Tras alejarme de aquel lugar simplemente caminé sin rumbo, me sentía incapaz de continuar con las cosas si él iba a estar aquí.
Mis pasos me guiaron una vez más a la playa, en medio de las rocas y alejada de la ciudad había encontrado un pequeño espacio que sentía era sólo para mí.
Luego de tenderme en la arena me quedo mirando el cielo, se encontraba totalmente despejado, era un día caluroso, tomó el móvil y llamó a Horacio, no quería hacerlo, pero quería aún menos tener a Greco en ese lugar.
El sonido de la llamada en espera me hizo dudar, ¿Y si Greco me delataba?, Negando esa posibilidad simplemente espero y finalmente atiende la llamada, era nuevamente Alanna.
— Hola querida, ¿cómo va todo?
Pregunta imitando el tono de Maia como esperando que si alguien la escuchaba supiera que era simplemente mi "tía"
— Hola Alana... no hay nadie así que puedes hablar normal, ¿Está Horacio? Necesito hablar con él.
Le digo rápidamente evitando cualquier tipo de conversación posible.
— Desde luego, ya te lo pasó...
Pasaron un par de segundos y finalmente lo escuché.
— ¿Mar? ¿Está todo bien?
Pregunta tan pronto como le es posible.
— ¿Por qué está Greco aquí?... ¿Hay alguna manera de que se vaya?
Preguntó en voz baja ignorando su pregunta.— Renunció hace tiempo, no puedo decirle que hacer, pero si llega a molestarte pues...
— Ya veo, muchas gracias señor, lamento haberlo molestado.
Lo interrumpo una vez que he obtenido la respuesta, no haría nada.
— Vale, ¿y tienes algún informe?
— No hay muchas cosas nuevas, sé que estuvo en una fiesta, al parecer le va bien con el gym y es probable que adquiera otros bienes, negocios donde no parece haber nada ilegal.
Respondo con voz segura, ya había planeado decirle eso y también esperaba su respuesta.
— Se ha vuelto listo el hijo de... muy bien, continúa así y...
— Aunque mientras lo investigaba descubrí que alguien más está vendiendo drogas, un tal Richie.
Le explicó manteniendo el mismo tono de voz.
— Entiendo, eso está fuera de mi jurisdicción, simplemente me interesa lo que ese maldito haga, al mínimo error lo meteré a perpetua.
Dice seriamente por lo que prefiero no decir nada más.
— Hasta luego, aún tengo trabajo.
Miento para luego colgar y dejar el celular en el bolsillo de mi short.
Permanezco tirada y totalmente desmotivada mientras un montón de canciones vuelven a mi mente, las que me acompañaron en los buenos momentos ahora sonaban melancólicas y deprimentes. En mi mente tarareo "Decidiste dejarme"como si buscara fortaleza entre las líneas de aquella canción con la que en su momento busqué convencerme de que lo había superado, pero una vez más, al tenerlo frente a mí me sentía perdida.
Tú decidiste dejarme
Tú disparaste primero
Ni se te ocurra acercarte
No te perdono ni quiero
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El camino hacia tí. [[CORRIGIENDO]]
Fiksi PenggemarMaría Escobilla, una joven de 23 años y reciente agente del FBI se vería envuelta en una serie de misterios, traiciones y hasta romances tras descubrir un importante secreto del director del FBI Horacio Pérez, él era el culpable de la muerte de su p...