Lloré, grité contra la almohada, caminé como un simple animal enjaulado tan cerca y lejos de la libertad al mismo tiempo, ¿Por qué me hacía esto? ¿Por qué no me dejaba ser feliz? ¿Acaso no me quería?
Me dirijo nuevamente a la ventana, abro las cortinas para encontrarme a tres hombres de pie, vigilando desde abajo.
— Luis eres un...!
Antes de poder decir algo de lo que seguramente me iba a arrepentir escucho que quitan los seguros para abrir la puerta ¿Acaso Carlo me había encontrado?
Siento un bajón emocional y miedo al ver a Luis, sólo él.
— Aún no estás lista, mande traer un par de vestidos para tí, alguien me ayudó con las tallas y todo eso.
Dice tranquilamente como si nada hubiera pasado.
Lo observó en silencio mientras entra y sale de la habitación un par de veces para dejar sobre mi cama un par de vestidos perfectamente acomodados en ganchos.
— Vamos, ¿cuál te gusta? Tal vez uno rosa o que tal azul, la persona que me ayudó dijo que ese color te queda bien.
Murmura sin mirarme, ¿Estaba arrepentido de lo que hizo?
— Lo haré... el vestido azul es bonito — Respondo intentando iniciar una conversación — y luego de esta cena... quizá yo podría hablar con Carlo, sólo quiero aclarar las cosas con él.
Le digo aterrada debido a su silencio y su repentina mirada.
— Tal vez no lo deje claro antes. No volverás a ver, hablar o siquiera pensar en Carlo.
Me dice claramente molesto dejando la ropa en la cama para luego simplemente salir de la habitación cerrando nuevamente la puerta con llave.
A penas sale voy detrás de él, estaba encerrada.
— Por favor...
Murmuró con lágrimas en los ojos apoyando mi cabeza en la puerta ya cerrada.
Tras un buen rato llorando en silencio ante la desesperación de no poder hacer nada por salir de ese lugar finalmente me dirijo al baño, debía haber alguna manera de escapar de ahí.
Luego de bañarme me pongo el vestido azul, en otra situación incluso podría decir que me gustaba, pero no está vez. Decido atar mi cabello en una simple coleta, una vez que creo estar lista simplemente espero a que vuelva, claramente no podría salir por mi propia cuenta.
La espera no duró más de diez minutos, en cuanto abre la puerta me hace una seña para que salga, sintiendo una gran presión en mi pecho salgo de la habitación, caminó junto a él, bajamos las escaleras para llegar a la sala.
Durante el trayecto ignoro totalmente lo que dice, sus cumplidos no tenían sentido ahora, me pedía sonreír pero me era imposible, mantengo la mirada alta, intentando así aguantar las ganas de llorar, las emociones se desbordaban en mi interior, quería gritar, llorar, pero sobre todo escapar de ahí.
— ... Así que sonríe, quiero que des una buena impresión.
Comenta sujetándome del brazo para guiarme a la sala, al llegar veo a un hombre en pie, se encontraba de espaldas a nosotros. Restando importancia simplemente permanezco junto a Luis, fingiendo la maldita sonrisa que tanto insistía.
— Saul, ha pasado mucho tiempo conmigo, ella es María, mi hermana menor.
Saluda con amabilidad Luis, aquel hombre voltea, me observa para luego sonreír y acercarse a estrechar la mano de luis, al estar frente a mí toma mi mano para besarla, algo incómoda tan solo retiro mi mano en cuanto es posible.
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El camino hacia tí. [[CORRIGIENDO]]
FanfictionMaría Escobilla, una joven de 23 años y reciente agente del FBI se vería envuelta en una serie de misterios, traiciones y hasta romances tras descubrir un importante secreto del director del FBI Horacio Pérez, él era el culpable de la muerte de su p...