Penélope estaba sentada frente al escritorio de la casa de Colin sin saber que escribir. Estaba con un monumental bloqueo y le estaba costando horrores. Suspiró y escuchó pasos. Se levantó y vio a Colin entrar dándole una sonrisa. —Hola.
—Pen. -Le respondió con una sonrisa y caminó hasta ella dándole un suave beso en los labios. La acarició los brazos y ella sonrió feliz de tenerlo cerca. —Me alegra verte aquí. ¿Todo está bien? -Notó como ella lucía preocupada, asintió. —¿Qué pasa?
—No sé que escribir. Cargo con mucho. Prudence está enamorada del conde y me trata como basura porque cree que al final voy a ser su esposa. Y yo no sé con quien hablar de lo que pasó contigo. Lo que hice contigo. -Él la atrajo de la mano hasta el sofá y la hizo sentarse a su lado.
—Habla conmigo. ¿Te arrepientes de eso? -Penélope negó y tomó las manos de Colin con ternura. —¿Entonces? ¿Qué te agobia?
—No lo sé. Solo quería hablar con alguien. Sé que debo guardar silencio pero de verdad sentí que podía compartir ese secreto con mi hermana, ella lo entendería. -Colin entendió su punto de vista, él siempre solía compartir sus hazañas y logros con sus hermanos. Penélope no tenía eso, al menos con él había compartido el secreto de "Lady Whistledown", pero seguro que habría preferido hablarlo con alguna de sus hermanas. —Solía ser muy unida a Prudence y Philippa, pero ahora los secretos me mantienen separada de ellas.
—Lo sé. Eso hacen los secretos. No puedo pretender que entiendo todo porque suelo hablarlo todo con Anthony y Benedict, pero incluso ahora no puedo contarles que casi vives en mi casa, que te hice mía y que llevamos un panfleto juntos. Saben que algo pasa pero no les puedo contar.
Penélope se dejó envolver por los brazos de Colin y sonrió. —Lo sé. Es nuestra condición por ahora. Mantener el secreto. Ya no quisiera que fuera un secreto, quisiera que mi padre pudiera ver que eres muchísimo mejor que un lord, que un conde o lo que sea. Te quiero a ti.
—Y yo a ti, Pen. Te quiero sin duda a ti. Siempre te he querido a ti. -Le dio un beso en la sien. —Ahora ¿Qué ha pasado con "Lady Whistledown"? Ayer estuvimos en una velada musical de las Smythe-Smith.
—Sí. Pero no soy capaz de escribir de esas pobres niñas. Solo, sé que no se lo merecen. Sí escribo de ellas la gente esperará que las destroce en el panfleto y no quiero hacer eso, ya son lo suficientemente miserables porque se les nota en el rostro que no quieren hacer ese número musical y son obligadas. En cierta manera yo sé como se siente.
Colin pareció meditar lo que Pen le decía unos segundos y tras mirarla, sonrió. —Entonces escribe de eso. De sentirse atrapado y de hacer algo diferente.
—No sé si pueda.
—Entonces yo lo hago, conozco bastante del tema. -Se levantó y buscó la pluma, el tintero, las hojas y una pequeña mesita para escribir algo. Penélope se quedó viendo con curiosidad a Colin mientras con una escritura tan prólija y pulcra comenzaba a redactar el panfleto.
Querido y gentil lector
A menudo nos encontramos en situaciones bastante repetitivas en la sociedad y que fingimos disfrutar porque no nos dejan hacer otra cosa. Siempre ha estado de moda entre los miembros de la alta sociedad quejarse del tedio pero siguen haciendo lo mismo. Pero es una epidemia de lo más hilarante ver como los propios miembros de la sociedad se entretienen diciendo lo poco entretenidos que están. A cada paso que se da se pueden escuchar las expresiones "mortalmente aburrido" o "espantosamente vulgar"
Penélope leía por encima del hombro de Colin y comenzaba a reírse de lo que escribía. —No pierde nada de esencia.
—Supongo que es porque ambos llevamos el apellido Whistledown, mi querida Penélope.
ESTÁS LEYENDO
AMOR CON CONDICIONES
FanfictionForjado bajo presión, probado en fuego y con un corte inmaculado, los diamantes se muestran al mundo con un brillo, lustre y porte únicos, y una señorita debe resaltar y solo una sobresale entre la multitud, y en la temporada de 1814, la elegida y f...