🖤 ° Nɪɴᴊᴀɢᴏ | Oɴɪ ʏ Dʀᴀɢᴏ́ɴ

🍁• ҍɾօԵհҽɾհօօժ

Aclaro una cosita: a pesar de lo que diga Jay no se espanten, en el siguiente capítulo saldrá la verdad. Ya saben que es medio exagerado, jsjs.

° • ° • ° • ° • ° • °

Mientras miraba las estrellas, Kai no pudo evitar pensar en lo mucho que a Lloyd le agradaría ese lugar. Fuera dragón o no, a él siempre le habían gustado las estrellas. Quizá no lo hacía especial; a muchas personas les gustan las estrellas. Pero Lloyd... aquel brillo en sus ojos que parecían reflejar exactamente su gloria y su sonrisa infantil, llena de sueño y añoranza... Claramente era un amor increíble hacia ellas.

Kai creía que se atribuía desde años antes. En el internado de Lloyd, aquellos destellos en el cielo eran lo único que lo mantenía esperanzado, pues lo seguirían a cualquier parte que fuera.

El bosque se extendía a los pies de Kai, colgando ahora por una pendiente de roca. Olía tan bien a petricor y a la humedad del bosque que Kai sentía cómo sus fosas nasales se abrían en busca de más aroma. Y en aquel lugar oscuro, lejos de la ciudad y de su monasterio —quizá ahora destruido—, las estrellas eran aun más visibles. ¿Desde hace cuánto había tantas?

Un grito proveniente de Jay despertó a Kai de su ensoñación. El chico salió dando traspiés y se sentó al lado de Kai con una mano en los ojos. Menos mal que sabía dónde estaba la pendiente.

—Ahora no, Jay —le dijo Kai.

Hace unas horas había estado diciendo que quería volver a la ciudad. Después se rindió cuando Nya le dio lo último de la comida de las provisiones.

«No podemos volver, es peligroso —le había explicado Zane—. La gente preguntará y corremos el riesgo de que alguien nos siga o de traer al enemigo allá, seguramente... de nuevo a la torre Borg. No podemos correr ningún riesgo de descubrir a Lloyd, incluso si estuviera en condiciones de defenderse.»

—No vine por eso —protestó Jay y empezó a hacer surcos en la tierra con su dedo índice—. La sala —se interrumpió—, bueno, la cueva parece uno de los episodios de Grey's Anatomy que Nya me obligó a ver con ella.

Kai reparó en que el chico estaba tan pálido como Zane.

—Sólo es sangre —Kai aventó una piedra al bosque, que pasó entre las hojas de los árboles hasta caer en alguna parte del suelo. Su ánimo estaba por los suelos.

—Quizá no se vea tan mal porque no es roja, pero sigue siendo sangre —dijo—. Debería estar adentro, como cuando uno de nosotros tuvo una hemorragia interna y no pasó nada.

—Jay, no —se interrumpió—. Okey, ah... como tú digas.

Kai oyó a Jay suspirar.

—Ya. Lo siento, sólo... quiero que todo vuelva a la normalidad.

—Hemos estado sólo un día fuera.

—Ya no tenemos comida ni agua.

—Te tragaste lo que quedaba —le espetó Kai.

—Comí menos que ustedes antes, tenía náuseas —Jay luego murmuró—: y creo que ahora están volviendo...

Kai inspiró hondo, tratando de calmar sus pensamientos. Ahora mismo al ánimo de nadie era bueno. Si Jay estaba dispuesto a hablar, entonces quizá debía ayudarlo, de alguna manera. Además era el que planteaba sus nervios en el estómago y no quería limpiar lo que fuera que saliera de su boca.

—Estaremos bien, Jay —dijo en voz baja—. Sólo hay que esperar.

Jay tardó un poco en responder.