Capítulo 28. "SARANG"

88 10 2
                                    


Carlo.

La escucho confundido temiendo lo peor por lo que me separo de ella para sujetarla de los hombros sacudiendola un poco.

— ¿Qué demonios dices? ¿Por qué te disculpas? ella debe estar bien!

Grito molesto y preocupado incapaz de medir mis palabras y mi tono hasta que un par de oficiales que estaban también interrogando a algunas personas, me sujetan con fuerza alejándome de Tiffany.

— La... la envenenaron! Intente ayudarla pero ella... Ella había tomado mucho de ese veneno.

Grita para luego desplomarse en la silla rompiendo una vez más en llanto, niego varias veces intentando alejar a los oficiales, Katherine... ¿Dónde estaba?

— Señor por favor... necesitamos que se tranquilice...

Dice uno de los doctores mientras se acerca con un poco de agua para Tiffany que simplemente se niega a beberlo.

— Carlo Gambino, ¿verdad?

Pregunta una voz masculina detrás de mí, volteo a verlo pero el hombre pasa de largo para arrodillarse frente a Tiffany diciéndole algo al oído, ella lo mira con esperanza para luego bajar la cabeza y ocultarla entre sus manos.

— ¿Quién es usted?

Pregunto seriamente, pero un poco más calmado aunque los oficiales me siguen sujetando.

Aquel hombre finalmente voltea, mostrando un rostro herido, lleno de cicatrices y evidentemente solo un ojo funcional. ¿Realmente era él el hermano de Katherine? no podía ser.

— Oficiales, creo que pueden soltar al caballero, considero que se entiende que se siente mal por el estado de salud de mi hermana, yo hablaré con él.

Dice en un aparente tono amable mientras los hombres me sueltan, pone una mano sobre mi hombro y me guía hacia un pasillo más alejado, abre una puerta y entramos a una sala vacía.

— Gracias señor...

Saludo nuevamente preguntando por su nombre, si bien en algún momento Katherine me lo había dicho no estaba para recordar eso ahora.

— Luis. Como sabrás mi hermana está una vez más en este hospital, al parecer fue envenenada por asistir a una fiesta en la que no debía estar.

Dice tranquilamente con cierta furia en cada palabra, ¿me estaba culpaba a mi?

— Lo sé, ella insistió en ir y no pude...

— ¿Mantenerla a salvo? — Interrumpe de pronto mientras avanza de forma amenazante hacia mi — Señor Carlo, creo que lo mejor para mi hermana es mantenerse alejada de usted.
Escucho lo que dice sin poder creerlo, ¿Quién se creia para pedirme eso?

— Lamento lo ocurrido hoy, ella insistió en ir, pero yo mismo la cuidare si es necesario, ella y yo...

— Por favor, no quiero que lo tome a mal, estoy buscando el bienestar de mi hermana y con todo lo que le ha ocurrido junto a usted y ese grupo de amigos que tiene... considero eso lo mejor, mantenerla a salvo es lo que quiero, entienda eso, por favor.

Interrumpe para luego explicar fríamente aquello.

— Es que no pienso hacerlo, estaré con ella hasta que ella lo quiera así, no pienso dejarla solo porque usted me lo pide, yo también quiero que ella esté a salvó.

Finalmente lo enfrentó dándome la vuelta dispuesto a irme.

— ¿Es consciente de su egoísmo? ¿Realmente está dispuesto a ponerla en peligro porque así lo quiere usted? — Pregunta haciéndome detener al tocar la puerta — Entonces, supongo que será por las malas.

El camino hacia tí. [[CORRIGIENDO]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora