Los primeros días luego de aquel incidente con Carlo había permanecido encerrada en la habitación, Luis había intentado hablar conmigo, pero simplemente no tenía los ánimos para nada...
— María... voy a entrar, debes dejar de comportarte así, tenemos cosas que hacer; no permitiré que sigas así.
Repite por tercera vez en el día, esta vez me pongo de pie de la silla donde había permanecido, con las manos temblorosas abro la puerta, no alimentarme bien en estos días me había afectado claramente.
Al abrir la puerta me encuentro a Luis sujetando una bandeja con comida y un par de margaritas en un vaso, sonrió levemente para luego volver a la cama.
— Me alegra que hayas entendido... necesitas alimentarte bien para poder recuperarte, hay mucho que hablar y que planear.
Explica luego de entrar a la habitación, deja la bandeja de comida sobre la mesita de noche para dirigirse a las ventanas y abrir las cortinas y las ventanas, ante aquella acción desvió la mirada cerrando un poco mis ojos debido a la ausencia de luz a la que me había auto sometido.
— Más tarde vendrá un amigo... es alguien bastante amable, seguro te alegrará lo que te contaré.
Me limito a asentir abriendo los ojos e intentando acostumbrarme a la luz del mediodía.
Comienzo a comer los hotcakes que había preparado para mi así como el café, casi al terminar con el desayuno de pronto vuelve a hablar al mismo tiempo que me extiende un celular con un vídeo pausado.
— Necesito que recuerdes tu motivo de estar aquí, no solo el tema de Gambino, el verdadero motivo.
Al escuchar aquello creo saber a lo que se refiere ¿Papá?
Tomo entre mis manos el celular para entonces comenzar a reproducir el vídeo.
Era aquel vídeo que me negué a ver con Carlo, en el video estaba papá en una pista de aviones, sentado y atado en una silla, un hombre de traje lo electrocuta, le arranca dientes y lo golpea, dispuesta a quitar aquel video desvió la mirada pero luis sujeta mi barbilla para hacerme mirarlo.
— Ojalá fuera así de fácil... observa bien el video, dime, ¿Qué hace Horacio?
Pregunta por lo que vuelvo a mirar la pantalla poniendo atención en Horacio y ese hombre de chamarra roja, ninguno hacía nada ¿Por qué?
Inevitablemente algunas lágrimas se escapan de mis ojos, esta vez no podía escapar a la verdad, veo las grabaciones de las salas de interrogatorio, la entrada de comisaría, incluso volkov llegó a conocer a mi padre, finalmente los vídeos terminan, rápidamente apago el celular para devolverlo y limpiar mis lágrimas.
— Te dejaré para que puedas pensarlo, bien?
Muevo mi cabeza para asentir, un nudo en mi garganta se había formado por lo que no quería decir ya nada.
De pronto su celular comienza a sonar por lo que rápidamente lo pone contra su pecho y se dirige a la puerta.
— Ya vuelvo, si necesitas salir al jardín hazlo, no deberías permanecer aquí, recuerda que más tarde estarás en una reunión.
Me limito a mover nuevamente mi cabeza sintiendo que finalmente podía respirar al verlo salir.
Recuerdo entonces la foto de mi padre, me pongo de pie sintiéndome aún débil, pero necesitaba tener esa foto, abro la puerta encontrando que no había ningún vigilante y mi hermano se dirige a la entrada de la mansión así que aprovecho para ir a su habitación, por suerte estaba abierto así que entro ahí.
La habitación estaba totalmente ordenada y decorada, un pequeño escritorio, la cama, un par de sofás y un amplio armario, sobre las paredes había un par de cuadros, de caballos, había una foto de nuestra familia... ¿Cuándo obtuvo eso?
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El camino hacia tí. [[CORRIGIENDO]]
FanfictionMaría Escobilla, una joven de 23 años y reciente agente del FBI se vería envuelta en una serie de misterios, traiciones y hasta romances tras descubrir un importante secreto del director del FBI Horacio Pérez, él era el culpable de la muerte de su p...