Felicity estaba cansada.
Toda la noche estuvo despierta tratando de dormir, pero es que simplemente no pudo. Su pequeño bebé había estado enfermo desde hace dos días, y a pesar de ya haber ido al médico parecía no tener mejoría. Lo miraba dormir, a las 10 de la mañana mientras estaban solos en casa. El niño apenas pudo pegar el ojo y Felicity no quería despegar los suyos del pequeño cuerpo recostado en el sofá con su pequeña manta sobre el.
El teléfono de casa comenzó a sonar haciendo que se sobresaltara corriendo hacia el aparato como un rayo. Descolgó, volteando a su hijo deseando que eso no lo despertara. El pequeño simplemente cambió de posición.
—¿Si, diga? —habló en voz baja, enredando sus delicados dedos en el cordón torcido.
—Hey, Happy —no necesitó presentarse, era la única persona que la llamaba de esa manera —Tomé un receso de 5 minutos, ¿cómo sigue Norman?
—Está dormido ahora —suspiró volviéndose de nuevo al niño —La fiebre bajó, pero hace rato estuvo llorando apuntando su pancita. Ya tomó su medicamento, y casi lo obligué para que desayunara un poco de fruta.
—¿Le hablaste al doctor Foreman? —preguntó, asintiendo con su cabeza a un compañero que pasaba.
—Sí, me dijo que era algo normal porque comienza a comer alimentos más procesados. No a todos los niños les pasa, pero nuestro bebé tuvo la mala suerte. A partir de ahora dejáremos de comer toda esa mierda genérica, Daryl —se tomó el puente de la nariz —Serán puras verduras frescas, así tenga que manejar más tiempo para ir al mercadillo.
—Sí, está bien. Trabajaré más aquí, haré horas extras cuando se pueda o no sé, haré favores.
—Bien, ¿quieres que prepare para la cena algo en especial?
—¿Hot dogs?
—¡Acabo de decir nada de mierdas procesadas, Dixon! —soltó una risa mientras rodaba sus ojos.
—Pues entonces escoge tu, ya sabes lo que me gusta. Te dejaré, ¿está bien? —suspiró al ver como un hombre entraba empujando un auto descompuesto —Cualquier cosa llama aquí, ya avisé que está enfermo el niño.
—Está bien, a las 6 de la tarde vamos por ti. Cuídate mucho, cielo. Te amo.
—Yo a ustedes. Nos vemos más tarde.
(***)
—Era un oso carpintero, que vivía muy pobre —le cantó Felicity a su hijo quien descansaba en su sillita portabebes mientras ella manejaba —Lloraba porque sus ositos le chillaban de hambre.
El niño estaba tranquilo después de haber llorado la mitad del camino. Siempre le relajaba escuchar la voz cantarina de su madre, aunque fuese muy pequeño para entender siquiera donde estaba sentado él sentía en su corazón de bebé aquel lazo tan especial que los unía.
Una pequeña carcajada salió de sus labios pequeños cuando Felicity imitó el rugido de un oso. Sin lugar a dudas esta era la canción favorita de su retoño.
—Iremos por papá después toca ir al médico, otra vez. Amorcito, debes recuperarte, ambos sabemos que no te gusta ir allá—contó mirando por los dos lados antes de adentrarse a la avenida tan conocida —Además, a tu papá no parece gustarle la idea de comer sano. Es casi como un cavernícola.
Manejó por unos minutos más hasta llegar al taller donde ya varios mecánicos salían limpiando el sudor de su frente. La mujer se bajó de la camioneta para abrir la puerta trasera donde estaba su hijo, le acomodó un poco su manta y acercó sus labios a su frente para poder tomarle la temperatura. Estaba normal.
—Buenas tardes —saludaron.
Ella se volteó todavía acomodando el lugar de descanso que su hijo estaba teniendo y regaló una sonrisa encantadora a la dueña del lugar, que como siempre, la recibía cálidamente cada vez que llegaba.
—Hola, Alice —se inclinó para saludarla con un beso en la mejilla —¿Cómo estás? Te ves hermosa.
Y es que la mujer había logrado su milagro, estaba embarazada de una pequeña niña. Y Fel juraba que se miraba incluso más joven de lo que ya era. La mujer sonrió mostrando un poco más su estómago abultado.
—Gracias, me siento hermosa —sonrió, después miró por el hombro de Felicity, notando a la criatura —Daryl me dijo que el niño estaba enfermo. Cualquier cosa que necesiten, un permiso o así pueden pedirlo sin compromiso.
—Gracias, Alice. Justo nos vamos a ir al hospital otra vez, para que le apliquen una inyección.
—Dios mío, entonces déjame apresuro a ese hombro tuyo.
(**)
De regreso en casa, ya cuando habían terminado la cena, ambos estaban de pie frente al corral de su pequeño donde dormía plácidamente después de esa inyección. Era un alivio para ambos, al parecer la noche parecía prometedora de sueños interrumpidos.
—Dejémoslo tranquilo —dijo en voz baja Daryl, besando el hombro desnudo de su mujer —Parece que el medicamento le calmó el dolor.
—Odio verlo sufrir —contestó Felicity dejándose abrazar, apoyando su cabeza en el pecho de su esposo.
—También yo. Me gusta que sea un torbellino por la casa, se siente solo cuando no lo veo jugar en el porche.
—Tenemos a un hijo hermoso, ¿no es cierto? —preguntó con una sonrisa justo cuando Norman llevaba su dedo a la boca —Es increíble como esa cosita salió de nosotros.
—Es hermoso porque se parece a ti —asintió Daryl dándole la vuela, Fel puso sus brazos en los hombros del cazador —Ambos son hermosos, le dan vida a esta cabaña.
—Adoro cuando te pones sentimental —burló poniéndose de puntitas para darle un beso fugaz. —¿Qué tal si vamos y hacemos otro bebé hermoso?
—Podemos intentarlo, si no funciona esta noche nos esperamos unos diez años más.
—Trato.
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𝒜𝓃𝓉ℯ𝓈 𝒹ℯ 𝓆𝓊ℯ 𝓉ℴ𝒹ℴ ℯ𝓂𝓅ℯ𝓏𝒶𝓇𝒶 ♡ daryl dixon ♡
Fanfiction♡ ONE SHOTS ♡ ♡ MUNDO NO APOCALÍPTICO ♡ Serie de one shots que nos hablan un poco más de la relación de Felicity y Daryl antes de la epidemia y de las crisis que pasan en "La Familia"