NOTA PREVIA: Este capítulo está diseñado para que pasen del calor extremo al dolor y luego a la esperanza. Si no quieren pasar por toda la emoción jajaja, aviso y anuncio que esperen al siguiente capítulo.
Si se quedan, usen sus inhaladores, bolsas de papel, máscaras de oxígeno y de extra, llamen a los paramédicos para que atiendan sus quemaduras.
Tadah~
Todo esto es continuación del cap anterior.
***
No se arrepentía de nada. Puede que estuviera ya en su octavo día encerrada en su habitación, confinada cómo una delincuente, pero a su vista no había ningún delito.Tuvo la mala suerte de llegar a su casa justo después de que su madre llegara, y ya que tenía un vestido de criada, había intuido dónde estaba y con quién. -¡Es repugnante, Penélope!
-Pero yo no he hecho absolutamente nada. -Dijo mintiendo pero a la vez comenzaba a sentirse nerviosa de que pudiera ser así. ¿Y sí ella estaba embarazada? ¿Qué iba a decir? ¿Qué iba a hacer? Dios mío, todo el panorama pasó delante de sus ojos y no le gustó, era probable que su papá le disparase a Colin. ¿Los Bridgerton serían capaz de ayudarla si ella caía en desgracia? Podrían dejarla de lado tras haberse comportado de la peor manera que se espera de una señorita.
Aunque su mente insistía en que no hacía nada malo, que estar en brazos de Colin de hecho le parecía la cosa más correcta que pudiera hacer con su vida. Se sentía amada, respetada, se sentía hermosa y que valía más por un simple y pasajero título.Sin él, ella jamás habría sido un diamante pues fue él quien le dió la confianza de enfrentarse al mundo con elegancia y gracia, con una sonrisa sincera e inteligencia. -Yo no he hecho nada malo, madre.
-No te creo, Penélope. Los rumores que se oyen por ahí y que has tenido suerte de que no salgan publicados en ese odioso panfleto es que tú te has estado viendo a escondidas con Colin Bridgerton. Me vas a decir ahora mismo, Penélope, ¿que has estado haciendo con él?, y no me mientas diciendo de que no has estado con él.
No podía mentir ya, pero podría omitir información. -Salimos un día a cabalgar. Me estaba enseñando a montar a caballo. Eso es todo, mamá. -No podía decirle que la llevó de picnic, menos que se emborrachó o que apostó. -Solemos hablar más que nada. Él no es un mal hombre, mamá. Ayúdame, yo quiero casarme con él. Hace negocios, tiene tierras, es rico y no sólo porque su familia lo sea, ha hecho una fortuna por su cuenta. Junto al señor Murray Atholl y su hermano Benedict Bridgerton tienen una fábrica de licor. Renta sus propiedades en Mayfair y tiene una casa en el campo. Eloise me ha dicho que es impresionante. -Eso último no era mentira, si se lo dijo, y ella lo comprobó. -Mamá, Prudence está enamorada del conde. Si me ayudas, también ayudas a mi hermana. Ella sería una buena condesa y ambas seríamos felices. No es justo que solo les importe un título, ¿No es más importante la nobleza y el amor?
Portia sabía que Penélope no estaba contándole todo. Sabía que había pasado algo más. -No vas a salir más. Te dejaré un mes encerrada, a menos de que tengas la suerte de que antes que se cumpla el tiempo tengas tu sangrado.
-¿Dudas de mi? -Tenía que admitir que la acusación también estaba haciendo mella en ella y le causaba un gran temor. -Mamá, yo no hice nada malo. No hice nada. -Pero que hubiera llegado vestida con el mismo uniforme de la servidumbre de la casa de Colin. El vestido azul, el delantal blanco y la capa de negro.
-¿Y por qué estás vestida así?
-Se ensució mi vestido. -No era mentira si lo pensaba. Se había ensuciado de miel. -Casi me caigo del caballo.
-Por Dios ¡Algo pudo haberte pasado! -Dijo con completa impotencia. -Pero no vas a salir. Respondiendo a tu pregunta, sí, tengo mis propias preguntas. Soy una mujer, y soy madre, Penélope. Sí, estoy hecha de dudas. Te quedarás aquí... Hablaré con tu padre y veré que puedo hacer. -Quería tener esperanza pero sabía que su padre no aceptaría que se cancelara su compromiso.
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AMOR CON CONDICIONES
FanfictionForjado bajo presión, probado en fuego y con un corte inmaculado, los diamantes se muestran al mundo con un brillo, lustre y porte únicos, y una señorita debe resaltar y solo una sobresale entre la multitud, y en la temporada de 1814, la elegida y f...