🍁• ɾҽϲմҽɾժօՏ ԵօɾԵմօՏօՏ

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🍜 ° ¿Qué edad creerías que tengo? ° 🍜
(Prepárate: capítulo largo)

𓊆𓊇

Jay rió una vez más.
Jamás había estado tan feliz en toda su vida.
Ese día había reído más que nunca

Lloyd volvió a atacar. Él también parecía divertirse. Sonreía de oreja a oreja, mientras derribaba a Jay una y otra vez. El otro hacía intentos en vano. El niño era demasiado rápido, y bastante diestro tanto con sus alas que con su tamaño. Se escabullía por debajo de Jay y luego lo volvía a tirar.

Kai suponía que era como un tipo de «Las Traes» (también llamado «La Roña»), pero más... extraño y rudo. Lo cierto era que no lo entendía.

Zane y los demás casi no habían estado con Lloyd durante toda la tarde. La noche había llegado y Kai tampoco había tenido oportunidad de hablar con él. Y aunque lo hiciera... dudaba que Lloyd estuviera dispuesto a hablar con él. Era incluso más callado que cuando era Oni. Lo único que había oído de él eran risas; le alegraba, por supuesto que sí, pero... había algo que faltaba.

«Comportarse como cualquier día», se repetía. Pero no era cualquier día. Uno de los miembros más queridos de su equipo estaba teniendo muchos problemas. Aunque se viera bien, Kai sabía que no lo estaba. Su cuerpo estaba dividido en tres: Oni, dragón y... humano, cada uno con diferentes sentimientos, ideologías y recuerdos. Lo último era lo que más le preocupaba a Kai.

—¡¡A comer!! —Zane gritó con su altavoz. Jay lo habría hecho normalmente, pero ahora... estaba ocupado. Jay se llevaba mejor con Lloyd que con nadie hoy. Cole y Kai comenzaban a sentir algo de envidia.

—¡¡Ya voy!! —contestó el ninja entre risas desde afuera, donde dos de ellos habían pasado horas y horas.

Jay se levantó de nuevo y esquivó a Lloyd por primera vez, con tal de ir adentro por la cena. No se había dado cuenta de lo hambriento que estaba.

Lloyd aterrizó a un lado con la misma agilidad que había demostrado desde el primero. Su energía parecía ser inagotable.

El niño miró al ninja con tristeza, y se detuvo, también por primera vez.

—Jay —lo llamó, como si le suplicara seguir jugando.

—Vamos a comer, ¡me muero! —Jay le sonrió y corrió adentro.

Kai observó cómo Jay entraba y Lloyd lo seguía con paso lento. Mientras el primero dejaba su plato en la mesa y empezaba a comer, el segundo paró delante del marco. Lloyd jugueteó con sus manos, observando con nerviosismo el interior. Entre tanto ruido y las luces poco prendidas, aquel lugar parecía un hogar común y corriente, pero parecía ser que a Lloyd no se le hacía acogedor.

A diferencia de lo que sucedía con su parte Oni, en esta apariencia sus emociones se delataban perfectamente en sus ojos. Al menos, para Kai, leer sus sentimientos era fácil. Ahora mismo distinguía el miedo en aquellas pupilas verde-doradas.

—Lloyd, ven, a comer —le dijo Nya con tono suave.

Lloyd negó con la cabeza.

—Adentro no —dijo, y dio dos pasos atrás.

—Hey, ¿qué pasa? —le habló Kai, colocándose de rodillas enfrente suyo—. Mira, Jay está dentro. No hay nada malo. Ve con él.

Lloyd no parecía convencido.

—El espacio es muy pequeño.

Kai lo entendió. El cuerpo de Lloyd era pequeño, pero con sus alas resultaría incómodo estar en un espacio así de reducido. Tal vez por eso se había salido en la mañana, a pesar de que fuera por la ventana de la cocina.

🖤 ° Nɪɴᴊᴀɢᴏ | Oɴɪ ʏ Dʀᴀɢᴏ́ɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora