El camino hacia tí. [[CORRIGIENDO]]

Capítulo 42. "MERAKI"

Andres Perez.

Las cosas estaban mal, Carlo me necesitaba más que nunca y como un buen amigo me quede con él, sin embargo saber que Charlotte había enfermado fue como un balde de agua fría que me hizo sentir que debía elegir, yo tenía dos familias ahora, pero independientemente de Carlo u Horacio, o cualquier persona, Charlotte era y sería siempre mi prioridad.

Tras hablarlo con Carlo pareció entenderlo, sin esperar a que el día terminara ya me encontraba de camino a Los Santos donde sin duda me alivie al saber que era un simple resfriado, ver su dulce mirada, aquella ingenua sonrisa me transporto al tiempo en que nos conocimos, ambos universitarios, sin saber lo que el futuro nos tenía preparado.

— Dame unos minutos hija, tan solo quiero hablar con ella, es mi esposa...

Pido en voz baja a Ana, o más bien Maia, quien me veía cruzada de brazos, manteniendo un semblante serio, me recordaba tanto a mi que inevitablemente el sentimiento de culpa invade mi corazón, yo la lleve a convertirse en la persona que era ahora.

— Bien padre, pero tan solo tienes diez minutos, mi madre debe descansar.

Sentencia seriamente para luego dirigirse a Gaia, su hija, probablemente la pensaba reprender por haberme recibido con un abrazo, según ella yo no merecía la más mínima muestra de afecto.

— Recuerda que costó mucho trabajo sacarla de ese maldito loquero, más vale que no tenga otra recaída.

Agrega en voz baja al pasar junto a mi haciendo que mi alma duela al recordar todo lo que mi charlotte debió pasar.

— Gracias hija.

Comento con una leve sonrisa mientras entro a la habitación, Charlotte estaba sentada frente a la ventana trazando lo que para mi era una futura obra de arte, sobre un caballete se encontraba un cuadro a medio pintar, parecía ser un paisaje, pero era muy pronto para estar seguro.

— Hola cariño.

Le digo en un tono suave mientras me siento en el borde de la cama a observar, ella desvió la mirada de aquella pintura para observarme a mí, era hermoso verla feliz.

— Oh, ¿tú eres mi esposo? Yo soy Charlotte, pero seguro tu ya lo sabes... ehhh Andrés?

Pregunta algo insegura, sin embargo parecía estar mejorando, me recordaba?

— Así es, lo has recordado, vine desde Londres en cuanto supe que estabas enferma, como te sientes?

— ¡Qué va! ha sido un pequeño resfriado, yo estoy muy bien.

— Me alegra saber eso porque te he traído algo...

Emocionado como pocas veces me he llegado a sentir sacó de una bolsa de papel una caja y un tulipán cuidadosamente colocados en una maceta.

— Oh! ¿Es mi cumpleaños? — Pregunta con ingenuidad mientras recibe mi obsequio y lleva las flores hasta ella para poder apreciar mejor su aroma — No debes molestarte, estoy casi segura de que no es mi cumpleaños... o es un aniversario? lo habré olvidado...

Rió suavemente ante su ingenuidad, aún faltaba para nuestro aniversario.

— Nada de eso... traje esto porque te quiero, te extraño mucho, abrelo, espero que te guste.

Ella sonríe nuevamente al mismo tiempo que un ligero sonrojo colorea sus mejillas y la punta de su nariz, era adorable.

— Vaya! son chocolates... ¡Son mis favoritos! muchas gracias...

Dentro de la caja y en medio de aquellos chocolates había dejado una pulsera... algo que hice para ella.

— Sabes algo, no importa cuanto tiempo pase, siempre te voy a amar; por cosas de la vida fue nuestro destino encontrarnos una y otra vez, te amo Charlotte, siempre será así.