Sherlock tocaba el violín de una manera magistral pues aquel junto a la química eran sus pasatiempos. Cuando era un joven niño estuvo bajo la protección de Mycroft y este le concedió su deseo de tocar aquel instrumento. Demostró una gran habilidad desde el principio, pero lo que realmente le gustaba era resolver acertijos. Por esto su carrera principal era ser detective; sin embargo, podría dedicarse perfectamente a cualquiera de sus aficiones.
Ahora mismo se encontraba tocando en un pequeño concierto para su novio, este lo observaba con su ojos escarlatas pendiente de cualquier nota que saliera producto de las hábiles manos de su Sherly. Aquellas que eran tan expertas en tocar su piel y hacerlo vibrar como las cuerdas de aquel instrumento.
Entonces Sherlock después de un apasionado movimiento se permitió abrir sus ojos pues los había mantenido cerrados para concentrarse en la música sin distraerse observando a su querido diente de león.
-¿Cómo estuvo?- dijo con la respiración agitada pues interpretar la melodía requería de toda su energía
-¿En verdad me harás admitir que estoy celoso de tu violín?- le dijo con diversión William mientras lo miraba de aquella manera tan especial que lo hacía estremecer.
-¡Liam!- dijo con un leve sonrojo y sintiendo una agradable sensación recorrerle la columna vertebral
-Mr. Holmes creo que debo hacer algo para ganar de nuevo su atención- le dijo mientras se acercaba con la gracia de un felino y rodeaba el cuello de su amante con sus brazos.
Sherlock dejo caer su violín pues siempre era débil ante los ataques sorpresas del rubio, debido a que este podía ser todo un seductor cuando se lo proponía y cuando no también.
-¿Qué esperas para besarme?- preguntó de manera suave William.
Esa fue la señal para que Sherlock posara su boca sobre la del rubio para llenarlo de besos y sus manos se situaron en las caderas de su novio. E iban a seguir el curso natural de las cosas, pero Sherlock recibió una llamada de parte de John a quien le tenía un tono que correspondía a la banda sonora de una película de misterio.
William se alejó insatisfecho, pero con elegancia se arreglo sus ropas y fingió que no le molestaba que Sherlock le fuera a contestar a su amigo. Fue a sentarse al sillón a jugar con Ecuación y Algoritmo quienes aceptaron su afecto. El pelaje negro del segundo era brillante y se sentía bien al tacto al igual que el de su hermana.
El rubio aprovecho a sacarles fotos y enviárselas a Fred pues este quería asegurarse de que los mininos estuvieran bien cuidados. Después de un rato Sherlock volvió y con su mirada se disculpó con William por haber cortado sus sesión de besos y caricias.
-No, Sherly, no estoy enojado contigo- le aclaró a pesar de que en su tono de voz había un poco de insatisfacción.
-Te lo recompensare, pero ahora necesito pedirte algo- le imploró.
-¿Qué cosa?
-John me dijo que quiere que lo acompañemos a una heladería nueva que tiene un evento para parejas.
-Ningún problema Sherly – le dijo con una brillante sonrisa, pero sus ojos no se veían muy contentos.
-Da miedo, pero... ¿Por qué me hace estremecer?- pensó Sherlock sintiendo escalofríos
Uno de los principales problemas que tuvieron fue la estrecha amistad que tenían John y el detective. A pesar de que la relación entre William y este fuera solida aún el primero se sentía un poco inseguro pues muchas veces Sherlock se refería al doctor como su querido Watson. Lo mismo ocurría con Sherlock al respecto de Moran quien en un inicio se mostró muy protector de William. A pesar de que terminara saliendo con Louis era cierto que estuvo enamorado del aspirante a actor. Pero una vez conoció al cocinero empezó a desarrollar sentimientos por este.
-Déjame verificar si nuestros gatos tienen comida.
-Por supuesto que tienen tú te encargas que nunca les falte.- dijo Sherlock con diversión.
Entonces una vez se encargaron de eso se dirigieron a tomar la motocicleta del detective y partir al encuentro de John y Mary. Estos ya se encontraban en camino a la heladería por lo que se toparon casi de inmediato.
-Hola chicos- dijo amablemente la embarazada.
-Hola Mary- saludaron ambos.
-Tiempo sin verte Sherlock- expresó John mientras chocaba puños con el detective- Es un gusto verte también William, gracias por siempre cuidar de este insensato.
-¡Hey! Y tú no te rías Liam- dijo mientras veía como su novio contenía una pequeña carcajada.
-¿Entremos?- sugirió Mary.
Entonces una vez a dentro una señorita les preguntó que iban a pedir y les paso una Tablet donde estaba el menú. Mary tenía un gran apetito por lo que pidieron una copa gigante de sabor chocolate. Sin embargo, Sherlock y William pidieron un helado para compartir llamado "Explosión de fresa". Sus pedidos fueron preparados meticulosamente y una vez listos se los entregaron. Se fueron a sentar y disfrutaron de los deliciosos postres, pero William tenía un deseo y como Sherlock le debía lo de hace un rato decidió cobrárselo.
-Di "ah"- le dijo mientras tomaba un poco de helado con su cuchara y lo acercaba a la boca de su pareja.
-¿Liam?- dijo un poco avergonzado pues todos los demás clientes los estaban mirando.
Pero aún así hizo caso pues a pesar de que sabía que solo buscaba avergonzarlo lo hacía sentir una agradable sensación en el pecho. Entonces abrió la boca para recibirlo y se relamió los labios al saborear el helado.
-Pfff-se rieron los tres restantes en esa mesa.
-Definitivamente debo vengarme por esto- pensó avergonzado Sherlock.

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Frutal
FanfictionSherlock el mejor detective está saliendo con el extraordinario actor William James Moriarty. Ambos viven su día a día en donde se entremezclan los sabores y aromas a fruta. Las vivencias de ambos estarán acompañadas de un gusto frutal siendo una d...