Frutal

27 Pastel de durazno

Era la mañana previa al gran día y ambos se estaban encargando de los últimos detalles para tener la boda perfecta. Sherlock se encontraba un poco ansioso, pero lo ocultaba perfectamente, aunque William se dio cuenta casi al instante. Por esto le ofreció una infusión que Fred le había enseñado a hacer y al parecer surtió efecto pues el detective se relajó un poco.

-¿Qué me diste Liam?- preguntó después de tomarse todo el contenido, aunque sabía que no era veneno pues su prometido jamás haría aquello.

-Es menta mezclada con otras hierbas. Secreto que compartimos Fred y yo

-Fred es como el hermano menor que todos quisieran tener. Todavía sigue pendiente de Ecuación y Algoritmo.

-Sí es adorable- le dijo William.

-¿Y yo?¿no soy adorable?- preguntó Sherlock mientras le miraba de aquella manera tan especial.

-No, tú eres encantador

-¡Liam!

William se rio de manera dulce y recordó su despedida de soltero en donde la paso con sus hermanos y los mellizos Adler. Mientras que Sherlock se dedico a resolver el misterio que elaboraron Billy, Garret y John. Fue toda una experiencia ya que todos se esforzaron por darle una grata aventura a los prometidos.

-Todo saldrá bien, te lo prometo- le dijo William.

-Eso espero- pronunció Sherlock sintiendo un nudo en el estómago.

Normalmente el detective exudaba confianza, pero cuando se trataba de su amado se volvía un poco más temeroso. Sin embargo, le confiaría su vida a Liam y nada lo haría cambiar de opinión.

-El lugar está listo, Fred se encargó de la decoración acompañado de la dirección de Billy. -dijo William

-Louis y Moran ya tienen listo el menú de la velada- señalo Sherlock

-Bond e Irene ya enviaron las invitaciones que quedaron esplendidas.

-Albert ya escogió la selección de vinos.

-La señorita Moneypenny se encargará de mi aspecto y la señorita Hudson del tuyo.

-Jack ya tiene reservado el lugar y los guardias que contrato para la boda ya están dispuestos.

-Mycroft se encargó de los gastos, es mejor que le demos un regalo después

Faltaba un último detalle y eso era la música de la cual se estaban encargando Herder y Patterson. Todo iba a salir perfecto y no había nada que pudiera arruinar la velada.

-Todo saldrá bien, Liam. No te preocupes- le dijo al notar como miraba por la ventana

Excepto porque pronosticaban lluvia en el gran día y la pareja deseaba que ocurriera un milagro ,pero eso no paso pues las nubes estaban oscuras dispuestas a dejar caer el agua en cualquier momento.

-Mierda- expresó Sherlock en la mañana de la boda al ver como se largaba a llover.

-No te preocupes, Jack me acaba de llamar y consiguió una carpa para colocar encima del lugar de nuestra boda.

-Pero nuestros trajes se arruinarán.

-No sí llevamos paraguas- le dijo de manera confiada William.

-A veces olvido quien es el más inteligente entre nosotros dos- le dijo con diversión.

-Es practicidad, Darling.

Después de un rato llegó la señorita Hudson que se llevó a Sherlock casi a rastras y le guiño un ojo a William.