Kate Sheffield tenía dieciséis años cuando conoció a Anthony Bridgerton. Fue un verano en Aubrey Hall de lo más interesante. Y aunque al comienzo ella no quería ir porque estaba segura de que todo era un plan casamentero, al final le encantó pues encontró que tenía mucho en común con las chicas Bridgerton y sobre todo con Anthony. Los dos eran ágiles, intrépidos y buscaban ganar todo el tiempo. —Sé cuál es el objetivo de este verano, mi lord. -Dijo la chica mientras caminaba por los jardines junto a Anthony. —Me he dado cuenta de que están la misma cantidad de jóvenes y señoritas. Cinco caballeros. Usted, sus dos hermanos menores, y su amigo, lord Basset. Y habemos justamente cinco señoritas llegando casi a la edad casadera, yo, su hermana Daphne, Prudence y Philippa y mi hermana Edwina. Las pequeñas no cuentan.
—Que observadora, señorita. Es imposible negar que eso es cierto, mis padres son unos completos casamenteros. Y creo que lo hacen bien. ¿No le parece? Un cortejo bien planeado y que de paso es divertido. -Kate sonrió y luego comenzó a reírse. —Sé que le parece gracioso todo esto como viaje de verano.
—Es gracioso usted y ese porte que tiene tan estirado. ¿Y no le gustan las otras señoritas? Prudence tiene quince años.
—No. la señorita es... definitivamente no es para mí, y no diga nada de la señorita Philippa, seguro encontrarán buenos caballeros. Daphne es mi hermana, y luego está su hermana, la señorita Edwina. Es agradable, pero tampoco siento nada.
—Así que prefiere conversar y pasear conmigo.
—Además de ser la única que jugó a la altura en el juego de Pall Mall, ninguno había podido vencerme en años anteriores, pero hizo trampa ¿Sabía? Me dejó con el peor mazo de todos.
—¿No le gusta el rosa? -Ambos comenzaron a reír y Kate se acomodó un mechón de su cabello tras la oreja cuando escucharon un grito a lo lejos en el jardín, había risas y también muchos reclamos femeninos. Corrieron ambos a dónde venían los gritos y vieron a Murray, Benedict y Simon reírse de Edwina, Daphne y Penélope que estaban llenas de harina mientras ellas los perseguían para evidentemente vengarse. —Creo que acaba de haber un crimen en su jardín.
—Eso me temo. Daphne. -Fue hasta su hermana y la detuvo antes de que ella empujara contra los rosales a su mejor amigo Simon. —Basta, basta. ¡Daphne!
—¡TE ODIO! ¡MIRA LO QUE HICISTE! -Mientras Daphne le gritaba a Simon quien había sido el perpetrador de aquella broma, Colin se acercaba a Penélope y le extendía su pañuelo. Kate fue directo con su hermana para ayudarla a sacudirse la harina. Ambos como hermanos mayores llevaron dentro de la casa a sus hermanas. Colin miró a su hermano y a sus dos amigos con mucho enojo.
—Deberían estar avergonzados. Molestando niñas, que pena con ustedes. -Y sin darles chance de contestar tomó a Penélope de la mano y la llevó lejos de aquel árbol dónde ellas estaban reunidas y la llevó camino a casa. —¿Estás bien, Pen?
—No se nota la diferencia, creo. -Dijo sacudiéndose los brazos de la harina. —Sigo igual de blanca, solo que ahora no se notará si me pongo roja por el sol. -Y comenzó a reírse mientras miraba a Colin. —Es la primera vez que soy víctima de una broma. Necesito lavarme, ¿Cómo está mi cabello?
—Lleno de harina. Vamos a casa, seguro tu doncella te ayudará a estar otra vez presentable.
—No tienes porqué escoltarme. Gracias por preocuparte por mi, eres muy bueno conmigo, Colin. -Y la vio irse dentro de la casa y sonrió, pues no se había dado cuenta que se llevaba su pañuelo. Se quedó ahí parado como un bobo cuando su hermano mayor vino y le dio un golpe en el brazo.
—¡Benedict!
—¡Sí, así me llamo! -Contestó entre risas antes de abrazarlo. —¿Eso que fue? Ayudaste a Penélope.
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AMOR CON CONDICIONES
FanfictionForjado bajo presión, probado en fuego y con un corte inmaculado, los diamantes se muestran al mundo con un brillo, lustre y porte únicos, y una señorita debe resaltar y solo una sobresale entre la multitud, y en la temporada de 1814, la elegida y f...