlo por ti.

-Pero yo estaría muy triste si eso sucede- comentó Louis pues en realidad si estaba muy enamorado del otro hombre.

-Lo sé, pero me dan ganas de golpearlo de vez en cuando. ¿Te acuerdas esa vez que se le olvidó tu cumpleaños?

-Sí lo recuerdo, pero en su defensa me lo compensó de una gran manera.

-Con ese gato de peluche gigante ¿no es así?

-Tommy sigue en nuestro cuarto desde entonces.

Entonces mientras esos dos conversaban Sherlock intento hablar con su cuñado pues pensó que a Liam le gustaría que fuera amable con su amigo y pareja de su hermano.

-¿Qué tan lejos puedes alcanzar un objetivo?- le preguntó de la nada el detective.

-Más de veinte metros, aunque depende de que tan grande sea el objeto.

-Interesante- le dijo Sherlock fingiendo interés.

-No sé porque te empeñas en que nos llevemos bien, yo no te agrado, tú no me agradas y Louis te tolera.

-Liam quiere que nos llevemos bien y eso para mí es suficiente.

Al parecer eso remeció el corazón de Moran pues empezó a buscar un tema de conversación que ambos pudieran seguir. Después de un rato volvieron Louis y William sorprendiéndose que esos dos estuvieran charlando amenamente.

-Que bueno que se lleven bien- pensaron el par de hermanos.