🍁• ... վ ժɾɑցօ́ղ

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💮 ° Pregunta del día: ¿les gustaría algún villano nuevo en esta historia? ° 💮

𓊆𓊇

Cuando Kai escuchó el grito de pánico proveniente de Jay desde la sala, creyó haber cerrado los ojos apenas unos segundos. Pero cuál fue su sorpresa al percatarse de que ya había luz en el cielo. Por arriba de su cabeza, podía ver que las nubes también se habían disipado, lo cual... podía ser buena señal. Kai aún se convencía de que algo malo pasaba.

El ninja se puso de pie y se dirigió a la puerta de su cuarto con urgencia, aún somnoliento. Echó un vistazo hacia la sala y salió así, con el cabello hecho un lío y con su misma ropa del día anterior, impaciente por ver cómo Jay la había liado ahora.

Jay estaba viendo el sillón... en donde antes se había hallado Lloyd. Tal vez esa era la razón por la que el chico de ojos azules mantenía sus manos en la cabeza al borde de un ataque de pánico.

Kai sintió el deseo de gritar, frustrado. Pero parecía que Jay no necesitaba más ánimos, así que, por esta vez, se guardó sus comentarios (y vaya que tenía muchos).

Se dirigió hacia él y lo llamó por su nombre. Al ver que no respondía, volvió a llamarlo más fuerte y Jay se sobresaltó. Luego hizo un esfuerzo por sonreír y dijo:

-Kai, hola... Esto... ¿cómo has dormido, eh?

-Jay...

-Sí, sí. Sé lo que vas a decir. Que soy muy descuidado, un irresponsable, bla, bla, bla. Pero, a mi defensa, eran las cuatro de la mañana cuando comencé a dormirme. Me quedé allí sentado durante los veinte minutos que más he tenido sueño en mi vida, y cuando consideré que Lloyd estaba bien, me dormí, ¿okey? ¡Me dormí! Porque soy humano y porque no exagero como alguien que conozco, ¿huh? ¡Así que no me puedes reclamar por algo que...!

-¡Jay, para! —Kai escudriñó la sala—. ¿Dónde está Lloyd?

Jay jugó con sus dedos, nervioso.

—Ah, eso... Pues... cuando desperté ya no estaba.

Kai hizo lo posible por no entrar en pánico como Jay.

—Ayuda en algo y busca entonces.

El ninja rojo se agachó y miró debajo del sillón. Claro, como si se pudiera esconder allí, pensó luego. En el sofá había algunos rasguños causados por algo en particular, pero casi no se lograban apreciar. Cuando Kai los vio, también notó varios pedazos de la pijama que le habían puesto ayer —a insistencia de mami Zane—.

Otra transformación. Pero el cielo ya no estaba oscuro como antes. La sala tampoco estaba fría como ayer cuando Lloyd se había convertido en Oni.

Si no era Oni, entonces...
¿Era posible?

—Ah... ¿Kai? —dijo Jay—. ¿Qué no ayer Lloyd saltó por la ventana?

Kai supo qué quería decir al seguir su mirada: la ventana de la cocina estaba abierta. Era pequeña, pero alguien había salido por allí. Había tirado la maceta de la plantita que Zane había colocado junto al lavabo. Con la tierra se habían formado un par de huellas de manos y unos pies descalzos, demasiado pequeños para ser de Lloyd.

Tampoco esto tranquilizó a Kai.

El ninja abrió la puerta y escudriñó el cielo, esperando encontrarse con lo mismo de ayer. Jay salió tras él, algo asustado. Éste sonrió al mirar a un punto fijo arriba del techo.

—¡Hey, amigo! —gritó y Kai dio un respingo—. ¡Enséñame a subir allí! He tratado miles de veces.

Kai miró hacia donde Jay. Se notaba la sombra de una persona que contrastaba con la luz del nuevo día: una, efectivamente, con alas y una cola.

🖤 ° Nɪɴᴊᴀɢᴏ | Oɴɪ ʏ Dʀᴀɢᴏ́ɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora