Penélope se hallaba oculta en la biblioteca intentando no hacer ruido mientras su padre hablaba con Lord Cowper. Al parecer, ella era el tema de conversación. —¿Quiere sentarse Lord Cowper? -Archibal invitó a Lord Fitzpatrick Cowper a sentarse y le sirvió una copa, ella vio por un pequeño espacio como aquel lord aceptaba la copa que su padre le tendía. —Bueno, puede decirme. Está aquí para hablarme de Penélope ¿No es así?
—Me temo que sí. Y en parte porque yo también busco el bienestar de mi hija, la señorita Cressida Cowper. Por eso quiero pedirle su ayuda para alejar a su hija del señor Colin Bridgerton. Ellos dos han sido vistos juntos en un carruaje por la doncella de mi hija, fueron a la casa de él en Bloomsbury. Por consideración a su familia es que no hemos dicho nada al respecto, pero es indecoroso ¿No lo cree? Ahora, mi hija, una muchacha preciosa pero que no tiene un prospecto muy elevado, sé que no es la favorita esta temporada. Pero quiero casarla, y el señor Colin Bridgerton fue a visitarla. Aquí está mi plan, usted me ayuda, yo muevo las piezas necesarias para que mi hija y el señor Bridgerton se casen y a cambio la información que tengo de su hija no se verá regada por toda la ciudad, además, convenceré a lord Robert Huxley, puede que también a otros para que cortejen a su hija y ella tenga un elevado rango, si tiene un bastardo al menos estará bajo la protección de un apellido importante.
Chantaje y oportunidad.
—Realmente es usted el verdadero peligro, lord Cowper. No creo que el señor Bridgerton haya algo a Penélope. Son amigos desde que ella iba a Aubrey Hall a convivir con otras señoritas de su edad. Pero si entiendo su preocupación y sobre todo lo que quiere, así que no había necesidad de amenazar a mi familia. Espero mucho de Penélope y estar cerca de ese crápula sin vergüenza. Hace que mi hija quede mal. Pero si se casa, si se casa se alejará. ¿Acaso piensa crear un momento que deje la reputación de su hija por el suelo?
—Sí, y ella está de acuerdo. Y mi esposa igual, una vez sea la esposa de Colin Bridgerton quedará olvidado, y será más rica de lo que pueda imaginar.
Ambos sonrieron y Penélope supo que tenía que hacer algo urgente para evitar que eso pasara. No sabía que podría ser, pero tenía que estar preparada para todo. —¿Cuándo será?
—La noche del baile de los Hastings. Haré que ambos se encuentren en el invernadero y que luego, los encuentren a ellos. -El padre de Penélope asintió y ella, maquinaba un plan. Tenía que salir de la biblioteca. Esperó pacientemente, en cuanto los hombres se fueron, unos minutos más tarde ella salió y corrió para ir a su habitación, necesitaba hacer algo.
¿Pero qué?
Sabía que solo LADY WHISTLEDOWN podría decir algo pues Penélope Featherington estaba atada de manos. Iba casi corriendo por el pasillo cuando su madre la detuvo. —¿A dónde vas?—Mi cuarto. Tengo que... tengo que elegir mi vestido para el baile.
—Ya escogiste un vestido para el baile. ¿Qué vas a hacer? Tú y yo tenemos que hablar. -Penélope vio que su madre tenía un libro en la mano y abrió la boca sonrojándose de inmediato. —Sabes que es esto ¿Verdad? -Podía leer el título a la perfección cuando alzó al libro. En letras doradas en la cuerina rojiza de la portada se leía "SEDUCIENDO A MR. BRIDGEFORD". Su libro favorito. —¿Se puede saber por qué tienes un libro indecente en tu habitación? ¿Qué has estado haciendo Penélope?
—Nada. Es solo un libro. Una novela que trajeron los de la editorial y pedí un ejemplar, ni siquiera la he terminado.
—No me mientas. Al abrirlo cedió solo en un capítulo, el número dieciocho. Comencé a leerlo y me encontré con una escena explícita y muy asquerosa, Penélope.
Ella no lo recordaba así, de hecho, le parecía muy romántica y tierna. —Te juro que no sé de que hablas. Y es solo una novela, madre. No tiene nada de malo, es ficción.
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AMOR CON CONDICIONES
FanfictionForjado bajo presión, probado en fuego y con un corte inmaculado, los diamantes se muestran al mundo con un brillo, lustre y porte únicos, y una señorita debe resaltar y solo una sobresale entre la multitud, y en la temporada de 1814, la elegida y f...