palabras

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Daryl se encontraba un poco disgustado.

Norman era un bebé muy listo que decía ya varias palabras; mamá, tito, leche, flor, entre otras más. La única palabra que se rehusaba a decir era una tan sencilla que hacía sacar de quicio a Daryl. El pequeño de dos años nunca había dicho papá.

Cuando quería la atención de su padre simplemente hacía un especie de murmuro combinando con un silbido. Ni siquiera una palabra como tal.

Y es que no se sentía mal padre, siempre que llegaba del taller trataba de pasar un rato con su hijo, jugando con los carritos que le solía regalar o lo llevaba al patio para poder corretear con él hasta que ambos se cansaran.

Lo llenaba de besos antes de dormir, incluso lo dormía a su lado en ciertas ocasiones aún cuando Felicity los regañaba alegando que debía aprender a dormir solo. Daryl quería ser el consentido de su hijo, pero a pesar de que este reía sin cesar, seguía rehusándose a decir papá.

Vamos, pequeña ardilla. No es tan difícil —dijo en voz baja pellizcando com gentileza la pequeña panza de su hijo —Pa-pá. Di pa-pá.

Norman, quien estaba sentado frente a él en la cama, tan sólo ladeo su cabeza con una sonrisa juguetona. Pero la movió de lado a lado mostrando mejor el peluche de león con el cual estaba jugando.

—¿Sigue sin decirlo? —preguntó Felicity entrando a la habitación con un cambio de pijamas pequeño.

—Estoy seguro de que lo hace a propósito.

—¿Jugar con la paciencia de las personas? Me suena a un Dixon.

—Puede jugar con la paciencia de los demás, pero jamás con la de su padre. No ha entendido esa regla.

Felicity soltó una risa burlona. Le gustaba esta nueva tarea que su esposo había tenido en los últimos días. Los estaba haciendo más cercanos. Además, le gustaba saber que era la preferida de su hijo.

—Mamá —llamó Norman.

—¡Por favor! —exclamó un agobiado Daryl.

Felicity soltó una risa burlona, para después acercase a su hijo y tratar de peinarlo un poco mejor dejando un beso sonoro en su frente al terminar —Es sólo un bebé, debes tener paciencia. Yo no lo enseñe a decir mamá, simplemente lo dijo.

—Ese es el problema, tu no lo enseñaste y lo dijo. A estas alturas será más fácil que me diga Daryl.

—Da-dyl —murmuró Norman haciendo su cabeza hacia atrás y tapando su boca como si habría dicho una mala palabra.

(•••)

Norman estaba en la sala escuchando el viejo televisor mientras tenía unos cuantos juguetes sobre la mesita de café, siendo supervisado por su tío Merle quien miraba con aburrimiento el canal infantil.

El niño de vez en cuando le prestaba atención a la televisión y sonreía al mismo tiempo que Elmo les enseñaba los números. Levantó ambas de sus manos regordetas e imitó el gesto de la marioneta para decir el número 2.

—Bravo, mi amor —aplaudió Felicity asomándose, dejando de lado su guiso en la estufa —Esa edad tienes tu, 2 años.

—¿Qué? ¿Ahora comenzará a distinguir los números? —resopló Daryl, quien desde la mesa lo miraba fijamente.

—¿Todo esto por que te llamo por tu nombre? No lo tomes personal, él piensa que es gracioso.

—Pero no lo es, tu ya estarías vuelta loca de saber que nuestro hijo prefiere a uno de nosotros.

Felicity le sirvió la comida y de paso le dejo un beso en la cabeza, entendía el punto.

—Nuestro hijo me busca a mi para ciertas cosas, para lo demás te busca a ti. Cuando escucha la camioneta te espera en la puerta con juguetes en su mano, cuando te metes a bañar se sienta a esperarte. Cuando dormimos los tres me da la espalda a mi y te abraza a ti —susurro sentándose a su lado y tomando su mano —No pienses que no te ama, ni te sientas desplazado porque estarías equivocado.

Daryl sonrió un poco, tranquilizando sus celos parentales.

(••)

A la hora de dormir, los tres estaban acostados con el rico viento otoñal que entraba por su ventana. Norman y Daryl jugaban un poco con sus manos, ya que el mayor le estaba enseñando los números. Felicity leía un artículo sobre alimentación saludable, pero sonriendo de vez en cuando al escuchar las risas cómplices de sus hombres.

—Es hora de dormir —suspiro Fel, dejando el libro a un lado y apagando la lámpara de su lado —Buenas noches, mis amores.

Beso en los labios a Daryl y dejo un beso en la mejilla de Norman para después acomodarse mejor.

—Buenas noches, chiquita —murmuro Dixon, después de bajo un poco más para poder abrazar a Norman —Buenas noches, ardillita.

Norman se impulsó un poco para dejar un beso en el mentón de su padre y en un murmuro dijo: —Pa-pá.

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⏰ Última actualización: Apr 03 ⏰

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𝒜𝓃𝓉ℯ𝓈 𝒹ℯ 𝓆𝓊ℯ 𝓉ℴ𝒹ℴ ℯ𝓂𝓅ℯ𝓏𝒶𝓇𝒶  ♡ daryl dixon ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora