CARLO GAMBINO
Lo había visto nuevamente.
Al abrazar a Katherine vi detrás de ella y a la distancia a Yuri observando mientras sujeta en su mano un cuchillo y sonríe débilmente, conocía bien esa actitud... planeaba jugar.
El recuerdo de aquellos empleados a los que arrancó la piel de las manos como un recordatorio de que nuestra mercancía no se toca por los empleados. No podía estar seguro de que no correría con la misma suerte ahora que no me recordaba o peor aún, podría hacerle algo a Katherine.
Más tarde, casi al anochecer llegamos al departamento, mientras Katherine se dirigía por algo de beber a la cocina yo me dirijo a las habitaciones, me encargo de asegurar las ventanas, revisar los muebles, pero no parece estar ahí... tal vez solo lo había imaginado.
Veo a Katherine de pie, observandome revisar bajo la cama de la habitación, algo nervioso y sin querer preocuparla finjo estar buscando algo. Ambos pedimos algo de comida a domicilio, estaba siendo cauteloso, pero sentía que no era suficiente.
Por la noche duermo junto a ella, me abraza y yo a ella, mientras duerme no puedo evitar preguntarme si las cosas podrán funcionar, estoy seguro de amarla, estoy dispuesto a que crea que me engaña... en realidad no quería escuchar la verdad de ella, me había vuelto a encerrar en una burbuja.
Acaricio su cabello y beso su frente, María... ese nombre me parecía mucho más bonito, todo en ella lo era.
Pese a mis intentos de seguir despierto terminó por ceder ante el sueño cayendo en lo que parecía ser una pesadilla.
— Katherine!
¿Gritó al verla al borde de un risco, el mar azotaba con fuerza y el faro, aquel faro de pronto se apagaba al mismo tiempo que ella se dejaba caer.
Al acercarme al risco siento una corta tranquilidad al no ver su cuerpo. De pronto su voz está detrás de mí.
— ¿Quién es Katherine?
Pregunta con una voz dulce, volteo a verla encontrando también a un coyote junto a ella.
— María...
Murmuró confesando saber la verdad.
De pronto el coyote avanza colocándose frente a ella, muestra los colmillos y se prepara para atacarme.
— La verdad cambiará tú futuro... nunca llegarás a tiempo
Dice aquel animal mientras comienza a transformarse ahora en un lobo que me da la espalda para ir por María quien ahora se encontraba lejos de ambos.
— ¡Basta! ¡Déjala!
Grito al mismo tiempo que comienzo a correr, parecía que ninguno avanzaba, o quizá era yo solamente el que permanecía en el mismo lugar.
Siento como aquella ansiedad termina por destruirme, todo mi cuerpo comienza a derretirse.
— N-no! Basta... María! Yo te protegeré... la verdad no va a cambiar las cosas entre nosotros.
Bajo la mirada al mismo tiempo que intento avanzar, veo mis pies, no era capaz de moverme, pero debía hacerlo, por ella.
Repentinamente siento una mano sobre mi cabeza, es ella.
— Sé la verdad, pero no te odio... nunca podría hacerlo
Admito, sintiendo como ella me da la fuerza necesaria para ponerme en movimiento.
— Carlo... no podrás llegar a tiempo...
Repite ahora ella para luego desvanecerse entre mis brazos.
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El camino hacia tí. [[CORRIGIENDO]]
FanfictionMaría Escobilla, una joven de 23 años y reciente agente del FBI se vería envuelta en una serie de misterios, traiciones y hasta romances tras descubrir un importante secreto del director del FBI Horacio Pérez, él era el culpable de la muerte de su p...