Capítulo 35. "HIEL"

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Luis.

En cuanto uno de mis hombres me avisó de la presencia de mi hermana en aquel lugar decidí sacarla de ahí, no podía entender qué estaba haciendo ella en ese lugar, el imbécil que debía asegurarse de quienes entraban había fallado, lo pagaría con su vida.

No me tomó más de un par de minutos y una llamada ordenar todo, después de todo esos payasos y yo teníamos un trato, el mejor plan para sacarla de ahí era suministrarle un veneno que tan sólo la dejaría inconsciente un rato.

Nunca creí que esos tipos fueran tan estúpidos, el encargado del veneno puso más de la dosis requerida.

En cuanto supe aquello fui al hospital, después de todo me tomaría mucho tiempo llegar hasta esa ubicación por lo que preferí ir directo al hospital donde resultó que la mayoría de los invitados habían resultado heridos, incluso hubo un par de muertos, incluído el tipo que dejó pasar a mi hermana.

En cuanto pregunte por "Katherine" una mujer morena y de vestido negro con encaje se acercó a mi, ella también había estado en esa fiesta, de hecho me parecía conocida.

— S-señor Luis? Yo... antes lo busque para pedir un favor, soy Tiffany

Me recuerda aquella mujer y de inmediato consigo entender, ella me había pedido un arma o algún tipo de protección, pero desde luego no podía darle nada ya que quería hacer algo contra un socio.

— Mucho gusto señorita — la saludo amablemente mientras el doctor revisa el expediente de mi hermana — escuché que llevo a mi hermana a una fiesta, qué es lo que pasó?

Pregunto a pesar de conocer la respuesta, sin embargo no podía llegar y dejarle saber que ya lo sabía todo.

— Ella... tomó veneno, intenté hacerla escupirlo pero no pude y yo...

— Señor — interrumpe de pronto el doctor mientras se acerca con una expresión que yo conocía bien, algo estaba mal — es su hermano, no? Me temo que sufrió de un aborto espontáneo, por la cantidad de veneno que consumió el embrión no pudo soportarlo, ella ahora necesita descansar y...

— Disculpe? — Pregunto claramente sorprendido por la noticia — debe haber un error, mi hermana no está embarazada, ella sólo fue envenenada en esa estúpida fiesta.

Digo sintiendo mi corazón acelerarse, ¿qué demonios había provocado?, Mi hermana había perdido a su hijo, mi sobrino...por mi culpa.

Ante la subida de presión fue necesario que me sentará, ante mi histeria fue necesario tomar un par de tranquilizantes. Si tan sólo esos malditos hubieran hecho bien las cosas.

Tras una hora ya me encontraba más calmado, tenía que pensar fríamente lo que haría con esos tipos y al ver la crisis en la cual había entrado Tiffany, quien ahora también sabía del aborto de mi hermana sabía bien que hacer, o más bien ella sabría pronto que hacer.

Saber que Carlo Gambino seguía con vida fue una gran sorpresa, según una de mis empleadas se lo había encontrado en una competencia de autos, al menos ahora ya se conocían. Aunque el plan inicial era hacer explotar una bomba cerca de él, cuando supe que había subido al auto pero la maldita bomba se retrasó no sabía realmente que sentir, justo ahora la prioridad era María.

No dude en culpar a Carlo por lo que ella había pasado, nunca lo podría aceptar, no después de saber de él, Carlo Gambino no sería bueno para mi hermana, ella merecía algo mejor.

Tras amenazarlo e idear otra forma de eliminarlo contacte a Tiffany, ella sería una pieza clave a todo esto, debía aprovechar esa culpa para mí beneficio, y que mejor que ensuciar la imagen de Carlo, no lo mataría pero lo sacaría de la vida de María.

El camino hacia tí. [[CORRIGIENDO]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora