El camino hacia tí. [[CORRIGIENDO]]

Capítulo 31. "SISU"

Carlo Gambino

Los días a la espera de noticias de Katherine se convirtieron en semanas que se esfumaron tan rápido como el humo, no había noticia alguna de ella, Tiffany no había vuelto a llamarme y aunque los negocios finalmente parecían estar resurgiendo aquello me importaba poco.

Tal como Tiffany me había pedido me mantuve alejado de casi todo lo que pudiera traerme problemas, deje de hacer badulaques, de salir con amigos, deje incluso de ir al casino y sólo salía de vez en cuando con Andrés, Cejas o Golondrina y normalmente íbamos a tomar algo a la playa.

En tan sólo un par de meses Katherine había entrado a mi vida, había hecho un desorden que de alguna manera lo había ordenado todo, no es que ahora fuera una mejor persona, simplemente ella hacía que todo tuviera sentido, pero sin ella nada importaba lo suficiente.

Una llamada de un número desconocido me hace despertar dándome cuenta de que me había quedado dormido en la tina de baño sumergiéndome un par de segundos, de inmediato salgo del agua tosiendo un poco y escupiendo el agua enjabonada, tomo el celular y de inmediato contestó esperando poder escuchar a Tiffany y la buena noticia de que encontró a Katherine.

— Si?

Respondo con cierta ansiedad mientras rodeo mi cadera con una toalla.

— Señor Gambino necesito hablar con usted de algo muy importante.

Menciona una voz robótica, sin embargo y creyendo que se trata de algún nuevo proveedor cuelgo la llamada sin decir nada, luego de varios minutos ignorando las llamadas decido leer uno de los tantos mensajes que me ha dejado simplemente para dejarle claro que no me interesaba, sin embargo al ver uno de los mensajes comienzo a llamarlo desesperado.

> ¡Contesta gilipollas!

> Es sobre tu amiga... Katherin

> Es muy importante, puedo ayudarte.

> Ella podría cometer un grave error.

> Si continúa cerca de su hermano el FBI la pondrá en búsqueda y captura también.

Leo los mensajes mientras el maldito tono de llamada en espera se me hace infinito, finalmente contesta la llamada y aunque no podía ver a esa persona sé que debe estar sonriendo.

— Me alegra que lo hayas considerado mejor...

— Dime dónde está Katherine!

— Tranquilo... sé dónde está pero ni de coña podrás ayudarla tú sólo, me necesitas a mi para entrar.

Lo escucho confundido mientras salgo del baño, dispuesto a hacer lo que haga falta por Katherine.

— Bien, ¿cómo lo haremos?

Pregunto sumamente ansioso ante la idea de volver a ver a Katherine.

— Necesitamos hablar... te veré en el gym, tú local dentro de dos horas, no quiero peleas, hasta luego.

Finaliza la llamada aquel sujeto, me dirijo rápidamente a vestirme con un habitual traje de vestir y una gabardina, tomo un par de cosas más que guardo en mi abrigo y finalmente salgo de casa aún faltando una hora para nuestra reunión, al estar en el elevador no puedo evitar pensar en ella, su departamento seguía abandonado, sin ningún cambio y la idea de que su hermano pudo haberla llevado a otro país me aterraba, pero ella debía estar aquí, así debía ser.

Al llegar al local noto a un par de personas ejercitándose, decido ignorarlas y me dirijo al local una vez que estacionó el auto, sin embargo, cierto hombre en la entrada de inmediato me hace dejar de pensar en las cosas, ese tipo llamado Greco estaba ahí.